lunes, 5 de octubre de 2009

[Chapter Fic] Milagro navideño {KyuHyuk}

Capitulo 5

Para Kyuhyun, el tocar a Hyukjae era como comenzar desde cero. Como si sus experiencias pasadas nunca ocurrieron y estaba aprendiendo a cómo hacer el amor por primera vez.  

En un comienzo sintió como si estuviese en un sueño, todo lo que necesitaba que ocurriera entre sus piernas simplemente ocurriría. Pero pronto esa teoría fue descartada y como ninguno sabia el cómo realmente hacerlo, se movieron de forma lenta y torpe, chocando de repente y riéndose de forma tonta al estar tan nerviosos. Kyuhyun jamás había estado con un hombre, menos con un hombre como Hyukjae, ambos estaban aprendiendo a como tocarse y sincronizando sus movimientos, logrando que funcionara.  Los jadeos y los toques precisos finalmente hicieron su magia. Kyuhyun se sentía en la gloria. Se vinieron juntos, colapsando en la cama sin dejar de abrazarse.

-       Hyukjae? – pregunto Kyuhyun mientras acariciaba la espalda del hombre semi recostado sobre él.
-       Hmmm?
-       A que te referías antes? Cuando dijiste que esto era real
-       Solo eso, esto es real. Yo soy real – Kyuhyun pudo sentir como Hyukjae se tensaba con la pregunta.
-       No eso, me refiero a lo último. Dijiste que algo de un costo…  - Hyukjae se tenso aun mas.
-       Es solo que.. Kyuhyun yo quería que.. veras.. lo siento.. – Kyuhyun frunció el ceño. Estaba ocurriendo otra vez, la voz de Hyukjae estaba desapareciendo. No podía escucharlo con claridad. Frunció el ceño abrazando a Hyukjae con fuerza, respirando su esencia aun que sus ojos se cerraron de forma pesada y la realidad comenzaba a desaparecer.

Como era de esperar, despertó a la mañana siguiente sin Hyukjae a su lado. La única evidencia de la noche que pasaron juntos era el pijama de Kyuhyun que estaba en el suelo desparramado. Paso sus manos por su rostro unos instantes y luego, lentamente, una sonrisa se instalo en su rostro. Hyukjae como mono podía estar castrado, pero Hyukjae humano estaba intacto.



-       Así que, Changmin, tienes idea de por qué Kyuhyun nos cito aquí? – pregunto Heechul, bebiendo el que probablemente era su tercer café del día. Changmin se encogió de hombros.
-       No sé nada más que ustedes chicos – respondió, sentándose en la silla que siempre ocupaba. Estaban reunidos en el restaurante al que solían ir los sábados a desayunar, pero hoy no era sábado. Estaban a mitad de semana y Kyuhyun los había llamado de la nada para que se juntaran.
-       Bueno, debe tener algo importante que decir – comento Eeteuk – quizás consiguió novia. No había dicho que estaba saliendo con alguien? – Changmin alzo una ceja.
-       Bueno, dudo que sea eso – murmuro.
-       A que te refieres? – dijo Eeteuk emocionado ante la promesa de jugosos chismes que Changmin sabía, pero el otro hombre cerro su boca y se rehusó a cooperar. – bien – Eeteuk hizo un puchero – igualmente me enterare. – se volteo a su novio – Heechul dile a Changmin que me diga a que se refiere.
-       Oh ya llego – soltó Heechul en cuanto vio a Kyuhyun entrando por la puerta. Eeteuk y Changmin podían ser muy tercos cuando se lo proponían.

Se escucho un gritito de niña que Heechul estaba seguro que provino de Eeteuk. Todos se voltearon acomodándose en sus asientos para hacer espacio para el recién llegado.

