Why me?
Donghae caminaba por los pasillos de la escuela sintiéndose
observado, no era novedad que lo miraran al pasar, pero estas miradas eran
nuevas, de curiosidad algo anormal a lo común de todos los días. Se metió al
baño algo asustado mirando su reflejo en el espejo. Todo en orden a su parecer.
Su cabello castaño peinado con estilo. Su uniforme limpio, sin ninguna mancha o
papel de broma que a los chicos les gustaba colgar sobre la espalda de los
demás. Respiro profundo mirando su reflejo una vez más antes de volver a salir.
Encontrándose con las mismas miradas curiosas. ¿Qué demonios estaba ocurriendo?
Llegó
hasta su salón de clases y se sentó en su puesto dejando su bolso sobre la mesa
para usarlo de almohada. Un par de amigos cercanos llegaron hasta él mirándolo
preocupado. Donghae levanto la cabeza de su bolso con cara de pregunta.
-
¡¿Qué?!
– exclamo mirando a Sungmin que estaba frente a él con la boca abierta en un
gesto de querer hablar.
-
¿Cómo
te sientes? – preguntó el mayor acercándose para mirar su rostro.
-
¿Qué
mierda pasa? ¿Por qué me preguntas si estoy bien? – exigió Donghae apartando
las manos de su hyung que se acercaban para tocarlo.
-
Donghae
yah… - murmuró asustado mirando a Kyuhyun que estaba a su lado.
-
¡Yah!
Hyung, ¿acaso no te acuerdas de lo que paso anoche? – preguntó Kyuhyun algo
preocupado, devolviéndole la mirada a su novio.
-
¿Anoche?
– Donghae pareció meditarlo – anoche… nos fuimos de fiesta, ¿no? – dice mirando
a ambos jóvenes frente a él esperando la confirmación de sus palabras.
-
¿Y
qué más? Vamos Donghae, no estabas tan ebrio como para no recordar lo que
ocurrió – dijo Sungmin un tanto enojado.
-
¡Mierda
no se dé que me hablas! – llevó las manos a su cabeza para revolver su cabello
intentando pensar, algunas imágenes borrosas se venían a su mente, pero nada
concreto.
-
Hyung…
firmaste tu “sentencia de muerte” anoche – dijo Kyuhyun apoyando una mano sobre
el hombro de Donghae – todo el colegio lo sabe.
-
¿Sentencia
de muerte? – preguntó sin comprender. Pero antes de que Sungmin terminara de
aclarar esas palabras un joven de cabello rojo aparece por detrás de su hyung
con una gran sonrisa.
-
Hola
Donghae –dijo sin dejar de sonreír. Ya varios compañeros de clases estaban
asomados por puertas y ventanas mirando la escena. Donghae observó a su
alrededor sin entender el por qué tanto revuelo, aunque en su interior sabia
que algo grave ocurría. Tenía en frente a Lee Hyukjae, a eso podría atribuir
todas las miradas curiosas de compañeros de clases y alumnos de otros cursos.
Pero el por qué sentía en su interior que tenía que salir corriendo en este
instante no se lo explicaba.
-
Hyukjae
sshi… - dijo Sungmin hablándole al pelirrojo con un poco de miedo. Si, miedo.
Eso era lo que inspiraba Hyukjae siempre que se le tenía en frente. – Verás,
Donghae no sabía lo que estaba haciendo anoche. ¿No podrías dejarlo pasar por
esta vez? – Donghae miro a su hyung, estaba intentando zafarlo de algo que él
hizo anoche y que no recordaba. Y si tenía a Hyukjae frente a él es que debió
ser algo bastante grave. El pelirrojo pareció pensarlo, pero luego soltó una
risotada que hizo a todos ahogar un grito de asombro.
-
Lo
siento pero no. Esto es demasiado bueno como para dejarlo pasar – dice
volviendo a mirar a Donghae quien si pudiera, estaría muy lejos de su salón de
clases en estos momentos. – te vendré a buscar a la hora de descanso – dice
acercándose a él lentamente, apoyando ambas manos sobre la mesa para inclinarse
frente a su rostro – lo recuerdes o no, no importa. Tu culo me pertenece –
sonríe nuevamente ante la cara de asombro que había puesto Donghae.
-
¡¡¡¿Que…qué?!!!
– exclamó éste echándose hacia atrás de un impulso, casi cayendo de espalda al
suelo por el movimiento tan brusco. Hyukjae se enderezo sin dejar de apoyarse
sobre la mesa.
-
No
intentes escapar – dijo colocándose serio antes de enderezarse por completo
para caminar hacia la salida. Apenas dio unos pasos y ya la gente se estaba
apartando para dejarlo pasar. Una vez estuvo fuera, todos dejaron escapar el
aire que habían estado conteniendo ante la escena que contemplaban anonadados.
-
¡¡¿Qué?!!
– volvió a repetir Donghae aun con expresión de asombro, mirando la nada.
Sungmin llego a su lado, agachándose mientras apoyaba sus manos sobre las
piernas del menor.
-
Donghae
yah… ¡por qué mierda tienes que ser tan impulsivo! – le regañó enojado. Kyuhyun
se paró detrás de él asintiendo a lo que éste decía – si te hubieses quedado
callado, nada de esto te estaría pasando.
-
¡YAH!
¡Explíquenme que sucede ahora mismo! – dijo enojado. Sungmin y Kyuhyun se miraron
unos momentos y luego asintieron. Acercaron un par de sillas a su lado para
quedar más cómodos.
-
Todas
las semanas, los días miércoles, este trío de amigos se iba de fiesta sin
importar si tenían clases o examen al otro día. Era una especie de tradición
que pensaban mantener hasta que ya no pudieran caminar de lo viejos que
estaban.
Siempre
visitaban lugares diferentes semana por medio, volviendo a visitar el lugar que
más le agrado a la siguiente semana. Este miércoles les toco volver a pisar el
suelo de un antro donde les había agradado la música, el ambiente y los tragos
que servían. Gracias a Kyuhyun, tenían credenciales que los hacían pasar por
mayores de 18 años así que no tenían problemas para entrar.
