Titulo: Recuerdos
Ranking: NC-17
Disclaimer: Es una historia 100% irreal creada por mi loca cabeza, los nombres reales de los protagonistas no me pretenecen y no gano nada con ellos
Autora: Hyukpan
Parejas: YooSu - HyukSu
Tipo: Serial + especial
Warning(s): angst, drama, muerte, terror, sucesos paranormales, insesto
Nota: es el primer fic que escribi de este tipo (horror), es como una pelicula de terror :)
Nota 2: Este es el primer capitulo del episodio especial, lo dividi en 2 partes para que no saliera tan largo ^^;
Capitulo especial
Primera parte
Después de unas horas la policía llego a la escuela alertados por un par de profesores que se quedaban a hacer guardia en el lugar para prevenir saqueos. Junsu fue sacado casi a la fuerza del salón de música, no quería despegarse de aquel ventanal. Tenia la mirada perdida mientras sujetaba con fuerza un cuaderno entre sus brazos, eso si fue imposible quitárselo. Luego de conseguir sacarlo de la escuela, Junsu fue trasladado a un hospital para constatar su condición. Mientras los dos cuerpos inertes de los jóvenes fueron trasladados a la morgue.
La noticia del suicidio de yoochun y hyukjae se corrió por el colegio como agua por un río. No hubo quien no especulara del porque esos dos compañeros terminaron muertos y junsu vivo. Algunas de las hipótesis, y las mas fuertes, era que ellos tres formaban un triangulo amoroso y que yoochun junto con hyukjae terminaron muertos por que junsu escogió a uno y el otro por celos empujo al otro por la ventana y al final el también se tiro al no poder soportar el odio de junsu hacia el.
Por otro lado, la madre de junsu contó toda la verdad a su hijo. Aun que si era verdad que su “padre” los perseguía, su verdadero padre era otro, ni mas ni menos que el papá de los gemelos hyukjae y eunhyuk.
Después de conversarlo mucho, la madre decidió ir a vivir con aquel hombre, por el bien de su hijo, ya que después del accidente había quedado postrado en una cama sin poder hacer nada por si solo. Los médicos le informaron que era cuestión de tiempo, que su cerebro borrara el evento traumante recientemente vivido, solo tendrían que esperar a que reaccionara solo.
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Junsu se encontraba solo en la habitación que habían acomodado para el dentro de esa casa, todos los días la pasaba solo en ese cuarto mirando un punto fijo en la pared, sin decir ni hacer nada. Solo la nana que una vez conoció lo iba a acompañar en ocasiones o le llevaba la comida para alimentarlo, pero ni masticar podía.
Su madre rezaba todas las noches pidiéndole a dios que liberara la mente de su hijo para tenerlo de vuelta como era antes de que todo eso pasara.
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Paso un mes desde que ocurrió el suceso y su madre y padre real establecieron una relación comprometiéndose en matrimonio. La madre de junsu se dio por vencida el día que supo que estaba embarazada nuevamente. Junsu paso a ser cuidado netamente por la nana.
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Un día en que la casa estaba vacía, ya que los padres de junsu habían salido de viaje al río han, junsu reacciono.
El cuarto comenzó a verse mas nítido frente a el, pestañeaba mirando a su alrededor, intentando reconocer donde estaba. Sintió sus piernas adormiladas ya que hacia tiempo que no las usaba. Se incorporo de apoco sobre la cama, sentándose en el borde para caminar hasta la puerta. Pero no tenia fuerzas suficientes como para mantenerse en pie.
Volvió a acomodarse sobre la cama, arrastrándose hasta la pared para apoyar su espalda.
- donde estoy? – murmuro con voz débil, examinaba el cuarto detalladamente, de alguna manera lo sentía familiar.
Se quedo unos minutos mirando una repisa en la pared, tenia un par de cuadros con fotos sobre ella. Intento levantarse nuevamente, apoyándose de los muebles a su alrededor. Con mucho cuidado pudo ponerse de pie y aun que sus piernas tambaleaban sentía la necesidad de ver esas fotos. Como pudo camino lentamente hacia la repisa. Cuando llego se afirmo de la mesa del escritorio que se encontraba abajo para sostenerse. Respiraba agitado ya que le había costado trabajo caminar hasta ahí.
