viernes, 25 de septiembre de 2009

[Chapter fic] Unexpected {EunHae}

Capitulo 1

Pensó que acudir donde su primo por ayuda era la mejor idea en cuanto salio de su casa. Él podría saber como solucionar estas dudas que ya lo estaban torturando, después de todo, Siwon se había declarado gay hace 2 años y era la mejor referencia que tenia para tratar con el tema. Pero al ver como se acercaba hacia él mirándolo de esa manera hizo que todo su cuerpo se tensara con una mueca de nerviosismo en su rostro. Paso su lengua por sobre sus labios intentando calmarse y acomodándose mejor sobre el respaldo del sillón en donde estaba apoyado, cerro los ojos para recibir los labios de Siwon. Sintió algo húmedo y viscoso introducirse en su boca, seguido por un montón de saliva que se negó a tragar. Empujo al otro joven con ambas manos, antes de comenzar a hacer arcadas tapándose la boca.

- Perdona – dice intentando respirar para relajar las contracciones que sentía en su estomago. No quería vomitar.
- ¿Que demonios sucede contigo? – Pregunta en tono irritado – Me ofrezco de buena voluntad a ayudarte para solucionar tu problema y reaccionas de esta manera
- Te pedí disculpas ok! Déjame en paz. – al fin su estomago se había relajado. Siwon pasó una mano por su rostro, sonriendo despectivamente mirando al chico aproblemado.
- Donghae – dice de forma seria – no es necesario que armes un escándalo por algo tan insignificante – comenzó a explicar pero luego de ver el semblante de su primo prefirió callar. Se veía que tenía su propio debate interno de momento. Se alejo de su lado para darle el espacio que necesitaba, a lo que Donghae agradeció mentalmente.

Su problema comenzó desde que una chica en la escuela le confesó sus sentimientos y empujado por sus amigos decidió aceptar. Así comenzó una relación con ella desatando el caos. No había pasado más de una semana desde que aquella chica lo besó provocando su primera reacción ante todo lo extraño. Un dolor de estomago intenso y luego vomito. Obviamente atribuyo su reacción a una comida pesada, se negaba a creer que sus nauseas las causaba aquella chica. Pero se dio cuenta que era ella la que lo provocaba cada vez que le tomaba la mano o intentaba algo más.
Algo extraño estaba ocurriendo con él y es que nunca se había fijado en ninguna chica de la forma en que sus amigos lo hacían. Siempre las encontraba a todas igual.
Cuando le contó su problema a Siwon, él de buenas a primera decidió ayudarlo ofreciéndose como conejillo de indias. Así podría probar que sentía al besar a un hombre. Pero no habían tenido el resultado que esperaban.

- Así que descubriste que no te sentías atraído hacia las mujeres – Siwon se acerca hasta la mesa donde había dejado el vaso de cerveza que se estaba tomando cuando llego Donghae – No es como si fuese el fin del mundo – bebe un poco del liquido de su vaso para aclarar su garganta – ahora quieres saber si besando a un hombre – pone una mano sobre su pecho para enfatizar el hecho de que él lo era – como yo, te aclarara tus dudas y así saber si bateas para el otro equipo.

Donghae no decía nada, él solo escuchaba. ¿Qué más podría decir? Estaba confundido y completamente miserable. Siwon era el único hombre gay que conocía y que estaba orgulloso de serlo. Su primo se había sentido feliz al saber que Donghae estaba confundido. Esto significaba otro miembro al creciente número de los de su tipo.

- Solo necesitas salir mas, aprender cosas nuevas – Siwon soltó un bufido, levanto una ceja y se dejo caer sobre una de las sillas del comedor sin dejar de mirar al chico confundido que seguía apoyado donde mismo.
- No se que hacer – Donghae susurro, la sensación asquerosa que había tenido al sentir la lengua de Siwon en su boca al fin se había desvanecido. – no puedo pensar, no puedo dormir… - se dejo caer al suelo tomando su cabeza entre sus manos – Estoy… estoy confundido… - intento frenar las lagrimas que se estaban agolpando en sus ojos. Sintió como Siwon se movía hacia él y luego su mano sobre su hombro masajeándolo para darle el apoyo que necesitaba.
- Hey – dice Siwon esbozando una sonrisa, colocando su mano sobre la cabeza del chico – ni pienses en caer en depresión por esto. Solo te causaras más dolor. – Esto Siwon lo sabía muy bien, el mismo paso por algo similar cuando noto que no era igual que todos los chicos de su edad. – Tengo una idea! – exclama suavemente, volviendo a sonreír. Donghae lo mira no entendiendo mucho lo que se traía en mente su primo. – Solo los afortunados nacidos en cuna de oro como nosotros podemos darnos el gusto de la lujuria. – dice esbozando una gran sonrisa.
- ¿Del que? – Donghae lo observa mas confundido aun
- De privilegios, Donghae. De que crees que estoy hablando? – Siwon frunció el ceño al mirarlo, pensando que quizás se había vuelto estúpido.
- Privilegios?
- Donghae! Me extraña que te comportes como si no supieras de que hablo. No se como puedes ser pariente mío. – Ambos sueltan un bufido de molestia. Siwon se deja caer al suelo frente a Donghae.
- Yo… Yo no soy rico – murmura Donghae haciendo un puchero.
- No me digas esa estupidez! – Siwon lo mira enojado y luego suspira – Esta bien, naciste en cuna de oro aun que no te guste. El dinero de tus padres al final terminara en tus manos, así que técnicamente lo eres.
- Pero…
- Cállate y escúchame, tengo una idea.