La
música estaba sonando fuerte y los tres iban con sus mejores pintas para ser la
sensación del lugar.
Donghae
esperaba levantarse un par de jovencitas para liberar todo esa libido que venía
acumulando desde la última salida. Los otros dos no tenían el mismo problema ya
que eran pareja y no necesitaban liberar nada. Ya se montaban bastante bien
como conejos por donde fuera. Literalmente. Donghae los había pillado en varias
ocasiones liberando tensión en el baño de la escuela y en el gimnasio.
Llevándose unos sustos de muerte con Sungmin. No le gustaba ser interrumpido en
medio de sus relaciones con Kyuhyun. Su personalidad de “conejo adorable” se
transformaba en una bestia hambrienta de sexo cuando estaba en “esas” con
Kyuhyun.
Caminaron
abriéndose paso por el centro de la pista hasta llegar al bar y así pedir un
par de tragos. Necesitaban calentar la boca antes de zambullirse en la pista de
baile. Donghae recibió su trago de colores, especialidad de la casa, y comenzó
a beber emocionado. Presentía que algo excitante ocurriría ese día. Quizás
conocería a una hermosa joven que le haría pasar una buena noche. Con esto en
mente comenzó a mirar a su alrededor. Varias chicas ya le habían echado el ojo.
Esto le hizo sonreír al pensar que había elegido bien su ropa. Una camisa negra
con varios botones abiertos y unos jeans negros a juego. Kyuhyun se le acerco
para informarle que Sungmin y él irían a bailar. Donghae asintió observando
cómo su par de amigos iban hasta la pista tomados de la mano.
Tomo
su trago al seco y se volteo a mirar al cantinero para pedir algo más fuerte. La
música era agradable y él movía su cabeza al ritmo de la tonada que sonaba
mientras esperaba a que le prepararan lo que había pedido. En cuanto tuvo el
vaso en frente sintió una mano deslizarse por sus hombros llamando su atención.
Se volteo ligeramente encontrándose con el rostro de una hermosa joven que le
sonreía de forma coqueta. Donghae le devolvió la sonrisa tomando el vaso de la
mesa, llevándoselo a los labios para beber.
-
¿Quieres
bailar? – preguntó ella acercándose más hacia él para susurrar sobre su oído.
Donghae volvió a beber otro gran sorbo antes de tomar la mano de la joven para
llevarla a la pista.
En
cuanto llegaron al centro la tomó de la cintura ligeramente para apegarla a su
cuerpo comenzando ambos a moverse al ritmo de la música. Pronto sintió como el
alcohol hacia efecto en su cuerpo dejando que se moviera libremente. Amaba esta
sensación de libertad. La joven se contorneaba de forma sensual frente a él
rozando sus curvas en el cuerpo de Donghae. Esto le hizo sonreír. Sería su
primera “presa” de esta noche. Esperaría un par de canciones antes de invitarla
a un lugar más íntimo. Mientras se concentraba en bailar y disfrutar de la
música.
Busco
con la mirada a su par de amigos, divisándolos unos metros más allá. Ambos
estaban fundidos en un profundo beso sin importarles las miradas que algunos le
daban. Las manos de Kyuhyun se deslizaban con suavidad por la espalda de
Sungmin, bajando hasta su trasero para apretarlo, apegándolo más a su cuerpo
creando fricción en sus caderas. El mayor echaba la cabeza hacia atrás lo que
era aprovechado por Kyuhyun para besar su cuello. Era una escena bastante
candente que hizo a Donghae jadear levemente. Quizás ese par de canciones era
mucha espera.
Sin
previo aviso se acercó aún más a la joven tomándola de la cintura, haciendo que
notara el bulto que ya comenzaba a crecer en su pantalón. La joven sonrió de
forma maliciosa antes de cerrar los ojos y recibir los labios de un apasionado
Donghae. La tomó de la nuca sin dejar de moverse al ritmo de la música. La
joven apoyó sus manos sobre sus hombros como si lo abrazara. La mano libre de
Donghae bajó por el cuerpo de ella tocando todas sus curvas, mientras metía su
lengua dentro de su boca. La joven gemía sobre sus labios ante el beso tan
apasionado. El castaño se apartó un poco de ella lamiendo sus labios.
-
¿Quieres
ir a otro lugar? – pregunto sonriendo. Ella sonrió asintiendo, apartándose más
de él para tomarlo de la mano y así llevarlo a un lugar apartado. Donghae podía
sentir como su cuerpo comenzaba a arder, ansiando el llegar pronto a un lugar
oscuro para poder liberar su libido.
Iban
a mitad de camino cuando se armó un gran alboroto en la pista de baile. La
joven que lo guiaba se devolvió un par de pasos para investigar lo que ocurría,
haciendo que Donghae la mirara un tanto irritado. ¿Acaso ella no tenía ganas también?
De mala gana se sumó al grupo de curiosos. En el centro de la pista se
encontraba un joven de cabello rojo bailando como poseído por los dioses del
buen ritmo. Sus pasos y contorneos al ritmo de la música era lo que a todos les
había llamado la atención, formando un pequeño círculo a su alrededor. La joven
que antes había estado a su lado desapareció por entre el montón de gente.
Donghae miró hacia todos lados bastante molesto, pero no la diviso por ninguna
parte. Bufo enojado pateando el suelo antes de caminar de vuelta a la barra. Ahora
su noche perfecta se había arruinado.
Volvió
a pedir un trago fuerte para pasar este rato tan amargo. Tendría que tomar
cinco iguales antes de animarse a bailar con otra joven nuevamente.
Pasaron
unos minutos y tres tragos por el cuerpo de Donghae, antes de que algo
emocionante ocurriera de nuevo.
El
castaño ya se estaba resignando a emborracharse solo hasta que el joven de
cabello rojo apareció en la barra pidiendo una cerveza. Donghae lo miro
fijamente, no muy lúcido, sintiéndose frustrado otra vez.
-
¡Tú!
– dijo apuntándolo. El aludido se volteo a mirarlo sin expresión en el rostro –
¡por tu culpa perdí una buena oportunidad de tirarme a una tipa! – grito por
sobre la música para que el otro lo escuchara. El pelirrojo pestañeo un par de
veces mirándolo antes de responder.