Al ver las fotos no supo porque, pero un dolor, como angustia, se instalo en su pecho. En las fotografías se podía apreciar a dos pequeños tomados de la mano. “hermanos” según supuso junsu al verlas. Al pasar a una fotografía donde se les veía mas grandes un fugaz recuerdo de un cuarto de música con un piano en su interior se le paso por la mente haciéndolo temblar. Decidió volver a su cama a recostarse, se sentía mareado por el esfuerzo hecho para levantarse.
Un par de horas mas tarde, la puerta del cuarto se abría dejando pasar a una señora de edad con una bandeja en sus manos. Acerco una silla al lado de la cama para sentarse con la bandeja sobre sus piernas. Observaba el rostro dormido de junsu, murmurando palabras sin sentido.
Junsu sintió un agradable aroma a comida y abrió los ojos lentamente, asustando a la señora que estaba a su lado. Con dificultad se enderezo sobre la cama, sentándose apoyando su espalda contra el respaldo de esta. La señora estaba a punto de gritar de la emoción al ver a su niño reaccionar después de tanto tiempo.
- ju.. junsu? – murmuro con cuidado
- quien es usted? Su rostro me suena de algún lado... donde estoy? – pregunto confundido, mirándola y mirando la bandeja con comida
- ten pequeño, come algo. Tienes que estar hambriento – dice pasándole la bandeja, acomodándola sobre la cama. Junsu la recibió con gusto, sentía que no había probado bocado desde hacia mucho tiempo.
- Quien es usted? – volvió a preguntar, mientras examinaba el contenido de la bandeja
- Soy tu nana, la que te a cuidado por todo este tiempo
- No recuerdo haber tenido una nana antes.. donde esta mi mama? – la señora bajo la cabeza unos segundos ideando una respuesta apropiada, no era bueno volverlo a traumar
- Ella esta trabajando – dijo esbozando una pequeña sonrisa
- Ahh.. bueno, me lo suponía. Entonces ella contrato una nana para cuidarme mientras no este?
- Algo así.. como te sientes?
- Hmm.. no lo se, me duelen las piernas, como que siento que no las e usado hace mucho. Ahora intente pararme pero no pude – dice cogiendo una cuchara para comenzar a comer su arroz
- Ah.. pues, has estado en cama por mucho tiempo
- Como así?- inquirió junsu, llevando una cucharada de arroz a su boca, de verdad se sentia muy hambriento
- Este.. sera mejor que comas por ahora, no es bueno que te sobre esfuerces, esta bien? – se pone de pie – luego volvere a buscar la bandeja – junsu la observa salir de la habitación, pudo notar sus ojos brillosos, como si estuviese a punto de ponerse a llorar. Pero no le importo.
Luego de comer, dejo la bandeja sobre la silla. Se sentia mas animado, pero su cuerpo parecia adormecido. Observo con mas detalle el cuarto en el que se encontraba. No recordaba que su antiguo cuarto luciera asi y tampoco recordaba a la gente que estaba en las fotografias. Un escalofrio corrio por su espalda al pensar en algo. Pero necesitaba un espejo. Penso en llamar a la amable señora nuevamente, pero no se sabia su nombre. Miro por alrededor del cuarto enfocando su vista en un rincón al lado del escritorio, algo parecido a un espejo gigante estaba colocado ahí, pero lo cubria un gran manto del mismo color de la habitación. Decicio intentar ponerse de pie nuevamente, necesitaba el espejo. Se sento sobre la cama con cuidado, repitiendo los mismos pasos que cuando fue hasta la repisa. En cuanto llego al escritorio se apoyo con ambas manos, sosteniéndose mientras tiraba lentamente del manto, este cayo al suelo rebelando lo que escondia, era un espejo de cuerpo completo con marco café de madera. Muy lindo. Junsu observo su mano reflejada en el espejo y sonrio. Como pudo se puso de pie frente a el, observando su figura por completo. Sus pómulos estaban mas sobresalidos, eso le hizo pensar que hacia tiempo que no se alimentaba como correspondia. Su pelo estaba mas largo, pero según recordaba, todo seguia igual que siempre. Igual a su hermano.