**********

- No! – Dijo Eunhyuk con tono firme – Absolutamente no! – acompaño el tono junto con sus manos para enfatizar la frase.

Sungmin levanto una ceja mirándolo divertido. Coloco sus manos sobre sus caderas con una sonrisa maliciosa en el rostro.

- Cumplirás 25 hyuk – declaro Sungmin con tono divertido.
- No me importa.
- Vamos~ ¡no seas así! – Sungmin se acerco a Eunhyuk con sus mejores caras de ruego, tomándolo de los brazos para moverlo mientras le hacia pucheros – solo cumples 25 una vez en tu vida~ – decía mirándolo con brillos en los ojos – ¿Cuan seguido ocurre eso? – lo soltó para alejarse un par de pasos pero sin dejar de hacer caras.
- No muy seguido, pero no vas a hacer una de tus “pequeñas fiestas” para celebrarlo! – dice Eunhyuk mirándolo con el ceño fruncido.
- Esta bien – Sungmin pone un dedo en su mentón meditando – quizas~ la ultima vez exagere un poquito – dice haciendo el gesto con los dedos. La imagen del ultimo cumpleaños de su hermano paso por su mente, un montón de hombres y mujeres semi-desnudos en un cuarto bailando sensualmente para el cumpleañero, le había parecido un regalo excelente. Una sonrisa maliciosa se cruzo por su rostro al recordar lo bien que la había pasado ese día.
- Decir que exageraste solo un “poquito” es quitarte créditos. Casi muero con tu regalo – Eunhyuk miro a Sungmin aun enfadado, cruzándose de brazos. No daría su brazo a torcer nuevamente, no quería otra experiencia como aquella.
- Ahora estas exagerando las cosas – decía Sungmin con una amplia sonrisa, moviendo las manos para apaciguar la ira de Eunhyuk que iba en aumento – Digo… - aclara su garganta – No sabia que TODOS ellos eran stripers… - dice poniendo cara de inocente.
- Tu contrataste a esa gente Sungmin, claro que no sabias. Oh! Notaste el sarcasmo en mi tono de voz? o te saco un cartelito para que lo sepas? – dice Eunhyuk frunciendo el ceño nuevamente.
- No me gusta que me trates así – Sungmin le dio una mirada que podría haber causado que cualquier persona se asustara, pero con Eunhyuk no tenia el mismo resultado.
- ¿Qué? Mi sarcasmo? Oh bueno, difícilmente tengo el tiempo para ocuparlo, especialmente si estoy siendo perseguido por hombres y mujeres que quieren desvestirme por completo y ocupar el sadomasoquismo conmigo!!.
- Bueno, piénsalo de esta manera – decía riendo nervioso – al menos los demás se divertían – murmuro sonriendo con cautela, intentando salvar la conversación que ya a este punto había llegado a un camino sin retorno.
- No Sungmin, lo que sea que estés planeando olvídalo. No quiero ninguno de tus regalitos para mi cumpleaños, por una vez en mi vida quiero estar tranquilo ese día.

Sungmin lo miro con tristeza mordiendo su labio inferior mientras asentía resignado. Causando la reacción que esperaba en su hermano. El sentimiento de culpabilidad.

- Esta bien – Sungmin le sonrió con tristeza al mirarlo, incrementando la sensación de culpa de Eunhyuk. – Yo solo quería… - una pausa dramática para agregarle emoción a sus palabras. – que fueras feliz – sollozo un poco llevándose una mano hasta su rostro para ocultar las lagrimas de cocodrilo que comenzaban a brotar de sus ojos. Bajo la cabeza para evitar la mirada intuitiva de Eunhyuk.
- Maldición! – bramo este un poco irritado. “Las lagrimas no” pensó ya resignado.
- Solo quiero… - Sungmin sollozo otro poco – lo mejor para tí.
- BASTA! – la cabeza le estaba a punto de estallar. No quería que su hermano llorara. El hecho de que sucediera significaba que el asunto era un caso perdido para quien estuviese lidiando con él. Miró al ruborizado Sungmin quien volvió a sollozar.
- Eres mi hermano Eunhyuk, no quiero que te conviertas en un anciano… - otra pausa, ya era un maestro en el drama – …aburrido y amargado.
- Medio hermano – corrige Eunhyuk – y no soy aburrido ni amargado!. Las personas normales tienen responsabilidades Sungmin, no como tú que solo te dedicas a vivir del dinero de nuestro padre.
- No me importa lo que digas – dice Sungmin notando como había ganado esta partida, una vez más. Eunhyuk nunca pudo soportar sus lágrimas, era un poder contra el que Eunhyuk no podía pelear. “Oh hermanito, eres tan ingenuo cuando alguien llora frente a tí” pensó al mirarlo. Sabia que podía hacer cambiar de parecer a Eunhyuk con un par de lagrimas y ni si quiera eso, tan solo con un pequeño sollozo.