-       Hola chicos – dijo Kyuhyun nervioso mientras se sentaba. Hyukjae no estaba metido dentro de su abrigo como siempre si no que colgaba de su cuello de forma amorosa. Eeteuk estiro los brazos esperanzado, pero Kyuhyun negó con su cabeza dejando a Hyukjae donde estaba.
-       Está bien, que ocurre. Nos estamos volviendo locos aquí. – dijo Heechul, mirando a Kyuhyun a los ojos.
-       Qué? Ahora no puedo salir con mis amigos?
-       No, no tu Kyuhyun. Nunca haces esto – Heechul achico los ojos mirando de arriba abajo a Kyuhyun de forma sospechosa, como si fuera a encontrar alguna pista de lo que pasaba. Kyuhyun se removió nervioso.
-       Bueno.. – suspiro pesado – está bien, si ocurre algo.
-       Lo sabia! – grito Eeteuk, Changmin asintió lentamente preguntándose si esto tenía que ver con la conversación que tuvieron el día anterior. Heechul se acomodo hacia atrás cruzándose de brazos, esperando.

Kyuhyun respiro profundo un par de veces. Esto no era fácil para él. No importa cuán buenos amigos fueran, siempre se reservaba algunas cosas solo para sí mismo. Pero de alguna manera, necesitaba decirles esto.

-       Chicos… tuve sexo con Hyukjae anoche

Eeteuk dejo caer su vaso y los ojos de Heechul se agrandaron el doble.

-       Eso.. eso está mal hombre! Sé que te sientes solo, pero eso no es correcto!
-       Pobre Hyukjae – dijo Eeteuk con tristeza, moviendo su cabeza.
-       No no no!! No era a eso a lo que me refería! – Kyuhyun de inmediato intento arreglar la situación. De todas maneras la forma en que Hyukjae lo sostenía no ayudaba en nada, casi se estaba desmayando sobre su cuello.
-       Se refiere al Hyukjae humano que ha visto en sus sueños – dijo Changmin en tono calmado, arreglando de inmediato el mal entendido – estoy en lo correcto, verdad?

Kyuhyun asintió agradecido, daba gracias de haberle contado antes sobre su problema a su amigo. Heechul y Eeteuk lo seguían mirando sin comprender. Kyuhyun suspiro. Tendría que contar toda la historia desde un principio, otra vez.

Cuando termino de narrar todo el asunto, Heechul sonrió burlón.

-       Debo darte la bienvenida a nuestro lado entonces. Aun que, honestamente, es la historia más extraña que he escuchado para “salir del closet”.
-       Gracias… supongo – respondió Kyuhyun rascándose la nuca.

Eeteuk miraba a Hyukjae extrañado, murmurando cosas inentendibles, preguntándose como un mono pudo hacer lo que él no había podido. Todos hicieron lo posible para ignorarlo, porque francamente, Eeteuk pensaba que cualquiera que tuviera tendencias homosexuales de inmediato lo admitiría al ver su rostro. Tenía el ego muy elevado.

-       Que harás ahora? – pregunto Changmin, llamando la atención de todos. Kyuhyun se encogió de hombros.
-       Esperare, como él me pidió hacerlo.



Pasaron algunos días, cada uno igual. Kyuhyun volaba desde su trabajo hasta su casa en cuanto el reloj daba las cinco. En todo lo que podía pensar era en Hyukjae, en verlo y estar junto a él. Y Hyukjae venia cada noche, cada vez quedándose hasta un poco más tarde, como si mientras más tiempo pasara junto a Kyuhyun, más difícil le era separarse. Hyukjae mono parecía sentir una nueva sensación de cercanía entre ellos durante el día. Pasaba más tiempo de lo habitual colgado de su cuello, incluso cuando estaban en la casa donde por lo general le gustaba correr por todos lados y jugar solo. Kyuhyun recordaba que Hyukjae le había dicho que cuando era un mono aun podía recordar el cómo se sentía ser humano y eso hacia a Kyuhyun feliz.



Fue hasta casi una semana después de que hicieron el amor por primera vez. Kyuhyun estaba en su escritorio y revisaba unos papeles. La nieve caía por toneladas afuera de su ventana, pero de forma suave, cubriendo de blanco lo que por lo general era una horrible calle de asfalto que podía ver desde su ventana. Hyukjae estaba acurrucado en una esquina de su escritorio durmiendo profundamente, su cuerpo delgado subiendo y bajando cada vez que respiraba,

-       Señor Cho? – justo cuando había alzado una mano para tocar el lomo suave de Hyukjae, la secretaria Jung, una de las más jóvenes, se asomo por su puerta.
-       Si? – pregunto, quitándose el teléfono de la oreja un poco para escucharla mejor.
-       Tengo el reporte que me pidió – dijo ella, entrando a la oficina y parándose frente al escritorio. Noto a Hyukjae echado ahí y se acerco para acariciarlo, sonriéndole a la criatura antes de alejarse.