Sonrio a su reflejo sintiendo como vagos recuerdos volvían a su cabeza, volvio a acostarse a su cama sintiéndose mas relajado. Cerro los ojos lentamente durmiéndose al instante, tanto esfuerzo lo habia agotado.
Minutos mas tarde la nana entro al cuarto para retirar la bandeja, observando el cuerpo dormido del joven, suspiro tristemente pensando en las muchas cosas que no recordaria jamas y lo que le esperaba en el futuro. Salio del cuarto sintiéndose intranquila y un tanto asustada, no fijándose que el espejo estaba descubierto reflejando la figura de una persona recostada al lado de junsu que ella no podia ver en la realidad.
Al otro dia, junsu se sintio con fuerzas renovadas. Se baño y vistio, no queria seguir acostado. Su nana lo miraba incrédula, llamo al medico para que le hiciera un chequeo general y este cuando vino y lo reviso, se sorprendio tambien de la buena evolucion que junsu habia tenido, encontrándolo ok.
La casa en que vivian era bastante amplia, varias habitaciones y un patio trasero. En aquel patio habia un gran arbol y mucho pasto alrededor. Le dieron ganas de jugar escarbando bajo el tronco del arbol, sentia que habia un tesoro escondido que le pertenecia. Mientras escarbaba afanosamente una figura lo observaba desde la ventana de uno de los cuartos.
- bingo! – dijo sacando una bolsa de plastico negro de forma rectangular – sabia que encontraria algo...
Se puso de pie y camino hasta un pequeño banco ubicado en un rincón del patio, bajo lo que seria un pequeño arbol de cerezos. Se sento con cuidado y abrio la bolsa sacando un cuaderno de adentro. Lo observo detenidamente por fuera, parecia un cuaderno normal de color celeste y con muchas hojas. Se iba a disponer a abrirlo cuando sintio una brisa helada golpear su rostro con fuerza, miro a su alrededor asustado, fijándose en aquella ventana del cuarto que estaba al lado de la de el, viendo como la figura de una persona se alejaba de ella.
- junsu? – la nana llego junto a el al ver que no la escuchaba cuando lo llamaba desde la puerta – junsu? Que sucede? – pregunto mirando la ventana tambien
- nada nana, nada – dijo sonriéndole, escondiendo el cuaderno detrás de el
- que hacias bajo el arbol? – interrogo mirando la bolsa de plastico sobre el banco de madera
- jugaba – respondio en tono infantil, corriendo hacia la dentro de la casa con el cuaderno en sus manos, dejando a la señora mirando la bolsa y el agujero que habia bajo el tronco del arbol
Junsu llego a su cuarto corriendo y se enserro en el, habia ocupado una tabla delgada para escarbar asi que no tenia las manos tan sucias. Se tiro sobre la cama ansioso por leer lo que tenia el cuaderno. Abrio la tapa con cuidado y leyo lo que decia la primera pagina:
Se dice que aun que la persona muera, el que alguien lo recuerde vasta para que aquella persona siga viva. Ese recuerdo que vive en la memoria queda, es penoso perder las memorias de tu vida, es por eso que comencé a escribir este diario, el cual lleno con todas las escenas mas memorables que me pasan cada día desde que te conocí..
Sintió un escalofrío al terminar de leer la frase, notando su cuerpo cansado y adormilado, dio vuelta la pagina viendo que en el borde tenia algunas paginas arrancadas. “Quizas son cosas que no quiere recordar el que escribio esto” penso junsu pasando sus dedos por el borde, sintiendo las hojas que faltaban. Comenzo a leer las primeras lineas de la pagina, observando la fecha y el dia.