Eunhyuk se dejo caer pesadamente en el sillón de su oficina sabiendo que su cumpleaños número veinticinco seria un completo desastre. Pero que importaba, tan solo seria un día más. Un día que nunca olvidaría y ya se estaba lamentando por eso.

- Así que hyukkie~ - una sonrisa maliciosa aparecía nuevamente en su rostro, dándole escalofríos al futuro cumpleañero. – Cuando fue la ultima vez que tuviste sexo?
- Dios, sálvame – exclamó Eunhyuk desviando su mirada hacia cualquier parte. Su mente ya estaba creando imágenes de lo que su hermano podría estar planeando para darle como regalo. “Kyuhyun donde estas?” clamo en silencio mirando la puerta con la esperanza de que su amigo viniera en su rescate “Sálvame de este monstruo!!”.Pero eso no sucedería, Kyuhyun se encontraba a millas de aquella oficina en un viaje de negocios.
- Apuesto a que estas esperando a que Kyuhyun venga a rescatarte, verdad? – Sungmin sonrió divertido – Bueno hermanito, me asegurare de que mi querido y devoto amante se encuentre muy muy lejos de tí – rió mas ampliamente de forma diabólica al ver la cara de espanto que ponía Eunhyuk – Hasta que todo esto termine claro. – se acerco a el, apoyando su humanidad en el escritorio que tenia enfrente – pero por ahora, el no puede salvarte – dice con esa sonrisa malévola instalada en su rostro, dándole escalofríos a Eunhyuk.

********************

Donghae se aferró a Siwon, incomodo por las miradas que recibía. No eran miradas de desden, todo lo contrario, eran miradas de bienvenida y de curiosidad. Eso era lo que le molestaba.
Cuando Siwon le dijo que él se encargaría de todo, Donghae no estaba del todo confiado de lo que su primo se “haría cargo”. De hecho, el opinaba que Siwon de alguna forma empeoraría su situación.
Tiro de la chaqueta de Siwon, observando alrededor del edificio que tenía apariencia de ser una mansión lujosa por fuera. Pero por dentro, era una historia diferente. Hombres, mujeres, jóvenes, todos revueltos caminaban por los pasillos apaciblemente mirando a toda la gente que los rodeaba. Parecía como si vivieran en un estado de ensoñación, sin preocupaciones y sin importarles lo que ocurría fuera de esa mansión. El lugar era hermoso, de verdad lujoso. Donghae se fijo que la persona que mas edad aparentaba podría estar bordeando los 30.

- ¿Qué es este lugar? – preguntó en un susurro, asustado de que alguno de los presentes lo escuchara.
- Este lugar, querido Donghae, es “El Cielo” – Siwon sonrió ampliamente – Toda esta gente se encuentra aquí para un solo propósito – explico mirando a su primo.
- ¿Y que es eso exactamente?
- Encontrar la felicidad, ¿Qué mas? – dijo Siwon en un tono sabelotodo – Dicha, éxtasis, euforia, placer

De alguna manera a Donghae no le gusto como Siwon puso énfasis a esa última palabra. Sonrió de forma forzada, haciendo más una mueca de horror que de felicidad. Estaba asustado, no sabía lo que podría pasarle en ese lugar y no tenia ganas de averiguarlo tampoco. “En que me he metido” pensó aforrándose más al brazo de Siwon. Pero ya sabia que no habría vuelta atrás.

- ¿Y que hacemos aquí? – pregunto de forma nerviosa, mirando a su primo quien también volteo a verlo pero de forma exasperada. Dejo escapar un bufido antes de soltarse de las manos de Donghae que ya le estaban dejando marcas en el brazo.
- Donghae, solo cállate y deja que me haga cargo de todo, esta bien? – Donghae abrió la boca para protestar pero la mirada asesina de Siwon hizo que la cerrara nuevamente quedándose con las ganas de reclamar. – ahora se un chico bueno y ve a sentarte por allá – dice apuntando un sillón que estaba cerca una ventana.

*************

Sungmin, con una gran sonrisa en su rostro, entraba en la mansión regodeando su vista con las personas que se cruzaban en su camino. Tenía tomado del brazo a un enojado Eunhyuk quien fue llevado a rastras hasta ese lugar.

- Vamos Eunhyuk, “El Cielo” es un lugar para pasarla bien y tu con tu humor estas arruinándolo todo – dice mirándolo de lado – a ti te gustaba venir aquí.
- Eso fue cuando era joven e ingenuo – protesto Eunhyuk, quitando el brazo de Sungmin del suyo, aplicando bastante fuerza para lograrlo. Sungmin puede parecer frágil y débil a simple vista, pero con toda su apariencia delicada casi ahorca a Kyuhyun hasta la muerte en una de sus peleas de amantes. Eunhyuk lo miro de pies a cabeza, claro que el siempre podría ponerlo sobre sus piernas y darle un buen par de nalgadas que bien se las merecía, pero prefirió no arrugar su traje Armani.
- Bueno, no me importa que pienses de esa manera – dice Sungmin sonriendo – ahora, tienes la oportunidad de tomar esa juventud e ingenuidad y aprovecharla.
- Paso – contesta Eunhyuk cruzándose de brazos.