-
¿Y
qué tengo que ver yo con eso? – pregunto despreocupado tomando su cerveza de la
mesa, llevándola a su boca para beberla. Eso solo irrito aun más a Donghae. Se
tomo su trago de un sorbo golpeando el vaso sobre la mesa. Luego tomo al
pelirrojo del brazo sonriendo ligeramente
-
¡¿Te
crees mucho porque sabes cómo moverte?! ¡Te mostraré lo que es bueno! – dijo
comenzando a caminar hacia la pista, arrastrando al pelirrojo consigo. Este
solo se dejo llevar sonriendo bastante divertido ante la situación. – ya verá
este hijo de puta quien es Lee Donghae– susurraba mientras caminaba abriéndose
paso entre la multitud.
Cuando
llegaron al centro la música cambió a un ritmo más lento. Habían estado
bailando electro casi toda la noche. Donghae sonrió victorioso antes de
comenzar a hacer unos pasos al ritmo de la música, bailándole al pelirrojo
quien lo miraba de brazos cruzados. Donghae movía los brazos y las piernas en
una coreografía que iba inventando mientras sonaba la música. Habían veces en
que se acercaba de forma coqueta al pelirrojo haciendo que este sonriera. Ya la
gente comenzaba a hacer un círculo alrededor de los dos. Cada vez que el
castaño hacia movimientos pélvicos se escuchaba vítores al rededor animándolo a
mas. Donghae jamás se había sentido tan bien bailando antes. Siempre le había
gustado hacerlo, pero el que alguien te viera tan detenidamente como lo hacía
el pelirrojo le daba un sabor especial al asunto. Estaba comenzando a sentirse
acalorado. Los ojos de aquel joven parecían estar devorándolo por completo. Su
pequeño amigo de allá abajo había comenzado a despertar de nuevo. Su vista se
nublo unos instantes, sintiéndose mareado. Se tomo la cabeza con ambas manos
intentando no perder el equilibrio. Tenía mucho calor y había comenzado a
jadear. La música volvió a cambiar volviéndose agresiva nuevamente. El
pelirrojo descruzo sus brazos y se acerco a Donghae tomándolo de la mano para
sacarlo de la pista. La gente que antes lo vitoreaba ahora los miraba
confundidos y un tanto decepcionados. Habían disfrutado el espectáculo y
esperaban a que continuara. No que acabara así.
El
castaño sintió como lo pegaban a una pared de forma brusca antes que unos
labios atraparan los suyos en un beso hambriento. En un comienzo no supo cómo
reaccionar ante esta situación, así que se dejó llevar subiendo sus brazos
hasta los hombros del otro, abriendo la boca para dejar que su lengua entrara
violentamente. Las manos del pelirrojo viajaron por su torso abriendo aun mas
su camisa rompiendo los botones que quedaban abrochados. Donghae sentía que
algo iba mal con su cuerpo. Estaba reaccionando de forma extraña. Los toques de
este sujeto si le calentaban pero algo en su pecho le quemaba. Sentía un calor
que le sofocaba. La boca del pelirrojo dejo de besarlo para bajar por su
cuello, succionando su piel dejando leves marcas, mientras que con sus manos
siguió bajando, buscando más piel. Las metió por dentro de sus pantalones
apretando su trasero con fuerza, enterrándole las uñas.
-
¡Ah!
¡Mierda! – grito Donghae, sintiendo un espasmo bastante agradable en su
vientre. – ¡No hagas eso de nuevo! – amenazó enojado, intentando controlarse.
-
¿No
querías provocarme? – pregunto el pelirrojo hablando sobre los labios del
castaño – Conmigo no se juega.
-
¡Yo
hago lo que quiero! ¡Que te quede claro! – respondió desafiante
-
¿Ah,
sí? Ya veremos – susurro volviendo a besarlo, apegando aun más su cuerpo contra
él. Bajó su camisa hasta sus brazos, amarrándolos en su espalda con habilidad. Donghae
no se dio cuenta de esto hasta que quedo inmóvil contra la pared con las
piernas abiertas y la rodilla del pelirrojo entre ellas. Los labios de él
bajaban por su torso dejando pequeñas marcas rojas en cada parte que se detenía.
Su mano comenzó a masajear el bulto de Donghae por sobre la ropa, arrancando
suaves gemidos de su parte. Abrió los botones de sus jeans, introduciendo su
mano para tocarlo.
-
Ah…
hm… - murmuraba el castaño al sentir los dedos fríos del pelirrojo sobre su
erección. Volvió a subir con su boca para besarlo con fuerza mientras lo
masturbaba. – ¡Dios! – gimoteaba Donghae sobre sus labios cada vez que el
pelirrojo tocaba sus testículos. A pesar de que muchas veces había hecho esto
con diferentes mujeres, con este pelirrojo se sentía distinto. Tenía una
habilidad con las manos que lo estaba dejando tonto. Estaba llegando a su límite.
-
¿Quieres
correrte? – le pregunto con voz ronca sobre su oído. Donghae asintió con la
boca abierta sin dejar de gemir y babear. – Haré que te corras con una
condición – susurro lamiendo su lóbulo, apretando la base de su erección con
fuerza deteniendo el movimiento de sus caderas.
-
¡Ah!
¡Mierda! ¡Lo que quieras! – grito extasiado inclinándose levemente hacia
delante. No estaba pensando con claridad.
-
¿Lo
que quiera? – tanteo el pelirrojo sonriendo, volviendo a lamer el lóbulo de su
oreja. Metió su otra mano dentro del pantalón por la parte trasera, llevando un
dedo ante la entrada del castaño, mientras lo distraía al volver a masturbarlo
con suavidad, pasando su dedo pulgar por la punta. Donghae echo la cabeza hacia
atrás jadeando.
-
¡Sí!
¡Lo que quieras! – exclamo moviendo sus caderas nuevamente, sintiendo como la
mano del pelirrojo recorría toda su extensión.
-
Esto
es mío – dijo haciendo círculos por el borde de la entrada del castaño. Este no
entendía a que se refería ya que tenía toda su atención puesta sobre su pene,
al cual le estaban dando una atención especializada. Algo que jamás en su vida
le habían dado.