“La muerte de nuestra madre fue una de las cosas mas difíciles que me a tocado superar. Pero la decisión de nuestro padre de alejarnos es lo mas horrible que alguien me ha hecho” – leyo junsu intentando imaginar de quien hablaba –[i] “Nunca voy a entender el porque de su decisión y tampoco lo perdonare. El que te alejara de mi es algo que jamas podre superar.” – junsu miro a su alrededor unos segundos mirando las fotografias sobre la repisa ‘quizas es el diario de alguno de esos dos hermanos’ penso volviendo a retomar la lectura – “Según estuve averiguando, papa te envio a casa de nuestra abuela, pero aun que le pregunto donde estas el no me responde... y me golpea” – pasa a la siguiente pagina – “papa me inscribio en un colegio nuevo, al parecer iras tu también ahí, me siento emocionado. Te extraño demasiado” – siguiente pagina – “Todo fue una mentira, me escapare esta noche para verte, te prometi que no te dejaria solo y cumplire” – al pasar a la siguiente pagina junsu nota que faltan otro par de paginas y el encabezado con la fecha esta muy adelantado comparado con la fecha pasada – “Ya van 3 años alejado de ti, aun que encontramos una forma de vernos a escondidas sin que nuestro padre se entere. No se porque no entiende que te amo mas que a mi vida y que no puedo vivir sin ti y tu sin mi. Dice que mi amor hacia ti es dañino y que te estoy corrompiendo, pero no es asi, yo se que tu también me amas asi. Yo creo que tiene celos” – junsu paso una mano por su rostro, un escalofrio había recorrido por su espalda al leer lo ultimo. El leve recuerdo de algo importante que había ocurrido se estaba agolpando en su cabeza. Sintio que si leia el diario por completo recobraria las memorias que había perdido. Siguiente pagina – “Este año nuestros colegios estaran cerca, ya que decidieron cambiarte nuevamente. Aun que hubiese preferido que estuvieras junto conmigo en mi escuela. Siento que este año sera maravilloso” – unos golpes en la puerta sacan a junsu de su ensimamiento. Haciéndole voltear para mirar quien estaba de pie en la puerta. Su nana entraba con una bandeja con comida
- pense que mi niño tendría hambre – dijo esta sonriendo, colocando la bandeja sobre el escritorio. Junsu escondio rapidamente el diario bajo la almohada
- si, gracias – respondio sonriendo
- me alegra mucho el verte mejor – dice pasando una mano por el rostro de junsu, quitándola enseguida – que extraño – murmuro mirando hacia todos lados dentro de la habitación
- que pasa nana? – pregunta junsu curioso, mirando el rostro asustado de la señora frente a el
- nada.. es solo que senti algo extraño, no se... olvidalo – sonrie – come antes que se enfrie – dice acercando la bandeja hasta el. Junsu se sienta sobre la cama reciviendo la bandeja en sus piernas. La nana lo miraba sonriendo viendo como este comia, imaginaba lo feliz que se pondría su nueva patrona al ver a su hijo recuperado y a su patron al ver que había vuelto sin recordar nada. Podrían dejar el pasado atrás, aun que eso la ponia triste, ya que ella quizo mucho a los gemelos.
- Que piensas nana? – pregunto junsu llevando una cucharada de sopa a su boca
- Nada pequeño, termina tu comida, yo ire a ordenar la cocina – dice poniéndose de pie, observando momentáneamente la fotografia donde salian los dos hermanos tomados de las manos. Sonriendo tristemente al verla.
- Deberia preguntarle a ella que es lo que sabe – murmuro junsu acabando rapidamente la comida para seguir leyendo.
Dejo la bandeja sobre el suelo y luego se acomodo sobre la cama, en la misma posición en que estaba antes. Tomo el cuaderno de debajo de la almohada acercando su mano lentamente, sintiendo un golpe de corriente al tocarlo, apartando la asustado. Miro el cuaderno unos segundos antes de tomarlo de nuevo sacándolo ya por fin para mirarlo. Un extraño presentimiento se instalaba sobre su pecho.
Lo abrio y corrio las paginas hasta encontrar en donde estaba, leyendo de casualidad otras paginas mas adelante llamándole una la atención en especial.