Una joven y atractiva mujer se les acerco para escoltarlos dentro de la mansión hasta la sala de estar, ahí había otro montón de gente reunida conversando de forma animada.

- Señores Lee – dijo la señorita sonriendo. Era hermosa, admitió Eunhyuk al observarla mas de cerca. – hicieron una reservación. – dijo ella con un brillo malévolo en los ojos, lo que le hizo pensar a Eunhyuk que ella y su hermano tenían cierto parecido. Era como si Sungmin hubiese nacido como una chica. – Prefieren ir al comedor o prefieren…
- Quiero que lleves a mi hermano a su habitación – interrumpió Sungmin sonriéndole a la chica. Yoorin le sonrió de vuelta entendiendo de inmediato. A estas alturas Eunhyuk tenía claro que ya había perdido nuevamente ante Sungmin y sus extravagantes regalos.
- Claro, sígame por aquí – dice haciendo un gesto con las manos para que Eunhyuk la siguiera. Sungmin se acerco a él apoyando una mano sobre su hombro mientras sonreía.
- Diviértete y disfruta mucho mi regalo – dice colocando esa sonrisa maliciosa que le daba escalofríos a Eunhyuk – Feliz cumpleaños hermanito.
- Por aquí – dice Yoorin apuntando una gran puerta de una de las costosas suits que tenia aquella mansión. Ella saco una llave dorada del bolsillo de la chaqueta que traía puesta. Los cerrojos de las puertas eran especiales para cada habitación y ella siendo la anfitriona era la única encargada de las llaves que abrían aquellas puertas. Girando la llave en la cerradura la abrió dejando pasar a un resignado Eunhyuk adentro, bufando molesto.
- Dime, cuales fueron las condiciones que Sungmin puso para mi? – pregunto, sabiendo que su hermano se haría cargo de que no hubiese forma de escapar de su regalo de cumpleaños. Yoorin sonrió, esperaba esta pregunta.
- Pago 25 mil dólares por esta habitación, y 2 mil dólares adicionales para asegurar que nadie entrara ni saliera de ella por las próximas 48 horas.
- DOS DIAS?! – exclamó Eunhyuk horrorizado – Están dementes?!
- No, estoy perfectamente cuerda – dice ella sonriendo de forma condescendiente, para nada perturbada por la actitud de Eunhyuk. Normalmente los clientes estarían felices de pasar 2 días completos en “El Cielo”, pero Eunhyuk era una excepción. – la comida será servida a su conveniencia, lo que quiera que le preparemos trataremos de traérselo. Ya arreglamos la habitación con 50 tipos diferentes de vinos en el bar, 50 bebidas diferentes y comidas ligeras. Lo que sea que necesite, como… - aclara su garganta – juguetes…
- Juguetes? – sabia de lo que estaba hablando, pero su boca decidió ir en contra de su cerebro.
- Sí, plumas, cadenas, látigos, condones…
- Esta bien! Ya entendí!! – con eso, Eunhyuk tomo la puerta y la cerro de golpe en su cara. Se recargo sobre esta con una mano en el rostro. Podía escuchar la risa de la joven a través de la puerta junto con la llave pasando por el mecanismo de la cerradura para asegurarla, dejándolo encerrado dentro.

Suspiro resignado. Era mejor ver el lado positivo de la situación, mientras antes ocurriera lo que tenían planeado para él, antes saldría de esa habitación.

***********

Yoorin suspiro alegremente; no era por que no hubiese recibido los 5 mil dólares de comisión que le dieron por atender solo a Eunhyuk, sino que suspiraba por que amaba su trabajo. Le encantaba jugar con sus clientes, llevándolo a los límites de la frustración.

- Hola Kangin – dijo la joven bajando las escaleras, saludando a otro joven que estaba a los pies de la escalera esperándola. Se aferro a su brazo en cuanto llego a su lado, él la miraba con una mueca de pánico en su rostro. – ¿Que sucede? – pregunto en un susurro. Preocupándose de que nadie los escuchara. Sungmin los había visto y se dirigía hacia ellos.
- Heechul llamo reportándose enfermo, sonaba horrible – dijo con angustia. Era todo lo que ella necesitaba saber, suspiro acongojada.
- Maldición! – dice pateando el suelo con rabia – era la cita del señor Lee! – mira a Kangin esperando un milagro, Sungmin solo se encontraba a unos pasos de ellos. – no hay algún otro que se ajuste a sus requerimientos?
- No! Por que crees que acudí a ti?!
- Shh!! – dijo Yoorin exasperada – Señor Lee, todo esta listo – dice dirigiéndose a Sungmin que ya estaba a su lado, esbozando una encantadora sonrisa.
- Yoorin, querida… - dijo Sungmin con un tono meloso – no me vengas con patrañas!! Puedo oler que algo va mal – dice frunciendo el ceño. Yoorin exhaló un bufido.
- Heechul está enfermo y no tenemos a ningún otro que satisfaga los gustos de Eunhyuk. – dice con una mirada de angustia en su rostro esperando lo peor.
- ¿Eso es todo? - Sungmin lucia exasperado, no entendía como podían complicarse tanto con un asunto tan insignificante.
- Bueno… sí
- No te quiebres ahora querida, he estado mirando a un encantador muchachito. Y tú sabes como a Eunhyuk le gustan jóvenes e ingenuos. Yo creo que él calza perfecto en el gusto de mi hermano.
- ¿Un jovencito? – Yoorin mira confundida a su alrededor.
- Justo ahí – apunta Sungmin. Yoorin siguió la dirección que le indicaban y justo ahí, sentado en un sillón cerca una ventana que daba al jardín se encontraba un joven mirando de forma nerviosa hacia todos lados. Estaba con las manos juntas jugando con sus dedos, como esperando que en cualquier momento se le acercara alguien y le diera un susto de muerte. Su pelo castaño reflejaba el sol de la mañana que se estaba colando por la ventana que tenia a su espalda. Su piel pálida y sus rasgos no tan definidos de forma varonil le daban una apariencia mas que agradable.
- Oh! Es maravilloso~ – dijo Yoorin casi sin aliento
- Lo se, he estado mirándolo por un rato – dice Sungmin con una sonrisa maliciosa – ¡Espera! – dice confundido – ¿No es uno de los tuyos?
- ¡Dios! Si lo fuera este lugar haría el doble de dinero. – intervino Kangin a lo que Yoorin asintió sonriendo.
- Ok, entonces sí tienen un problema – Sungmin tomo la mano de Yoorin la cual palmeo con la suya – Solo no decepcionen a mi hermano. Estoy seguro de que han escuchado de su horrible temperamento.
- Sí he escuchado al respecto – Yoorin bajo la cabeza – Maldición!
- Bueno, quizás yo pueda asistirlos en este dilema – una voz sedosa y ronca alcanzo sus oídos, sorprendidos, los tres se dieron vuelta a mirar de donde provenía aquella voz. Como habían estado ocupados mirando a aquel joven sentado cerca de la ventana no habían notado al chico alto de cabello negro que se les había acercado.
- ¿Disculpa? – pregunto Yoorin asustada, pero luego se recompuso. – Disculpa, no he sido una buena anfitriona. ¿En que puedo ayudarte?
- Cállate Yoorin – exclamo Sungmin – Él dijo que podía ayudarnos. – Kangin miro al extraño de forma sospechosa.

El joven sonrió, una sonrisa encantadora que los conquisto a los tres, especialmente a Sungmin quien pensó por un segundo en serle infiel a Kyuhyun, pero luego recapacito al imaginar lo furioso que se pondría Kyuhyun si lo averiguara y en como lo castigaría si llegara a perdonarlo por hacerlo.

- Hola, me llamo Siwon. – extendió una mano, la cual Yoorin tuvo la suerte de tomar lanzándole miradas a los otros dos.
- Bueno Siwon…
- Escuche su conversación – un destello maquiavélico paso por sus ojos, solo por que escucho de casualidad lo que hablaban no lo iban a tachar de metiche – Y como tu decías – se dirigió a Sungmin – el cliente sin el servicio que solicitó tiene gusto por los jóvenes e ingenuos. El jovencito que han estado mirando es mi primo.
- ¡Maravilloso! – exclamaron los tres al unísono.
- ¿Tiene alguna experiencia? – pregunto Sungmin como si estuviesen hablando de algún negocio serio. Lo que técnicamente estaban haciendo.
- No, es un completo inocente en todo aspecto, busca su verdadera identidad sexual – Siwon suspira tristemente observando a su primo. – pero confió en que tu “amigo” es apuesto y con la experiencia suficiente como para hacer de esta una transición placentera para él. Alguien que se mueva con tacto y no lo fuerce.
- Él es apuesto, extremadamente experimentado pero no se sobre la última parte. Digamos que no es del tipo gentil – murmuro Sungmin con un dedo en su mentón. Siwon lo medito por un momento, dudando, se veía preocupado.
- ¡De que me preocupo! – dijo volviendo a sonreír – es tiempo de que aprenda algunas cosas. No lo dañara tanto como para no sobrevivir a esta experiencia. – dijo reflexionando. Yoorin comenzaba a tener esperanzas.

*******

Eunhyuk se recostó placidamente sobre un sofá, tomo el control remoto y comenzó a cambiar los canales. No veía cual era la razón de tener un televisor pantalla plana si no había nada bueno que ver. Frustrado, apago el televisor y suspiro enfadado. Había una cosa que no podía olvidar de “El Cielo”, siempre era calido y húmedo. Ya se había sacado la chaqueta, quedando solo con una camisa y pantalones de vestir. Sus mangas estaban arriba y sus calcetines habían desparecido por algún lugar de la habitación. Eso era lo único que se atrevía a quitarse de momento. Si cualquier cosa extraña que apareciera por esa puerta le desagradaba, debía lucir decente para salir y darle una buena tunda a Sungmin.
Lentamente su mano tapo su boca mientras bostezaba, recostándose aun más en aquel sofá. Cerró los ojos pensando que le vendría bien tomar una pequeña siesta. “El Cielo” siempre tenia este efecto en el. Quizás era por la sensación de calidez y humedad del ambiente.


*******

- Ni te atrevas a decirme esa patraña de “me siento mareado”! – Siwon le espetó secamente, forzando a Donghae sentarse derecho quien dejaba escapar un bufido de indignación. Mirándolo con la boca abierta. – Y no me mires así – dijo enojado. – eres lo suficientemente maduro como para saber lo que esta sucediendo. Desde el momento en que entraste por esa puerta que sabias de que se trataba este lugar.

En realidad, no hace mucho que Donghae se había dado cuenta de que había entrado en una “casa de placer”. Lucia muy diferente a una, y la verdad es que era la primera vez que veía una con sus propios ojos, solo había escuchado de este tipo de lugares por sus amigos pero sus descripciones sonaban bastante diferente a lo que ahora veía. Aquí las personas no eran vistas como prostitutas si no como tutores o profesores, dependiendo de la necesidad del cliente. De cierta forma era verdad. Ellos estaban aquí para descubrir el arte de hacer el amor.
La impresión de Donghae se desvaneció momentáneamente al sentir la presión en su estomago. Luego sintió frío, descartando el hecho de que estaba sudando. Los pequeños cabellos de su nuca se erizaron, bajando como un escalofrío por la espalda. Una mano alcanzo su boca para cubrirla. Trago con dificultad sintiendo como la bilis se le acumulaba en la garganta. A la distancia escuchaba como Siwon seguía dándole un sermón.

- Siwon… - gimió sintiendo las nauseas revolviendo su estomago – No… no me siento bien – dicho esto, hizo una arcada forzando su cabeza hacia delante. Se tomo el estomago con las dos manos antes de devolver todo su desayuno sobre sus zapatos.

Gritos de horror vinieron de Yoorin, Sungmin y Kangin, a quienes conoció hace poco. Una agitación vino después. Pronto sintió unos brazos fuertes rodeándole el torso, sacándolo de allí donde había dejado un desastre en el suelo. Se vio forzado a recostarse sobre un sillón mientras le ponían un paño caliente sobre la cabeza. El aroma acido del vomito le llego hasta la nariz haciendo que se le revolviera el estomago nuevamente. Pero unas manos gentiles le ayudaron a calmarse, limpiando el resto de vomito que aun tenia en el rostro. Refrescándolo. Cerró los ojos, temiendo que si los mantenía abiertos el techo comenzaría a girar. Unos suaves dedos comenzaron a desabotonarle la camisa, quitándosela de manera gentil a lo que el se rehusó.

- Basta! Estas sudando como un cerdo! – la voz de Siwon sonaba amable ahora, como si estuviese esperando a que esto pasara. – solo descansa un poco. Estaremos afuera de la habitación, si necesitas algo haz sonar la campana.

Trago sintiendo como el acido le quemaba el estomago, escucho como la puerta se cerraba. Luego Siwon y su nuevo grupo de amigos comenzaba a conversar nuevamente. Al comienzo solo escuchaba murmullos pero luego lo que hablaban llego hasta el con claridad.

- No está listo – la voz gentil de una mujer que hablaba con tono de preocupación.
- Claro que lo esta. Solo se siente nervioso – un tono petulante a lo que Donghae asocio con el apuesto hombre llamado Sungmin.
- Viste lo que paso! – reclamo Yoorin – Claramente este tipo de ambiente es nuevo para él. Probablemente piensa que esta viviendo una pesadilla.
- Vamos Yoorin!
- Cálmate… - ahora era el turno de Siwon – Él esta bien, estaba esperando a que vomitara. Es un hábito que tiene. De verdad. Es un aviso de que ahora entiende la situación.

Si Donghae pudiera, habría salido atropelladamente de la habitación para sacarle los ojos a Siwon. El vomitar no era un hábito suyo. Claro, vomitaba mas que una persona normal pero eso era por que tenia un estomago débil. O eso le habían dicho los innumerables doctores que lo habían asistido.

- ¿Qué? – fue la respuesta de Sungmin
- Es un hábito. Vomita más veces de las que puedas imaginar.

Esto Donghae no podía soportarlo. Como se atrevía Siwon a hablar así de él. Como si fuese un chico consentido y petulante que solo recurría al vomito como autodefensa. Se levanto del sofá donde estaba acostado y tambaleándose de un lado a otro llego hasta la puerta, abriéndola de improvisto. Lo primero que diviso fue a Siwon para su conveniencia, así que apunto bien y pillándolo desprevenido le asesto un acertado golpe en el mentón tan rápido que Siwon se tambaleo un poco al recibirlo.

- ¡Como te atreves! – lloro sintiéndose traicionado. Tres pares de ojos lo miraron anonadados con sus bocas abiertas de la impresión. De alguna manera, ninguno sabía como reaccionar más que observando la situación. Solo Siwon tuvo la audacia de reírse mientras se sobaba la mandíbula como si no le doliera. Aun que en realidad, si estuviera en otro lugar ya estaría llorando de dolor en su habitación. Esto solo encendió mas la furia de Donghae, llevándolo a un punto donde veía todo de color rojo comenzando un espectáculo.

Sabia que estaba maldiciendo y gritando, pero nunca comprendió las palabras que salieron de su boca. Pasado eso, se detuvo ya sin aliento. Su rostro estaba contraído en una mueca de enfado, con sus labios rojos por la sangre que había llegado hasta ellos. Desafortunadamente para él, su pasión y furia solo lo hacia lucir mas atractivo.

- Obviamente esto no va a funcionar – Yoorin fue la primera en romper la tensión del momento. – era una idea encantadora, pero el resultado solo nos llevara al desastre.
- ESTAS LOCA?!! – exclamo Sungmin con brillos en sus ojos al mirar a Donghae – Es perfecto!! – dijo emocionado – Dios! Eunhyuk pagaría millones por él!
- ¿Estás loco? – dijo Yoorin con tono de burla – Claramente las neuronas de tu cerebro cometieron suicidio…
- Esto es perfecto! – dijo Sungmin, no prestándole atención a Yoorin quien trataba de hacerse escuchar – Amo la pasión que tiene. – tomo la mano de Siwon – es un placer hacer negocios contigo – Siwon sonrió complacido tomando la mano que le ofrecían, mirando a Donghae con burla.
- No, el placer es todo mío. – para molestia de Donghae, Siwon lo dijo en un tono suave y meloso.

De alguna manera tuvo el presentimiento de que se había metido en un agujero del que no había escapatoria.


****

Eunhyuk despertó, escuchando el suave sonido del metal de una llave en la puerta. Se sentó tan rápido que sintió como si la habitación girara. Reconoció ese sonido, era la llave de Yoorin introduciéndose en la cerradura. Pronto vio como la puerta se abría, y antes de que se diera cuenta de que era lo que pasaba, tres pares de brazos introdujeron lo que parecía ser un cuerpo retorciéndose bajo una sábana. Por un momento creyó ver la sonrisa de Sungmin antes de que la puerta se volviera a cerrar.
Una vez mas escucho como la llave se metía en la cerradura dejándolo encerrado nuevamente. Suspiro. No había forma de salir de esta situación, pero no se explicaba cual era la broma de arrojar a alguien amarrado dentro de una sábana a una habitación donde pasaría dos días encerrado.
El cuerpo envuelto en la sábana parecía estar gritando. Notaba como se retorcía con fuerza, pero los gritos se escuchaban ahogados por algo. Como si tuviese puesto una amarra en la boca también.
¿Acaso era una nueva forma de entretener a sus clientes? La idea le escandalizaba. ¿Pensaron que era un sádico al que le gustaba este tipo de espectáculo? Eunhyuk sonrió cruzado pensando que si este era de esa clase de espectáculo, entonces el que estaba atado bajo esa sábana sabría como liberarse de aquello por si solo.
Se volvió a recostar en el sillón y cerro los ojos, ignorando los gritos apagados junto con el forcejeo que se escuchaba de aquel bulto. Pronto, la persona que estaba ahí amarrada se daría cuenta de que esto que estaba sucediendo no era para nada entretenido y pararía el espectáculo.

Por lo que pareció un breve momento, Eunhyuk se quedo dormido, despertando por el sonido de un suave llanto. Se sentó, ligeramente confundido preguntándose el por que la persona que le habían asignado seguía aun amarrada bajo la sábana. Los pequeños sollozos de aquella persona lo trajeron de vuelta a la realidad, algo extraño estaba sucediendo.
Se apuro en llegar hasta donde estaba el cuerpo tendido en el suelo y saco la sábana que lo tapaba. Tan pronto como descubrió la cabeza, Eunhyuk se callo sentado al suelo emitiendo un sonido parecido a un grito o un gemido de sorpresa. Le asignaron un joven que parecía no tener mas que dieciséis años de edad. Para hacerlo peor, algo estaba metido en su boca, tapado con cinta adhesiva. ¿Por qué no se lo quito el mismo? Pensó enojado. El joven giro su cabeza para mirarlo, no teniendo la fuerza suficiente para levantarla por completo. Sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto que había llorado.

- ¡¿Qué clase de broma enferma es esta?! – exclamo enfadado. Eunhyuk luego se dio cuenta que el chico tirado frente a el estaba imposibilitado y completamente indefenso. – ¡Por dios Sungmin! – dijo entre dientes.

Rápidamente desato las cuerdas que estaban atadas alrededor del torso del chico, solo para descubrir que sus muñecas también se encontraban atadas tras su espalda. Al observar los nudos pudo notar que quien quiera que lo había amarrado se quería asegurar de que no pudiese desatarse el mismo. Durante el forcejeo que hizo el joven, las cuerdas se apretaron mas en sus muñecas dejando marcas rojas en su piel.
Eunhyuk se levantó del piso y corrió hasta el bar donde sabia que habían cuchillos que servían para cortar limones. El chico malinterpreto que lo dejara solo, pensado que lo habían abandonado a su suerte nuevamente. Comenzó a gritar al no ver a Eunhyuk frente a él. Eunhyuk no sintió la necesidad de explicarle lo que iba a hacer. Su principal objetivo ahora era liberarlo, no tranquilizar a un joven asustado.
Cuando volvió con el cuchillo en la mano, el chico se torció en pánico. Grito, pero lo que le cubría la boca opaco su grito de espanto. Intento apartarse de Eunhyuk retorciéndose, pero Eunhyuk lo agarro y lo inmovilizo nuevamente en el suelo.

- Voy a cortar las cuerdas – dijo enojado – no voy a asesinarte.

Esto pareció calmarlo. Comenzó a cortar las cuerdas una por una. Eunhyuk esperaba a que el chico se quitara la cinta de la boca para que escupiera lo que sea que le habían metido en ella. Sin embargo, al soltarlo de sus amarras parecía como si lo estuviese torturando en vez de liberarlo del dolor de las cuerdas pegadas a su piel.
Eunhyuk lo recostó de espaldas en el suelo con cuidado, causando que el chico cerrara los ojos y se quejara de dolor. El joven doblo con lentitud los brazos, sintiendo como la sangre volvía a fluir por sus venas. Alcanzo la cinta adhesiva que le cubría la boca y con cuidado comenzó a quitarla, poniendo más lentitud en el último tramo. Tan pronto como la quito, tocio lo que tenia metido dentro de la boca. Al parecer un pedazo de tela. El chico jadeo, tomando una buena bocanada de aire. Esta vez comenzó a sollozar con más fuerza al no estar su boca tapada.
Eunhyuk le permitió llorar sin decirle nada. Lentamente termino de quitarle la sábana que lo cubría, dejándola a un lado. Ahí noto que sus tobillos también estaban amarrados.

- ¿Qué mierda estaba pensando Sungmin? – maldijo enojado, cortando las cuerdas que ataban los tobillos del joven.

Observo que cada vez que el chico se movía se quejaba de dolor. Esto lo dejo confundido. No había estado atado durante tanto tiempo como para tener esta reacción. Pero las marcas que tenia en las muñecas y los tobillos eran una prueba de que había estado atado por mas tiempo del que pensaba. Se levanto del suelo y fue hasta el teléfono. Apretó el botón 1 y espero a que le contestaran.

- Si, hola. Soy Lee Eunhyuk de la habitación 7, me gustaría hablar con Yoorin. – hizo una pausa esperando una respuesta – No, necesito hablar con ella ahora – Su tono de voz se volvió seco – Eso no me interesa… Gracias. Ah si, hola Yoorin… No, me encuentro perfectamente bien. ¿Te molestaría contestar una pregunta? Hace cuanto tiraron al joven dentro de la habitación, amordazado y amarrado en una sábana?... No, no encontré eso divertido – dice enfadado - ¿Qué? ¿Disculpa? DOS HORAS?!!! – grito sorprendido – TE HAS VUELTO LOCA?! Que demonios están pensando?!... No! Me quede dormido! Tienen idea de lo que habría pasado si se hubiese quedado así por otro minuto mas?! Yoorin… si me cuelgas te juro que…! MALDICION!! – colgó el teléfono con fuerza y golpeo la muralla que tenia en frente con la palma de su mano.

Se giro, mirando el suelo donde el joven estaba acostado sin moverse. Ya no lloraba, pero respiraba con dificultad por su boca. Sintió como una pequeña aguja atravesaba su corazón.
Pobre chiquillo… ¿Qué pudo haber pasado para que terminara así? Negó con la cabeza mientras suspiraba. Sabía que este cumpleaños seria un desastre, pero al menos no era tan malo como había temido. Se acerco al cuerpo tendido y se agacho a su lado.

- ¿Te encuentras bien? – pregunto con suavidad. El joven lo observo de reojo, examinándolo y luego volvió a ignorarlo.
- Déjame solo
- ¿Cómo te sientes?
- ¿No me escuchaste? – exclamo el chico casi hipando al hacer el esfuerzo de hablar.
- Escúchame, se que en estos momentos quizás sientas como un millón de agujas te están picando los brazos. Tener tus muñecas amarradas tras tu espalda por dos horas mientras estabas tirado aquí…
- ¡¡Vete!!
- Esta bien, pero te sugiero… - lo que sea que Eunhyuk iba a decir fue cortado por una mirada asesina de parte del joven. Se habría caído de espalda si no hubiese estado bien equilibrado sobre sus piernas.
- Dije que TE FUERAS!

Eunhyuk se rió. ¿Por que siempre que se sentía generoso y ayudaba a una persona que lo necesitaba, todo terminaba mal? Se levanto del suelo, colocando una pierna a cada lado de la cabeza del joven. Se agacho de nuevo tomándolo por debajo de los brazos y le ayudo a levantarse. Casi a rastras lo llevo hasta la cama, donde hizo que se acostara nuevamente, esta vez sobre su estomago.

- Tus brazos tienen que estar dormidos. Voy a masajearlos para que vuelva a circular sangre por ellos.

Una vez puso sus manos sobre los brazos del joven, este protesto con un quejido de dolor. Comenzó a llorar nuevamente, sollozando pausadamente.

- Van a morir por hacerme esto – lloro sobre la almohada donde estaba apoyado – Voy a matarlos a todos… especialmente a Siwon. - Eunhyuk quedo sorprendido por lo apasionado de sus palabras. Y sonrió al pensar en uno de los tipos que este jovencito quería matar.
- No te preocupes, yo también quiero asesinar a uno de los que esta en tu lista – murmuro mientras continuo con el masaje.


Fin Capitulo 1

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