-
¡Lo
que quieras! ¡¡Lo que quieras!! – grito Donghae sintiendo sus piernas temblar.
El pelirrojo sonrió sacando su mano de la parte trasera del pantalón de
Donghae. Termino de bajar por completo sus jeans y ropa interior, dejándolos
sobre sus pies, liberando su erección.
Ahora
la trabajaba con ambas manos mientras lo besaba, tragando cada gemido que el
castaño daba. Con una mano masturbaba su miembro mientras que con la otra masajeaba
sus testículos creando una combinación increíble. Bajó nuevamente con su boca,
mordiendo su cuello logrando lo que
buscaba. Donghae gritó con fuerza, mezcla de dolor y placer alcanzando
el clímax. Sus caderas convulsionaron de forma violenta mientras su miembro
soltaba todo su semen sobre la mano del pelirrojo. Este continúo masturbándolo
unos segundos más hasta que el cuerpo de Donghae termino de temblar. Se aparto
de él tomando una servilleta de la mesa. Estaban en el sector VIP del local,
pero eso Donghae no lo supo hasta mucho después. Cuando ya terminó de limpiarse
las manos, se acerco al castaño que estaba en el suelo aun jadeando. Intentando
recuperarse del orgasmo más intenso que había experimentado hasta ese entonces.
Lo miró unos segundos, admirando lo sexy que se veía así. Con las manos
amarradas en la espalda, los pantalones abajo, y su cuerpo ladeado hacia un
costado con la cabeza echada hacia atrás sin dejar de jadear. Esto hizo que su
erección se endureciera aun más. Tomo una buena cantidad de aire para
controlarse. Aun no era el momento ni el lugar indicado.
-
Nos
vemos mañana, Donghae – dijo mirándolo por última vez antes de salir del
privado.
Al
bajar las escaleras se encontró con el par de amigos del castaño, informándoles
en donde estaba él ya que se veía que lo andaban buscando.
Ambos
subieron más que rápido, encontrando a Donghae en la misma posición en que el
pelirrojo lo había dejado. Sungmin y Kyuhyun se miraron asustados. Su amigo
estaba condenado.
-
Donghae
pestañeo un par de veces antes de reaccionar. El profesor entro al salón de
clases haciendo que todos volvieran a sus puestos. Sungmin se retiró a su
asiento junto a Kyuhyun. Los tres estaban en la misma clase ya que se llevaban
por meses de diferencia. El profesor les hizo sacar el libro de matemáticas
para comenzar con la lección. Donghae aun no reaccionaba del todo. Hacía las
cosas de forma automática mientras su mente divagaba intentando recordar bien
todas esas cosas que le contaron sus amigos. ¿Acaso había sido tan descuidado
como para prometer semejante cosa solo por tener un orgasmo? Golpeó su frente
contra la mesa haciendo un sonido seco espantando a todos a su alrededor,
incluyendo al profesor.
-
¿Donghae
sshi? ¿Se encuentra bien? – le pregunto preocupado. Donghae levanto la cabeza
llevándose una mano a la frente. Si que le había dolido. Sintió que todos lo
miraban y solo atino a asentir, ya que no había escuchado lo que le habían
preguntado. – bien, deje de interrumpir mi clase por favor.
-
Lo
siento profesor – dijo en un murmullo bajando la vista al libro fingiendo que
seguía poniendo atención.
Su
mente volvió a divagar recordando lo aturdido que se sentía anoche producto del
alcohol que consumió. Aunque era menos del que acostumbraba a beber, sus sentidos
se nublaron más rápido. Recordó lo bien que se sintió mientras bailaba siendo
observado por ese pelirrojo. [i]”¿Como mierda no supe que se trataba de Lee Hyukjae?”[/i] Esa pregunta asaltó su mente confundiéndolo.
Lee Hyukjae era bastante famoso en la escuela y con ese cabello rojo era
imposible no identificarlo. Además, en este pueblo tan pequeño ¿quién más
aparte de él usaba el cabello de ese color? Ningún nombre se le venía a la
mente. Solo él. “[i]Si que estaba aturdido como para no reconocerlo”[/i] pensó
resignado sobándose la frente aun adolorida.
El
timbre del cambio de hora no tardo en sonar. Donghae se removió en su asiento
sintiéndose incomodo.
No
pasó mucho tiempo antes de que el pelirrojo asomara su cabeza en el salón de
clases de Donghae, con esa sonrisa arrogante que el menor ya estaba comenzando
a odiar.
-
Sígueme
– dijo haciéndole un gesto con los dedos. Donghae miró hacia todos lados
asustado, esperando que alguien lo salvara de lo que sea que fuera a ocurrir.
Pero solo recibió las miradas preocupadas de Sungmin y Kyuhyun. ¿En qué rayos
se había metido?
Lo
llevó hasta la azotea, un lugar prohibido para todos los alumnos, para todos
menos para él al parecer. En cuanto llegaron se pillo con la sorpresa de que
habían otros dos alumnos esperándolos. Ambos sonrieron al ver a Donghae. Si mal
no recordaba, estos dos chicos eran parte de la “pandilla” de Hyukjae. Choi
Siwon y Kim Kibum.
-
¿Y
bien? – dice Hyukjae acercándose a Donghae por la espalda para abrazarlo – ¿tus
amigos te refrescaron la memoria? – el castaño se alejó asustado, quitándose
las manos que le abrazaban de encima como si le quemaran. Tropezó hacia delante
al intentar escapar, cayendo de rodillas al suelo. – Al parecer si recordaste.
– sonrió el pelirrojo.
-
¡¿Qué
quieres?! – le espeto Donghae desde el suelo, sin atreverse a mirarlo. Se hincó
mirando sus manos sintiéndose asustado. Hyukjae se agachó detrás de él
haciéndole un gesto a los otros dos.
-
Ya
te lo dije. No me hagas repetirlo – dijo chasqueando los dedos. De inmediato
los dos jóvenes se movieron tomando a Donghae de los brazos, inmovilizándolo en
el suelo. Aun hincado pero en una posición incómoda al tener los brazos
levantados con su cabeza siendo inclinada hacia delante con fuerza. Hyukjae se
paro frente a él visiblemente feliz al verlo sometido. – vamos a divertirnos
mucho tu y yo – dice riendo levemente.