“hace dos semanas que llego a la escuela y según e averiguado no tiene familia ni amigos. Se ve como un chico solitario. No se porque me siento atraido hacia el. Hoy fue la 5ta vez que intente acercarme para conversar, pero sigue rechazándome. Algo muy malo tiene que haberle ocurrido” – junsu parpadeo rapidamente unos segundos, su corazon se había acelerado al recordar una imagen. Alguien con unos ojos muy tristes que lo miraban desde una ventana. Giro su cabeza para mirar hacia la ventana de su habitación sintiendo escalofrios. Volvio a concentrarse en el cuaderno, pagina siguiente –“Hoy lo logre!! Lo logree! LO LOGREE!! Se nota que estoy emocionado? Hehe.. lo logre, logre que me hablara y si que hablamos.
Al termino de la clase de historia, cuando comenzaba el almuerzo, decidi seguirlo, siempre salia del salon de clases. Supuse que iba a la cafeteria por algo de comer, pero me equivoque rotundamente al verlo girar por un pasillo, el cual conduce a la azotea abandonada de la escuela. Sostuve firme mi caja de almuerzo en mis manos y lo segui hacia alli. Cuando llegue lo encontre sentado en el centro de la azotea mirando el cielo, al parecer estaba llorando ya que cuando me acerque corrio su rostro y paso sus manos por su cara y ojos. Sin esperar a que me dijera algo, me sente junto a el.
“que quieres” me dijo con ese tono de voz pesado con el que siempre me hablaba
“conocerte” le respondi sonriendo, acomodando mi caja de comida sobre mis piernas
“yo no quiero conocer a nadie” me dice acomodando sus piernas para pararse
“de verdad no quieres o es que tienes miedo?” dije mirándolo ya de pie frente a mi
“miedo de que? Yo no le tengo miedo a nada” contesto haciendome un desprecio. Me puse de pie para estar frente a el
“entonces no tengas miedo de conocerme, te prometo que no te arrepentiras” digo sonriéndole nuevamente, tomando su mano, la cual el aparta de inmediato
“Quizas yo no me arrepienta, pero tu si lo haras. Alejate de mi antes de que sea tarde” dijo antes de ponerse a caminar hacia la salida de la azotea, pero yo alcanze a tomarlo de la mano antes de que diera un paso mas
“ya es tarde” respondi sin soltarlo, rodeándolo para pararme frente a el nuevamente “y te juro que no me arrepentire de conocerte ni un solo dia de mi vida” dije sonriendo timidamente. El me miro sorprendido, pero luego se sento en el suelo dándose por vencido.
Asi es como comenzamos a conversar el dia de hoy, aun que yo fui el que mas hablo de los dos. Pero pronto lograre aun que sea un poco hacerlo sonreir, pienso que tiene una hermosa sonrisa. Aun que tenga esos ojos tan tristes.” – siguiente pagina, según observo en la fecha del encabezado, nuevamente son días mas adelante – “Te quiero.. no en realidad esa no es la palabra, la verdad es que te amo. Pero no puedo decírtelo y tan solo puedo escribirlo. Has sufrido tanto siendo tan joven... como es posible que un niño pase por tantas torturas siendo tan inocente y puro. La sociedad es la que corrompe a la gente, la hace vulnerable a su voluntad y las guia por el mal camino.
Eso que me contaste aquel dia en tu departamento lo guardare como un secreto tan preciado dentro de mi corazon, jamas lo contare a nadie y tampoco te reprochare por ello. Ahora estas a salvo junto a mi” – la sombra de algo atravesando su habitación lo hizo apartar la vista del cuaderno. Miro el espejo asustado sintiendo escalofrios. Cerro los ojos apretados al ver como una sombra se posaba detrás de el sobre la cama. Era una sensación de miedo que ya había experimentado antes.
Al abrir los ojos lentamente, siente como una calida brisa golpea su rostro suavemente, haciendolo sonreir. Estaba al aire libre, en un lugar completamente diferente. Comenzo a caminar sintiendo su cuerpo ligero. Unas ganas enormes de correr lo invadieron, pero una mano sobre la de el lo detuvo por completo, haciendolo girar asustado para mirar a quien lo sostenia de esa manera.
- no corras aun, es temprano para irnos – dijo aquel joven de pie frente a el, sosteniendo su mano firmemente. Algo en su rostro le parecia familiar, esa larga cabellera negra que mecia el viento, aquellos labios rojos y rellenos. O quizas esos ojos tan tristes que le parecian hermosos.
- Siento que no tengo que estar aquí – dijo junsu escuchando su voz diferente. Observó su ropa y luego sus pies, notando que llevaba el uniforme del colegio al que iba una vez.
- El no nos puede encontrar aquí – dice acercándose mas a el, tomándolo de la cintura para abrazarlo – aquí estas a salvo junto a mi
Junsu cierra los ojos al rodearlo con sus brazos, una calida sensación lo invadio por completo, sintiendo ganas de llorar y de no dejar de abrazar a esta persona frente a el. Su corazon latia con fuerza, el calido aliento de aquel joven golpeaba suavemente en su cuello. Sintio como se comenzaba a mover para separarse un poco de su cuerpo y asi mirarlo, junsu hizo lo mismo, sonriendo al sentir el aroma de su cabello. De verdad queria recordar quien era. Pero su sonrisa no duro demasiado, tapo su boca asustado, ahogando un grito. El rostro frente a el era de otra persona completamente diferente, mas palida y con grandes ojeras bajo sus ojos. Una extraña marca comenzaba a aparecer en su cuello, oscureciéndose todo a su alrededor. Junsu intento alejarse de el, pero sus brazos se posaban firmemente sobre su cintura, dejándolo inmóvil.
- te dije que el era mio!! – grito con dificultad, en una especie de sonido agudo y molesto.
Junsu abrio los ojos asustado, sentándose sobre la cama con la respiración agitada, observando todo a su alrededor, notando que estaba en el cuarto verde de siempre. Poso una mano sobre su pecho intentando calmarse “era solo un sueño, un sueño” se repetia una y otra vez, calmandose al fin.
Había dormido por horas, ya que el cuarto estaba completamente oscuro. Tanteo la cama buscando el cuaderno, pero no lo sintio por ningun lado. Se puso de pie rapidamente y corrio hacia el interruptor de la luz, iluminando el cuarto por completo. La silueta que estaba sentada junto a el sobre la cama desaparecio cuando la luz se encendió.
Miro la cama asustado, viendo que el cuaderno no estaba por ningun lado “quizas nana lo tomo mientras dormia” penso mirando hacia la puerta para salir a buscarla.
Apoyo su mano sobre la perilla de la puerta sintiendo escalofrios. Respiro profundo antes de abrirla. La casa estaba en penumbras y solo la luz de su cuarto iluminaba parte del pasillo. Quizo gritar “nana” para ver si habia alguien pero el sonido de una puerta “destrabandose” lo detubo. Miro hacia su izquierda en donde estaba la pared, habia otra puerta mas adelante, frente a las escaleras. Camino lentamente hacia ella sintiendo el impulso de empujarla. Otra puerta, la ultima del pasillo comenzo a abrirse lentamente emitiendo suaves crujidos. Junsu sintio como un miedo enorme se apoderaba de el, esperando a que la figura de un hombre saliera de ese cuarto cargando un cable en su mano para golpearlo. Abrio la puerta que tenia frente a el lo mas rapido que pudo y se metio dentro del cuarto cerrando la puerta detrás de el. Un aroma a encierro golpeo su rostro de inmediato. Este cuarto habia estado cerrado hacia mucho tiempo. Se sento apoyando en la puerta esperando a que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad. El cuarto en donde se encontraba se parecia al de el, solo que todo estaba al lado contrario. La cama estaba a la izquierda y los muebles a la derecha, todo era exactamente igual salvo por el color de las paredes. Eran de color celeste o eso parecia bajo el reflejo de luz que entraba por la ventana. Se levanto de apoco apoyando su mano en la pared en busca del interruptor de luz, lo encontro y ensendio la luz iluminando todo el cuarto de inmediato. La cama estaba echa pero un poco desordenada, como si alguien se hubiese levantado recientemente después de dormir una siesta en ella. Los muebles estaban cubiertos por una fina capa de polvo. Junsu camino hacia la repisa en busca de algun marco con fotos, pero no habia nada sobre ellas, solo un monton de libros de escuela y una que otra hoja suelta.
- no creo que haya escondido el cuaderno aquí – murmuro pasando una mano por su rostro un tanto frustrado. Reviso los cajones del escritorio y no encontro nada. Sintio ganas de mirar de bajo de la cama, pero decidio dejarlo para el ultimo. En el cajon de la mesa de noche tampoco estaba. Cerro el cajon con fuerza desquitando un poco de frustración con el haciendo que se moviera por completo. El sonido de unos papeles cayendo lo puso alerta por unos momentos. Tomo el pequeño mueble y lo corrio, habia un monton de papeles detrás en una especie de “avertura” y otro poco estaba ya regado en el suelo. Comenzo a tomarlos de a poco revisandolos, habian hojas sueltas al parecer arrancadas de algun lado, luego un album de fotos y mas papeles. Ya cuando tubo todo sobre la cama, se sento a su lado y comenzo a ojearlos. Las hojas eran del cuaderno que habia estado leyendo esa tarde. Se emociono al reconocerlas y ver las fechas, habian varias con borrones, pero no le importo, al menos si no encontraba el diario podria seguir leyendolo de algun modo. Luego tomo el album de fotos, un viento, como si estuviese la ventana abierta, recorrio la habitación dandole escalofrios.
Abrio la primera pagina del album observando con curiosidad a dos personas, dos niños en realidad sonriendole a la camara, tomados de la mano. Paso un dedo por sobre sus rostros sonriendoles de vuelta. La siguiente foto, una familia igual de feliz que en la primera foto. La madre tenia un gran sombrero blanco, sujetandoselo con una mano, el padre estaba a su lado tomandola de los hombros y a su lado ambos niños tomados de la mano sonriendo al igual que sus padres. Paso la pagina sintiendose un poco triste, la foto que veia ahora era de los niños ya mas grandes, uno de ellos abrazaba al otro por el cuello mientras sonreia a la camara, el otro cubria su rostro con sus manos al parecer riendo de igual manera. Se detubo un momento mirando esa foto con curiosidad. El rostro del que se veia le parecia familiar de cierta manera, era de facciones suaves, un tanto femeninas y una sonrisa por demas alegre y contagiosa. Sonrio tristemente dejando escapar un suspiro, algunas imágenes de un pasado feliz se le venian a la mente. Siguiente foto.
- no… no puede ser! – exclamo junsu asustado, dejando caer el album al suelo, llevo ambas manos a su rostro temblando de pies a cabeza, una serie de recuerdos comenzaron a agolparse en su cabeza. Un piano, una ventana, un cuarto de musica abandonado, la silueta de una persona frente a esa ventana. Unos ojos tristes y hermosos, unos labios calidos al contacto, una melodía… - yoo… yoochun – susurro abrazando su cuerpo con sus brazos, las lagrimas brotaban de sus ojos cayendo a raudales por sus mejillas. El recuerdo de una sonrisa, una broma, el calor de una mano sobre la suya y el salto final por aquella ventana de dos personas que amaba.
Se agacho lentamente a recoger el album tirado en el suelo, pero la falta de aire le hizo caer desmayado al suelo.
Abrio los ojos asustado, encontrando todo en penumbras, intento moverse pero un brazo sobre su cuerpo se lo impidio uniendolo aun mas al cuerpo de quien lo abrazaba.
- shh! Quieres que nos descubra? – dijo una voz en un susurro. Cuando sus ojos se acostumbraron a la repentina oscuridad se dio cuenta de que estaba debajo de una cama, intento moverse nuevamente pero el brazo se mantenia firme sobre su cintura – que te quedes quieto! – insistio alterado, pero sin dejar de susurrar
- De quien nos escondemos? – pregunto junsu asustado, la voz de quien le acompañaba le resultaba familiar, pero no podia descifrar de quien se trataba.
- No quiero que nos encuentre aun, necesito decirte algo – dijo esa voz, acercandose al oido de junsu, este intento girarse nuevamente y esta vez lo logro quedando frente al otro cuerpo.
- Yoochun? – pregunto junsu un tanto dudoso, el sonido de una sonrisa que jamas habia escuchado hizo que su corazon saltara de alegria
- A quien mas esperabas? – pregunto sonriendo, junsu podia ver su rostro casi en su totalidad, la luz que se filtraba no era suficiente. – quedate quieto y escucha – continuo ya mas serio
- En donde estamos? Por que estas aquí?! – su voz sono mas alto de lo que se proponia, asustando a su acompañante que tapo la boca de junsu de inmediato antes de que dijera otra cosa.
Ambos permanecieron en silencio por unos segundos que parecio una eternidad, yoochun no aparto su mano de la boca de junsu en ningun momento, estaba atento a cualquier sonido que no fuera el de sus respiraciones. Junsu sentia que volveria a desmayarse, sentia tan vivamente la mano de yoochun sobre su rostro, cosa que no era para nada real según su juicio.
- creo que estamos a salvo aun – susurro yoochun apartando su mano lentamente – quiero que te calles y me escuches, por favor – pidio casi suplicando. Junsu asintio lentamente, tenia miedo de hablar y causar otro alboroto. – junsu… yo – comenzo, pero se detubo de golpe, abriendo los ojos de par en par asustado, el peso de un cuerpo hundio la cama casi aplastandolos – demaciado tarde, tienes que despertar! - exigio tomando a junsu de los hombros para zamarrearlo.
- No! Espera!! – grito, pero cuando parpadeo nuevamente se encontraba en el suelo de la habitación con el album de fotos cerca de su rostro. Lo tomo rapidamente mientras se ponia de pie, comenzo a pasar las fotos una por una acelerado, deteniendose en una de golpe. Habia un piano negro con 2 personas frente a el, sonriendole a la camara, al parecer era un cuarto de musica. Aquel cuarto de musica en el cual conocio a yoochun. – yoochun – susurro sintiendo como comenzaba a llorar nuevamente, recordando todo de golpe, esta vez mas nitidamente. – no puede ser que hayas muerto… - se dejo caer pesadamente sobre la cama, el sonido de un “libro” cayedo secamente al suelo le puso en alerta. Miro a su alrededor aun con los ojos empañados en lagrimas, solo le quedaba un lugar en donde mirar.
Se agacho en el suelo nuevamente, bajando lentamente su cabeza para ver debajo de la cama, lo que seria un cuaderno estaba ahí en el centro y no habia nada mas. Sentia su corazon desbocado, estiro su mano para alcanzarlo, estando atento por cualquier cosa. Cuando lo tomo respiro aliviado, arrastrandolo con cuidado hacia su cuerpo. Era el cuaderno que estaba buscando. No pudo evitar sonreir al verlo, al fin podria saber toda la verdad. Se incorporo despreocupadamente, apoyando una mano sobre la cama para ponerse de pie, pero algo frente a el le llamo la atención. Giro su cabeza lentamente, asustado, no habia nada.
Dejo escapar un suspiro de alivio, ahora que habia recordado todo y las alucinaciones que tenia ahora le preocupaban.
De pronto, el espejo de cuerpo entero que estaba al lado del escritorio se agito, haciendo que junsu lo mirara. Tubo que ahogar un grito tapandose la boca con la mano. La figura de una persona frente a el se reflejaba frente al espejo, inclinado ligeramente hacia el.
Aparto rapidamente la vista del espejo, si no lo veia en la realidad solo era un producto de su imaginación. Con esa idea en su mente tomo las cosas que habia encontrado y salio del cuarto sin molestarse en apagar la luz.
La figura reflejada en el espejo sonrio lentamente, observando a la otra figura (k no vio junsu) que estaba sentada sobre la cama a unos centímetros de su par.
Fin primera parte
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