Pero Kyuhyun se paralizo asustado. Hyukjae, como todo animal, siempre despertaba cuando alguien lo tocaba. Pero no fue así. Cuando la señorita Jung lo acaricio, no se movió un centímetro.

-       Hyukjae? – llamo, tocando al pequeño mono con sus manos para moverlo. Pero Hyukjae aun no despertaba. Su respiración seguía normal, como si siguiera durmiendo e incluso más lenta – Hyukjae! – Kyuhyun prácticamente grito, tomando a Hyukjae del escritorio para llevarlo hasta su cuerpo, preocupado. Hyukjae seguía sin reaccionar.

Con el mono acurrucado entre sus brazos, Kyuhyun se puso de pie y corrió fuera de su oficina. Sin si quiera dar una explicación a sus secretarias que se asustaron con su reacción, llego hasta su auto.

-       Está bien, estarás bien – murmuraba, mas para sí mismo que para Hyukjae mientras encendía el motor y se marcho rumbo al veterinario. Sus manos temblaron sobre el volante durante todo el trayecto.

Y entonces, mientras entraba en el estacionamiento,  un sonido como quejido lo asusto casi haciendo que chocara contra la pared. Miro hacia abajo, al asiento del pasajero donde había dejado a Hyukjae para encontrar a su mascota reaccionando, sentándose con los ojos abiertos y bien despierto.

-       Hyukjae! – grito, tomando al pequeño entre sus brazos. Hyukjae casi obligado puso sus brazos alrededor del cuello de Kyuhyun – que estabas haciendo? – le pregunto mientras lo cargaba hasta la clínica – casi me morí de la preocupación.


Una hora después, Kyuhyun estaba sentado en el cuarto de examinación, frente al veterinario mientras Hyukjae jugaba con pelotas de colores que el veterinario le había pasado para mantenerlo ocupado.

-       Así que dígame, hay algo malo con él? – pregunto Kyuhyun, nervioso – o quizás no durmió lo suficiente anoche?
-       Kyuhyun – dijo el veterinario de forma amable, sacándose los anteojos. Conocía a Kyuhyun y a Hyukjae desde hace mucho tiempo – Hyukjae está viejo.
-       Viejo? – pregunto Kyuhyun. Sí, sabía que Hyukjae estaba alcanzando el límite de la edad de su especie, pero siempre fue tan activo. No parecía estar envejeciendo para nada y tampoco se enfermaba. – pero, él nunca actuó diferente hasta hoy.
-       Lo sé, – comenzó a explicar el veterinario – Hyukjae ha sido muy saludable y activo. Y es porque tu lo has cuidado muy bien, y por que ama mucho su vida. Es lo mismo para algunas personas. Muchos de nosotros lentamente nos calmamos y enfermamos cuando envejecemos, pero otros viven activos y permanecen saludables hasta el final
-       Hasta el final? – pregunto, sintiendo un hielo atravesando su corazón – que estás diciendo? Se está muriendo?
-       No te digo que ocurrirá mañana, pero debes estar preparado. No te voy a mentir. Me sorprendería mucho tenerlo con nosotros la próxima primavera.
-       Pero él no está enfermo! – protesto Kyuhyun
-       Kyuhyun, - dijo el doctor observando preocupado al castaño – Hyukjae ha vivido lo que más ha podido. No, no está enfermo. Pero ha envejecido muy rápido estos últimos meses. Su cuerpo está más lento, es por eso que duerme tanto ahora. No hay nada malo con él, es solo que ya llego su hora.