-
¡Suéltame!
– gritó intentando zafar sus brazos del agarre de los otros dos, cosa inútil ya
que eran más fuerte que él.
-
Me
gusta tu energía – dijo Hyukjae sonriendo complacido – así será más divertido
someterte a mi voluntad – Donghae levanta un poco la cabeza para mirarlo,
expresando toda la rabia que sentía a través de sus ojos. Hyukjae se agachó
nuevamente frente a él tomando su mentón con los dedos, acariciándolo
levemente. – Serás un buen trofeo – dijo besando su mejilla con suavidad. Luego
se volvió a poner de pie dándole la espalda al alejarse unos pasos para
sentarse en un borde de cemento que cruzaba la azotea de un extremo al otro.
Dividiéndola en dos. – veremos si cambias de opinión después de esto – murmura
cruzándose de piernas, sacando una caja de cigarrillos del bolsillo de su
chaqueta, dejándola a un lado – pueden empezar – dice haciendo un gesto con la
mano. Colocando un cigarrillo en su boca, prendiéndolo y tomando una gran
bocanada de humo que expulso por su boca. El castaño estaba a unos pasos de
distancia observando a Hyukjae con ganas de meterle ese cigarro por donde no
brillaba el sol.
De
inmediato ambos jóvenes empujaron a Donghae hacia delante haciendo que apoyara
su rostro contra el suelo, a unos centímetros de los zapatos de Hyukjae. Kibum
lo soltó, dejando que Siwon lo sujetara haciendo una llave con su brazo
doblándolo hacia arriba. Hyukjae miraba todo con atención, sonriendo cada vez
que Donghae gruñía o gritaba. Siwon volvió a levantar su cabeza del suelo
haciendo que mirara hacia delante, directamente a los ojos del pelirrojo. Sosteniéndolo
con la otra mano de su hombro para que no se moviera tanto ya que el sometido
era difícil de manejar.
-
Siéntalo
sobre tus piernas – dijo Kibum sonriendo, pasando una mano por sus labios
saboreándose con anticipación. Siwon hizo lo que le dijeron. Con una increíble
habilidad dejó a Donghae sentado sobre sus piernas, que se apoyaron sobre las
piernas hincadas de Donghae impidiendo que las moviera, sin dejar de sostenerlo
ni mantenerlo maniatado. Quedando ambos de forma vertical hacia Hyukjae.
-
¡¡Yah!!
¡¡Suéltenme!! – gritaba Donghae a viva voz, esperando ser escuchado por
alguien.
-
¿Por
qué? ¿Acaso te quieres ir antes de que comience la mejor parte? – decía Siwon
sobre su oído visiblemente divertido al decir esto. Cosa que irritaba más aun a
Donghae. No era tonto como para no darse cuenta de lo que tenían planeado estos
dos. O tres mejor dicho ya que Hyukjae también estaba “participando” de alguna
forma, bastante morbosa por decir poco.
-
Sabemos
que te gusta tener sexo Donghae. No te hagas el cartucho con nosotros – dijo
Kibum hincándose frente a él. – Aunque con nosotros aprenderás a disfrutarlo de
manera diferente.
-
¡Basta!
¡Suéltenme por favor! – gritaba asustado, luchando por no llorar. Eso seguro lo
disfrutarían aun más. Sin previo aviso sintió la mano de Kibum masajeando su
miembro por sobre su ropa.
Cerró
los ojos apretados no gustándole la sensación. Siwon por su parte comenzó a
desabotonarle la camisa. Al llegar al último botón la abrió de un tirón
exponiendo su pálido torso a la mirada lasciva de Kibum, quien seguía
masajeando su miembro que ya comenzaba a despertar. Kibum se inclinó hacia el
frente llevando sus labios a una de sus tetillas para morderla y lamerla
incrementando la estimulación. Siwon bajo la camisa hasta sus brazos y la
utilizo para amarrárselos y así poder mover los propios para tocar al castaño
que ya estaba gimoteando por los toques de Kibum. Siwon acaricio el torso de
Donghae con ansias, apretando la tetilla que no estaba siendo mordisqueada por
Kibum. Donghae tiró su cabeza hacia atrás sin poder contenerse, abriendo la
boca para quejarse y respirar con dificultad. Siwon aprovecho esto y comenzó a
besar su cuello, mordiendo y lamiendo cada parte en la que se detenía. Kibum sintió
que ya Donghae estaba suficientemente duro así que dejo de masajearlo y apartó
su mano haciendo que el castaño lo mirara enfadado. Kibum se acerco a él para
besarlo, mordiendo sus labios con la fuerza suficiente como para dejarlos rojos
sin sangrar.
Siwon
lo levantó de sus piernas liberando las del castaño que estaban debajo de él.
Lo sentó frente a él en el suelo mientras Kibum seguía tocándolo y besándolo por
la espalda para distraerlo. Le bajó los pantalones y ropa interior de un tirón
dejándolos sobre sus tobillos. Se lamio los labios antes de meter el miembro
erguido de Donghae en su boca, sorprendiéndolo.
-
¡Ah
mierda! – gimió echándose hacia delante. Kibum lo agarro del pelo de la nuca
tirando su cabeza hacia atrás para que lo mirara.
-
¿Te
gusta verdad? – pregunto pasando sus dedos por los labios de Donghae quien ya
no pensaba con claridad. – Siwon es el mejor en eso – mira a su amigo quien
tomaba el pene de Donghae chupándolo como si fuese su helado favorito. – Tú
también aprenderás a hacerlo - susurro
agachándose hasta su oído, lamiendo su lóbulo. Soltó su cabeza y termino de
quitarle la ropa, sacándole los zapatos y calcetines. Dejándolo por completo
desnudo con Siwon metido entre sus piernas sin dejar de mamárselo.
Donghae
gemía con los ojos cerrados, jadeando cada vez que la lengua de Siwon se
curvaba sobre la punta de su pene para luego tragarlo por completo. Literalmente
atragantándose con él. El castaño debía admitir que el desgraciado era excelente
en esto. Kibum por su parte comenzó a desabrocharse sus pantalones sacándose su miembro de los calzoncillos.
Estaba erguido y palpitando, esperando a ser complacido. Tomo a Donghae del
cabello de la nuca, despertándolo de su trance por el placer que le estaba
dando Siwon. Acercó la boca del castaño hasta la punta de su pene pasándoselo
por sus labios haciendo que este apartara la cara con un gesto de asco en el
rostro.
-
Te
dije que aprenderías a hacerlo – dice Kibum tirando con más fuerza el pelo de
Donghae haciendo que gritara. Lo acerco de nuevo a la punta de su miembro, pero
él tenía la boca cerrada, haciendo una mueca. – Abre – dijo enojado tirando aun
más fuerte de su cabello – ¡¡Abre la boca!! – grito tomando la mandíbula de
Donghae con su otra mano, apretándola con fuerza logrando que la abriera. Metió
la punta dentro deslizándola con lentitud al interior – ni te atrevas a
morderme – le amenazo sosteniendo su mandíbula con fuerza de nuevo. – eso es,
usa tu lengua – decía mordiéndose el labio al ver como Donghae cedía. Movió sus
caderas metiendo su pene al interior de la boca del castaño llevando el ritmo
que quería. Ya que el castaño tenía las manos amarradas en la espalda y no
podía ayudarse con ellas.
Siwon
se aparto del miembro de Donghae limpiándose la saliva de los labios junto con
el pre-semen que ya había comenzando a salir. Se puso de pie desabotonándose
los pantalones también para liberar su endurecido miembro. Kibum sonrió al
verlo junto a él, tomándolo de la nuca para besarlo lamiendo sus labios en un
acalorado beso, mientras Donghae seguía con la boca abierta recibiendo las
embestidas que le daba Kibum.
-
¿Cómo
lo hace? – pregunto Siwon apartándose de los labios de Kibum para mirar al
castaño que ya comenzaba a lagrimear.
-
Apesta
– dijo Kibum riendo divertido – pero mejorara
-
Más
le vale – susurro Siwon haciendo un gesto con la cabeza, mirando ligeramente a
Hyukjae que estaba frente a ellos y seguía en la misma posición observando todo
lo que los otros dos hacían con Donghae con un gesto serio en el rostro.
-
No
te preocupes, terminara amando hacer esto. Como tú – dijo Kibum tocando el pene
de Siwon con su mano para masajearlo haciendo que el otro jadeara
-
¿Te
portarás bien? – pregunto Siwon a Donghae acariciando su cabeza y rostro de
forma tierna. Kibum aparto su miembro de su boca dejando que respirara con libertad.
Donghae tosió haciendo arcadas, se estaba ahogando. Siwon se agacho para estar
a su altura – no te resistas mas. – susurro sobre su oído abrazándolo,
alcanzando sus amarras para soltarlas. Cuando lo dejo libre, Donghae se echo
hacia adelante, cruzándose de brazos, sintiéndolos dormidos. Poco a poco la
sangre volvió a circular por ellos causando ese hormigueo nada agradable.
Algo
dentro de él se rompió. Miro a los dos jóvenes frente a él sintiéndose
derrotado por las reacciones de su propio cuerpo. Había sido traicionado por su
pene. Prácticamente su mejor amigo y compañero de noches que hasta entonces
había disfrutado como loco. No entendía el por qué se había excitado tanto
cuando Kibum lo tocaba si en un comienzo sintió asco. Cada vez que gemía sentía
que no era él quien estaba en su cuerpo, si no un ser extraño lo había poseído
y estaba disfrutando de este ritual morboso y retorcido. Los jóvenes lo miraron
sonriendo. Como si adivinaran lo que Donghae estaba pensando.
Kibum
lo tomó de su mentón acercando su boca a su miembro una vez más. Pero esta vez
Donghae cooperó, se hinco doblando sus piernas en el suelo para sentarse sobre
ellas, dándole la espalda a Hyukjae. Tomó el pene de la base con su mano para
sujetarlo mientras lo chupaba. Esto hizo sonreír a Kibum y a Siwon. Quien
también se acercó más al castaño. Él de inmediato dejo de chupar el miembro de
Kibum para ocuparse del de Siwon metiéndoselo a la boca, cerrando los ojos para
poner su mente en blanco. Mientras que con la otra mano masturbaba a Kibum. Se
fue turnando de uno al otro comenzando a jadear y a disfrutar el tener dos
penes dentro de su boca. Los lamia desde la base hasta la punta,
introduciéndoselos hasta la tráquea. Tragando lo que más podía. Sintió la punta
de un zapato colándose entre medio de sus piernas, tocando sus testículos con
suavidad. Perdió el control por unos segundos. Agachando su cabeza para
recuperar el aliento. Podía sentir esa sonrisa arrogante en los labios de
Hyukjae que estaba a su espalda. Pero terminaría esto. Debía hacerlo. Algo en
su interior lo demandaba. Volvió a su tarea acercando la punta de ambos
miembros a su boca para pasar su lengua de forma grotesca. Chupaba uno y otro,
masturbándolo con sus manos. Ambos jóvenes ya comenzaban a jadear, moviendo sus
caderas de forma descontrolada cada vez que Donghae metía su miembro dentro de
su boca. Comenzó a lamer y a chupar aun con más fuerza logrando que ambos se
vinieran, derramando su semen dentro de su boca, atragantándolo.
Donghae
escupió la gran mayoría, haciendo arcadas sin dejar de jadear. El par de amigos
se miró bastante conforme.
-
Nada
mal – dijo Kibum guardándose su pene, ahora flácido, dentro de los pantalones,
mirando a Donghae que estaba con ambas manos apoyadas en el suelo recuperando
el aliento.
-
Pero
aún te falta – opinó Siwon haciendo lo mismo. Hyukjae se puso de pie bordeando
a Donghae, que estaba en el suelo, se coloco en el centro de ambos pasando sus
manos por los rostros de los jóvenes, felicitándolos. Se agachó frente a
Donghae tomando su mentón con sus dedos para alzarlo.
-
Eres
increíble – dijo de forma seria. Donghae intento apartar la mirada sintiéndose
avergonzado. Había sentido la mirada del pelirrojo quemándole en cada momento. Su
morbo de estarlo mirando mientras sus dos amigos lo violaban de esta forma le
causaba repulsión, pero a la vez le calentó aun mas. Hyukjae jamás aparto su
vista de Donghae, grabando en su mente cada gemido y cada gesto que hacia el
menor cuando los otros dos hacían lo que querían con él. Donghae se mordió el
labio sintiendo los ojos del pelirrojo recorrer su cuerpo. – déjenos solos –
pidió a los otros dos sin mirarlos. Estos de inmediato acataron la orden
saliendo por la puerta de la azotea, cerrándola detrás de ellos. – Pensé que te
resistirías un poco mas – dijo alejándose del castaño, sentándose en el suelo
frente a él. – Eso me decepciona un poco.
-
¡¡¿Qué?!!
– espeto el menor mirándolo enojado – ¡¿Acaso crees que hice esto por gusto?! –
Hyukjae lo miro unos segundos antes de responder.
-
Tu
cuerpo no miente, Donghae. Eres una puta recién aprendiendo su oficio.
-
¡Eres
un maldito enfermo! – gritó intentando ponerse de pie, pero Hyukjae alargo una
mano sosteniendo su brazo obligándolo a permanecer en el suelo.
-
Ven
acá – le ordeno soltándolo, haciendo el gesto con los dedos mientras lo miraba
fijamente. Donghae lo observo sorprendido. ¡Era un enfermo y descarado! Soltó
un bufido sentándose en el suelo, cruzándose de brazos ¿Qué se creía este
desgraciado dándole ordenes de esa forma?– no me hagas repetirlo – dijo en tono
de amenaza, dándole escalofríos al castaño. “Infeliz” pensó mordiéndose el
labio, colocándose en cuatro y así comenzando a gatear hacia el pelirrojo.
“¿Qué mierda estoy haciendo?” se pregunto al llegar frente a él.
Hyukjae
tomó su rostro entre sus manos juntando sus labios de forma suave. Besándolo de
forma calmada. Bajo lentamente con ellas hasta sus hombros empujándolo hacia
delante, apegándolo más a él, profundizando el beso. Donghae sentía la lengua
del pelirrojo introduciéndose dentro de su boca, frotándose con la suya.
Explorando su interior. El castaño apoyo sus manos sobre los hombros de
Hyukjae, hincándose en el suelo. Haciendo que el mayor levantara el rostro para
no perder el contacto con sus labios. Bajo con sus manos hasta el trasero de
Donghae apretándolo. Aún estaba desnudo y con una dolorosa erección entre sus
piernas. Siguió bajando con sus manos hasta colocarlas sobre sus muslos.
Masajeando y apretando la carne, enterrando sus uñas. Donghae aparto su boca
para quejarse. Se estaba excitando nuevamente, sintiendo su miembro palpitar.
Hyukjae acerco su boca hasta su torso, besándolo y lamiéndolo. Donghae lo
abrazó por el cuello apegando aun más la boca del pelirrojo a su cuerpo.
-
Ah…
mierda… - gemía tirando sus caderas hacia delante, buscando algo con que
frotarse. Hyukjae lo aparto de golpe, tomándolo de la cintura, girándolo.
Colocándolo de espaldas a él para luego hacer que se sentara sobre él con las
piernas abiertas. Este movimiento repentino lo asusto, ya que cayó de golpe
sobre algo duro que le pinchaba el trasero. Las manos del pelirrojo comenzaron
a recorrer su torso lentamente. Donghae sintió algo diferente a cuando Siwon lo
tocaba de la misma forma. Las manos de Hyukjae eran más grandes y suaves,
provocándole escalofríos y una deliciosa electricidad que se deslizaba por su
columna hasta la punta de su pene que ya comenzaba a soltar un poco de semen.
-
Tócate
– le dijo sobre su oído con la respiración entrecortada. Donghae hizo lo que le
ordenaron tomando su miembro con ambas manos comenzando a frotarlo con lentitud
para luego acelerar el ritmo – así, continúa – le animaba el pelirrojo mirando fascinado
como Donghae se masturbaba a sí mismo. El menor comenzaba a jadear de forma
descontrolada sintiéndose cerca del clímax. Hyukjae tomó su rostro, volteándolo
hacia él para besarlo. Donghae sacaba la lengua frotándola con la de Hyukjae en
un beso a boca abierta. Ambos jadeando sobre el otro hasta que el menor se vino
en su mano.
-
¡¡Ah!!
¡¡Hyukjae!! – gritó derramando su escancia sobre su torso y el suelo. El pelirrojo
lo besó aún con más fuerza, sintiéndose acalorado.
-
¡Mierda!
– bramó sobre sus labios, mordiéndolos – eres tan jodidamente sexy – lo apartó
de encima suyo empujándolo hacia el suelo. Se puso de pie con dificultad ya que
tenía una enorme erección entre medio de sus piernas. – Vístete y lárgate – le
ordeno alejándose un par de pasos. Donghae lo miro sorprendido. ¿Qué rayos
pasaba con este tipo? No dejó que le repitieran la orden. Se vistió más que
rápido agarrando sus cosas del suelo. Cuando ya tuvo puesto los calcetines,
zapatos, ropa interior y pantalones agarro la camisa, deslizándola por sus
brazos. Estaba toda arrugada al haberla usado como amarra para someterlo.
Estaba abrochándose los botones cuando sintió que abrían la puerta de la
azotea. Los dos jóvenes volvían a entrar mirándolo con una sonrisa cómplice.
-
¿Te
encuentras bien? – preguntó Siwon a Hyukjae que estaba de brazos cruzados
esperando a que Donghae terminara de vestirse.
-
No
– respondió de forma seria – necesito que te encargues de esto – dice apuntando
su entrepierna. Siwon asintió sonriendo, hincándose frente a él. Donghae no
daba crédito a lo que veía. Siwon sacó el pene de Hyukjae de sus pantalones y
comenzó a chuparlo sin protestar. Mientras Kibum los miraba, esperando ordenes.
Hyukjae alargó una mano, tomando a Kibum de la nuca para acercarlo a él. Besándolo
fogosamente. Metiendo su lengua de forma descarada dentro de su boca. Gimiendo
por las chupadas que Siwon le daba a su pene. Aparto a Kibum de forma brusca,
empujándolo hacia un lado–. ¡¿Qué haces?! – grito el pelirrojo, mirando a
Donghae – ¿No te dije que te largaras? – este lo miró ofendido y enojado. Kibum
volvió a acercarse a Hyukjae comenzando a desabrochar su camisa mientras pasaba
la lengua por sobre sus labios. Donghae pasó a su lado casi corriendo, saliendo
por la puerta y bajando un par de escalones antes de sentarse.
No
entendía nada de lo que ocurría. Su cabeza estaba hecha un lio. Acababa de ser
“ultrajado” casi por completo por un trío
de pervertidos. Pero ahora, por alguna extraña razón, sentía celos. Celos de
Siwon y Kibum que se habían quedado solos con Hyukjae. “¿Qué me pasa?” se
preguntó llevando una mano hasta su pecho. “¡Esto es una jodida broma!” sonrió
sin ganas mirando la nada. Volvió a bajar las escaleras metiéndose al primer
baño que encontró en el pasillo. Observó su reflejo en el espejo sorprendido. Tenía
las mejillas teñidas de un rojo intenso, al igual que sus labios. Estaba todo
despeinado y su uniforme hecho un desastre. Intentó arreglarse lo que más pudo,
lavándose la cara en el lavamanos y mojándose el pelo para ordenarlo. Cuando
terminó, suspiro acongojado. Cerrando los ojos unos momentos.
Las
manos de Hyukjae sobre su cuerpo se habían sentido tan jodidamente bien. Al
igual que las caricias de los otros dos. Pero eso de chupar sus penes… abrió
los ojos asustado. Sintiéndose sonrojado de nuevo. Ese maldito pelirrojo tenía
algo. Algo que hacia doblegar su voluntad y someterse a lo que él ordenaba.
“Extraño y estúpido” pensó Donghae sonriendo tontamente. La puerta del baño se
abrió de golpe asustándolo.
-
¡¡Donghae!!
– gritó Sungmin corriendo a abrazarlo – ¡¡Pensé que te habían raptado!! – dijo
sin dejar de abrazarlo. – ¡Te dije que unos alumnos lo habían visto entrar aquí!
– le hablo a su novio como regañándolo.
-
¿Dios,
que te hicieron? – preguntó Kyuhyun mirándolo de arriba abajo. Sungmin se alejo
sosteniéndolo de los hombros para mirarlo – no me digas que…
-
¡¿Qué?!
– saltó Donghae a la defensiva –¡¿Qué?!
-
Donghae,
¿te hicieron… algo? – interrogó Sungmin, preocupado
-
Nada
hyung. No me hicieron nada – mintió corriendo la mirada, soltándose de las
manos de Sungmin para volver al lavabo. Abriendo la llave y así mojar su rostro
una vez más. Sungmin y Kyuhyun intercambiaron miradas cómplices.
-
Qué
bueno que no te paso nada – dijo Kyuhyun acercándose a su lado, tomando su
hombro
-
¿Qué
pensaron que me harían? – pregunto Donghae mirándolos por el reflejo del
espejo. Ambos novios se miraron, ninguno atreviéndose a hablar.
-
Bueno…
ya sabes lo que dicen de Hyukjae – dijo Sungmin sonriendo nervioso. Donghae lo
miro alzando una ceja. – ¿no sabes lo que dicen de Hyukjae? – preguntó
sorprendido.
-
Bueno,
no – respondió mirando sus manos al meterlas bajo el chorro de agua.
-
Es
un sádico hyung – dijo Kyuhyun llamando su atención.
-
¿Un
sádico? – Donghae se giró para mirarlo.
-
Si,
dicen que es un sádico en… bueno, ya sabes. La cama – dijo lo último más
bajito. Donghae sintió sus mejillas encenderse nuevamente.
-
¡¿Y
cómo saben ustedes eso?! – espetó enojado. Más por su reacción que por las
palabras de Sungmin.
-
Son
los rumores que dicen por los pasillos. No te enojes Donghae yah. Si tú dices
que no te hizo nada. Te creeremos – dijo Sungmin sonriéndole a su amigo.
-
Además,
si te hubiese hecho algo, dudo que estarías aquí de pie como si nad- ouch! –
agrego Kyuhyun recibiendo un golpe en su brazo de parte de Sungmin.
-
Vayamos
a comer. Te perdiste las clases de la mañana – informó Sungmin, cambiando de
tema. Donghae lo miró sorprendido. ¿en qué momento había pasado tan rápido la
hora? El castaño asintió siguiendo a sus amigos a fuera del baño.
-
Esa
noche le costó conciliar el sueño.
Luego
que volvió a clases su mente seguía recordando lo que vivió en la azotea. Se
topó con el trío en la cafetería en los descansos y notó que Siwon cojeaba un
poco. Haciendo muecas de dolor cuando se sentaba o cuando se acomodaba en la
silla. Las palabras de Sungmin rebotaban en su mente “[i]Hyukjae es un sádico
en la cama[/i]”. Sintió una presión en su pecho que apenas le dejo respirar.
Sus amigos le golpetearon la espalda asustados, pensando que se había atorado o
algo parecido. Hyukjae lo miró divertido, apartando el pelo de sus ojos con sus
dedos. Estaban sentados a dos mesas de distancia.
Esas
muecas que hacia el pelirrojo eran lo que más le molestaban. Cada vez que sus
ojos se topaban sentía que sus piernas flaqueaban. Y ahí estaba lo extraño.
Antes de que todo esto pasara, él y Hyukjae se habían cruzado miles de veces
por los pasillos pero Donghae nunca sintió esto. Es más, ni si quiera le prestaba
atención. Le tenía miedo como todos los demás. Prefería ignorarlo que salir
arrancando antes de ofenderlo de alguna manera. Nunca se sabía con él. Además,
jamás tuvo tiempo antes para fijarse en lo intensa que era su mirada o en lo
gruesos que eran sus labios, además de rojos. