El Closet del aseo
El profesor se paró frente a su clase, hablando sin parar sobre los romanos y su forma de ganarse la vida. Por suerte, Donghae podía darse el lujo de no tomar atención en clases ya que él y su novio, Hyukjae, tenían buenas notas. Todo gracias a que Hyukjae era un genio y poseía una paciencia infinita para explicar a Donghae todo con manzanitas, cosa que comprendiera la materia y sacara buenas calificaciones. Así que la clase no significaba nada para él.
Miro de reojo a Hyukjae, quien estaba con la cabeza agacha, anotando ciertas cosas que el profesor hablaba. Parecía desinteresado y más rayando el cuaderno que tomando apuntes realmente.
Donghae, lo más silencioso que pudo para no interrumpir la clase, saco un trozo de hoja de su cuaderno y comenzó a escribir, “Adivina que estoy usando”. Sabía de antemano la reacción que tendría de Hyukjae, pero valía la pena verla, sobre todo en medio de una clase tan aburrida.
Aclaro su garganta, llamando la atención del rubio quien lo miro con el entrecejo fruncido.
Donghae sonrió y, miro rápidamente hacia el profesor para asegurarse que estuviera distraído, tiro el papel al banco del mayor.
Vio como Hyukjae desdoblaba el papel y lo leía con cuidado, una media sonrisa apareció en su rostro. Giro su cabeza para mirar a Donghae y se lamio los labios, dándole a entender que sabía exactamente lo que el castaño insinuaba.
El menor se sonrojo hasta las orejas enderezándose en su banco, sonriendo para sí mismo mientras sacaba otro pedazo de hoja de su cuaderno.
Comenzó a escribir una lista de todos los lugares posibles que podrían ocupar para este pequeño desafío.
-Vestidores
-Closet del aseo
-Graderías
-Salón de Clases
-Enfermería
-Clase de arte
Mirando su papel, asintió para sí mismo satisfecho con la pequeña lista que había formado. Eran tan solo las 9am, aun no salían a su primer recreo así que todo era posible.
****
Los alumnos tienen 15 minutos de recreo entre clases y convenientemente, su próxima lección está a la pasada del closet del aseo, cosa perfecta para los planes de Donghae.
El castaño espero a que la horda de alumnos pasara, hasta que ya casi no quedara nadie en los pasillos. La mayor parte de los alumnos prefería salir a tomar aire fresco durante ese pequeño receso.
Tomo la mano de Hyukjae, tironeándolo un poco mientras caminaba a paso apresurado por los pasillos, mirando hacia todos lados, asegurándose de que nadie les prestaba atención. Abrió la puerta del closet, entrando junto al mayor al pequeño espacio, cerrando con pestillo con un rápido movimiento de su mano.
- Hae… – comenzó a decir el rubio, dejando su mochila en el suelo, acercándose a Donghae peligrosamente.
Donghae estaba listo para él, tiro su propia mochila al suelo y tomo el cuello del mayor para cerrar el espacio que los separaba para juntar sus labios en un beso hambriento, doblando un poco su cabeza para poder meter su lengua a gusto dentro de la boca del rubio que ya gemía de gozo.
- Vamos a jugar a algo – murmuro sobre los labios de Hyukjae, besándolo cada vez que hablaba y bajando una mano hasta el cinturón del rubio – vamos a ver en cuantos cuartos diferentes puedo hacer que te corras – sonrió juguetón al ver como su novio quedaba sin habla.
Y con eso, abrió el cinturón del rubio, bajando el cierre del pantalón hincándose a la vez en el suelo del pequeño armario entre las piernas de Hyukjae, acercando su cara a la ya prominente erección del mayor.
- no te preocupes, tengo una lista! – dijo sonriendo, bajando los boxers del rubio para poder meterlo en su boca.
Donghae no tiene la capacidad aun de introducir un pene por completo en su boca, hasta su garganta, sin ahogarse. No como Hyukjae que no se atraganta cuando le hace mamadas, es su talento especial (entre otras cosas). Pero el castaño si puede lograr que Hyukjae se corra en menos de 5 minutos tan solo con su boca. Ya han tomado el tiempo antes.
Así que ahora, Donghae pone en práctica todos los trucos que sabe. Ahueca sus mejillas, succiona con violencia, y antes de detenerse, menea su cabeza lentamente arriba y abajo, raspando apenas con sus dientes esa carne tan sensible, haciendo que Hyukjae gimotee tirando su cabeza hacia atrás, afirmándose de forma desesperada de los hombros del castaño, agarrando su cabello con fuerza para jalarlo.
El menor miro su reloj, asegurándose de que aún tenían tiempo, pero ya estaban a minutos de entrar a la próxima clase. Era hora de sacar lo mejor de su arsenal.
Comenzó a menear su cabeza más rápido, tomando con su mano el resto que no podía tragar. Con su otra mano se desabrocho un poco los pantalones y tiro de su camisa hacia arriba acomodándose en el suelo con ambas rodillas apoyadas en la superficie. Tomo el pene de Hyukjae con una mano, lamiendo solo la punta.
- Creo que este color me gusta más que el otro – dijo dando un lengüetazo juguetón desde la base hasta la punta, mirando al rubio entre sus pestañas mientras levantaba aún más su camisa, debelando lo que llevaba puesto debajo del pantalón.
- Mierda, Donghae – gruño el rubio al ver un atisbo de esas pantaletas celestes con encaje que le había regalado hace no mucho. También podía ver como el pene del castaño mojaba un poco la tela de la pantaletas al estar botando líquido pre seminal. – quiero follarte con eso puesto – jadeo Hyukjae intentando soltarse del agarre de Donghae, pero este lo empujó hacia adelante, metiéndose nuevamente el miembro duro dentro de su boca, llegando hasta casi la garganta. Lo saco de inmediato y chupando con fuerza comenzó a moverse, gimiendo de placer al sentir como el rubio perdia el control. Hyukjae lo tomo del pelo y embistió contra su boca un par de veces, corriéndose en chorros calientes por la garganta de Donghae a los segundos después. El castaño succionó de forma suave el miembro del mayor, esperando a que se calmara después de aquel orgasmo que él había provocado.
Se puso de pie y luego de abrochar sus propios pantalones, ayudo al rubio a vestirse, subiéndole la ropa interior, abotonando el pantalón y ordenando su camisa. Hyukjae lo tomo de las muñecas con fuerza deteniendo todo movimiento, pegando su cuerpo contra el de él al apegarlo contra la pared.
- Quiero follarte, ahora – demando sobre su boca, sin soltar sus muñecas. El castaño se rio juguetón, lamiendo los labios del mayor de forma seductora.
- También quiero que me folles Hyukkie, pero no tenemos tiempo ahora – dicho aquello su alarma del reloj en su muñeca comenzó a sonar, quedaban solo 3 minutos para que llegaran al otro salón antes de que sonara el timbre.
El rubio maldijo entre dientes, soltando a Donghae de forma lenta. No podían llegar tarde a clases, no tenían ese lujo a pesar de poseer buenas calificaciones. Dejo que el castaño arreglara su ropa antes de acorralarlo nuevamente contra la pared, besándolo con fuerza, metiendo su lengua de forma brusca y succionando la lengua del menor haciéndolo jadear. Bajo con sus manos hasta el culo del castaño, atrapándolo entre sus manos y moviéndolo hacia él, comenzó a frotar sus entrepiernas. El saber que debajo de esos pantalones estaba aquella prenda de color celeste lo calentaba de sobremanera. Sabía que Donghae aún estaba duro y, a pesar de que ambos tenían buena resistencia cuando era necesario, le extrañaba que el castaño no se hubiera corrido ya después de tantos toqueteos.
- ¿Qué me estas ocultando? – susurro en el cuello del menor, pasando su lengua hasta llegar al lóbulo de la oreja. Donghae soltó una risita nerviosa observando su reloj nuevamente. 1 minuto.
Aparto de forma suave al mayor de su lado, mirándolo de forma coqueta al morderse el labio. Saco el pestillo de la puerta y se dispuso a abrirla, pero noto que Hyukjae lo observaba con el entrecejo fruncido.
- Digamos que.. no solo estoy ocupando las pantaletas que me regalaste, si no que el set completo que estaba en la caja – dijo guiñándole un ojo antes de abrir la puerta y salir corriendo.
Hyukjae tomo unos segundos antes de poder reaccionar ante las palabras del menor y salió corriendo también, persiguiéndolo con una sonrisa maliciosa.
Iban a llegar tarde a clases.
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