Kyuhyun se puso de pie, no podía hablar. Recogió a Hyukjae y se fue de la clínica lo más rápido que pudo. El pequeño mono chillo triste, sintiendo el estado de ánimo de Kyuhyun, besándolo en la mejilla. Kyuhyun no era del tipo que rompía en llanto por cualquier cosa o que demostraba emociones de ese tipo. Pero manejo directo a su casa, colapsando en su cama con Hyukjae en sus brazos, llorando a mares.


Honestamente, no pensó en Hyukjae humano toda la tarde. Todos sus pensamientos eran sobre su mono, su mejor amigo, su compañero de toda la vida. ¿Qué haría sin él? Kyuhyun no podía entenderlo.

En un arranque, fue hasta la tienda más cercana y compro todas las cosas favoritas de Hyukjae. Los plátanos más caros, naranjas y frutas tropicales que encontraba en ese tiempo. En diciembre todo era más caro, pero a Kyuhyun no le importaba. Cuando llego a casa preparo un pote gigante con frutas para Hyukjae y se sentó en medio de su living junto a su mono. Dejo que comiera hasta quedar satisfecho, mirándolo embelesado. Devoraba los mangos y papayas que solo le daba a comer a veces como regalos por su buen comportamiento, pero se sintió triste al ver que solo comió la mitad de lo que solía comer usualmente. Como no había notado esto antes? Se sentía enfermo de culpa y dolor.

Escucho un suave quejido, mirando hacia debajo de forma triste donde estaba Hyukjae. El pequeño lloro otra vez alcanzando su brazo para trepar y abrazarlo por el cuello. Y fue entonces cuando se pregunto si la razón por la cual Hyukjae había estado tan apegado a él esa semana era por algo completamente diferente a lo que pensaba. Tomo a Hyukjae hundiendo su cara en su pelaje, sintiendo las lagrimas llenar sus ojos otra vez. Hyukjae hizo un sonido suave, tocando su pelo como si dijera “está bien Kyuhyun, no hiciste nada malo”. Pero eso no lo calmaba.

Se acostó con Hyukjae abrazado contra su pecho, sin querer dejarlo ni por un segundo. Por mucho que pensara en Hyukjae mono, pensamientos sobre Hyukjae humano se colaban en su mente también. Si Hyukjae… si él… entonces el hombre del que estaba enamorado también desaparecía. No podía aceptar aquello, era demasiado para soportar de una sola vez.

-       Está bien.
-       Hyukjae… - Kyuhyun pestañeo pesado. No se había dado cuenta de cuando cerró los ojos, pero de repente ahí estaba Hyukjae acostado junto a él.
-       Todo estará bien Kyuhyun – dijo Hyukjae, mirándolo con sus ojos café de forma suave.

Sin ser capaz de hablar, abrazo a Hyukjae por los hombros y enterró su cara en su cuello. Sus ojos escocían por haber llorado en la tarde pero una vez más dio rienda suelta a aquel dolor que lo acongojaba. Hyukjae dejo que Kyuhyun lo abrazara por mucho tiempo.

Después de un rato, Kyuhyun logro calmarse un poco. Se alejo de Hyukjae mirándolo a los ojos.

-       Lo que dijiste antes… el costo por verme de esta manera… esto… es esto verdad? Estas muriendo por mi culpa, verdad?!

Hyukjae negó con su cabeza, tomando el rostro de Kyuhyun entre sus manos para calmarlo.

-       No es por tu culpa. Fue mi decisión y no me arrepiento, Kyuhyun.
-       Pero.. – protesto
-       Si quieres saber, no fue tanto el tiempo al que renuncie. – movió su cabeza – pero habría renunciado a mucho más si eso fuese necesario. No sabes lo feliz que he sido. Si no te hubiera conocido, nunca habría sabido lo que era enamorarse o sentirse querido o hacer el amor. No, no me arrepiento. Kyuhyun, te amo tanto y me haces muy feliz. – no estaba llorando y tampoco se veía triste. Había una sonrisa tranquila, gentil y dulce adornando su rostro.
-       Me dijiste que no me dejarías solo – logro decir Kyuhyun, aun luchando contra el dolor que sentía.
-       No lo hare. Confía en mí. No te lo dije antes? No tendrás que esperar mucho.
-       Y no te lo dije yo también? No quiero a nadie más que a ti.
-       Todo estará bien Kyuhyun – dijo nuevamente, apretando sus brazos contra el cuerpo del castaño – todo estará bien, solo abrázame fuerte y bésame.
-       Te amo – susurro Kyuhyun acercando más a Hyukjae hacia él, abrazándolo fuerte justo como se lo había pedido. Se inclino alcanzando sus labios para besarlo con suavidad, disfrutando de su cercanía.
Se quedaron acostados así, besándose y abrazados el uno al otro. Kyuhyun luchaba por estar despierto lo mas que pudiese. Y entonces, finalmente, justo como la primera vez, una luz gris entro en el cuarto por la ventana y ahora la sensación familiar del cansancio lo invadió. Sus ojos se cerraron.

Cuando volvió a abrirlos, lo primero que miro fue a Hyukjae. El pequeño mono estaba acurrucado en la almohada cerca de su cabeza, su brazo estirado hacia él y con sus dedos tocaba su pelo. Su cuerpo aun estaba tibio, pero su corazón se había detenido.

Una vez, cuando era pequeño, a los padres de Kyuhyun los pillo una tormenta de nieve volviendo de un viaje, teniendo que quedarse en el aeropuerto, dejando a Kyuhyun solo para navidad. Tenía nueve años y en su memoria esa había sido la peor navidad que había tenido. Pero cualquier soledad que había experimentado ese día no se comparaba con lo que estaba pasando ahora. Todos esos años atrás, había tenido a Hyukjae a su lado para hacerle compañía. Ahora no había nadie.

Una semana exacta después de que Hyukjae muriera, el día de navidad para ser exacto, Kyuhyun se sintió particularmente amargado ese día. Sin importar que fuese una fecha alegre en donde todos se entregaban amor y regalos, no había nada que pudiera consolarlo. Ni su familia ni amigos. Estaba distanciado de sus padres ahora y quería dejar a sus amigos disfrutar el día sin su amargura. Así que estaba solo, arrodillado sobre la nieve, en una colina, frente a la tumba de Hyukjae.

Era un doloroso, brillante y frio día. Kyuhyun era la única persona al parecer en el cementerio de animales. Toda la gente normal debía estar en casa disfrutando con su familia ese día. En cierta forma, Kyuhyun pensó, él también estaba con su familia. Siempre considero a Hyukjae como parte de su familia, más que a la real. Su corazón dolía al mirar la tumba. Era como ver a un pedazo de su corazón enterrado allí junto al cuerpo del que fue su compañero por todos esos años. Estiro una mano sacudiendo un poco de nieve de la placa de piedra.

Desde el día en que enterró a Hyukjae que visitaba su tumba todos los días. No sabía qué hacer, no se sentía capaz de seguir adelante. Durante el día recordaba a su mascota y en la noche soñaba con su amor perdido. Sueños normales. Borrosos y distorsionados llenos de dolor. No sabía cómo vivir sin Hyukjae y tampoco sabía cómo vivir con un corazón roto. Si no se hubiese prometido visitar su tumba todos los días, no podía pensar en cómo recuperar sus fuerzas para levantarse cada mañana.

Kyuhyun estaba tan enfocado en la tumba que no escucho los pasos de otra persona sobre la nieve que se acercaba su lado.

-       Pensé que sería el único aquí hoy – la voz de un hombre hablando de repente le asusto. Pero más que la voz hablando de la nada, fue el tono de voz lo que le espanto. Miro hacia el lado sorprendido. Un hombre joven, con el cabello castaño rojizo, perfil afilado y labios rellenos lo miraba con ojos brillantes y cafés.
-       Hyukjae – jadeo, aun sorprendido, apenas moviéndose de su posición.

El joven lo miro extrañado, frunciendo el ceño negando con su cabeza.

-       Nos conocemos de antes? – miro a Kyuhyun con detenimiento, estudiando su rostro, pero solo parecía más confundido – no… lo creo. Pero siento que te he visto antes.
-       Eres.. eres Hyukjae? – pregunto inseguro
-       Bueno, así era como me decían mis amigos en la infancia, si. Mi nombre real es Eunhyuk. Nos conocimos en una fiesta o algo así? – Kyuhyun negó a su pregunta.
-       No, no lo creo. Lo siento. Me recuerdas a alguien – sus últimas palabras sonaron tan tristes.
-       Ah – dijo Eunhyuk, así sin más. Miro la tumba que estaba frente a él. – tu mascota falleció?
-       La semana pasada.
-       Oh, lo siento mucho – susurro Eunhyuk con suavidad. Kyuhyun se encogió de hombros.
-       Y.. la tuya también murió?
-       No – negó con su cabeza – solo estaba dando un paseo. Me mude hace poco. No sabía que era un cementerio de mascotas en un comienzo. – Kyuhyun levanto su rostro para mirar a Eunhyuk.
-       No tienes a alguien con quien pasar navidad?
-       Podría preguntarte lo mismo – la respuesta fue rápida, pero la voz de Eunhyuk se escuchaba suave – tu mascota.. de qué tipo era?
-       Un mono – dijo Kyuhyun casi en un susurro – lo tuve durante toda mi vida. Se llamaba… Hyukjae.

Eunhyuk no dijo nada en un comienzo, pero Kyuhyun podía notar que estaba sorprendido por la forma en que se había inclinado para ver el grabado en la tumba. Entonces, una suave y dulce risa salió de la boca de Eunhyuk. Una risa que sonaba tanto como Hyukjae que hizo que el pecho de Kyuhyun doliera.

-       Lo siento – dijo – es solo que, es mucha coincidencia, no crees? – entonces, se puso serio nuevamente – lo siento mucho por tu perdida… - hizo una pausa, dejando un espacio en blanco para que Kyuhyun le dijera su nombre, el cual no sabía aun.
-       Kyuhyun – respondió este de forma simple. Pero su mirada estaba fija en Eunhyuk. No podía ser que de esto era lo que su amado estuviese hablando? La persona especial? No podía negar que mientras más miraba la cara de Eunhyuk, más tranquilo se sentía. Una sensación familiar lo invadia. Esa que se instalaba en su pecho cada vez que estaba junto a Hyukjae en su sueño. El hecho de que Eunhyuk y Hyukjae se parecieran casi como si fueran gemelos, si no es que fueran la misma persona, y el hecho de que Eunhyuk también se llamara Hyukjae eran extrañas coincidencias. Kyuhyun no era de los que creían en la magia o el destino, pero los pasados eventos de su vida le habían hecho cambiar de idea. No, él estaba destinado a conocer a Eunhyuk así. Él tenía que conocerlo.
-       Eunhyuk – finalmente reunió todo el valor necesario para preguntar – estas… solo hoy? – el joven asintió – entonces… te gustaría ir por un café? – los ojos de Eunhyuk se achicaron unos segundos, meditándolo, pero luego volvieron a suavizarse.
-       Me gustaría. Pero no hay tiendas abiertas hoy.
-       E.. entonces – tartamudeo, no estaba acostumbrado a esta sensación de nerviosismo – podríamos ir a mi casa a tomar una taza.. si no te molesta.. – termino de decir. Inesperadamente, Eunhyuk sonrió.
-       Claro, porque no? Pero es raro sabes, siento que puedo confiar en ti como si te conociera hace mucho tiempo.
-       No es extraño – dijo Kyuhyun mientras se ponía de pie, quitándose la nieve de los pantalones. – me siento de la misma forma.
-       Me alego – dijo Eunhyuk – espero que no quede lejos – rio – tengo mucho frio la verdad. Creo que hace mucho que no estaba en la nieve. Había olvidado el frio que se sentía.
-       Deberías usar un chaleco o algo así – dijo Kyuhyun comenzando a caminar junto a él – podría prestarte uno de los míos si quieres.
-       Hmm… - Eunhyuk dudo – la verdad es que no me gusta usar chalecos. – Kyuhyun rompió en carcajadas, asustando a Eunhyuk.
-       De alguna forma sabía que dirías eso – por primera vez en toda esa semana, Kyuhyun sonrió sinceramente.



Fin.

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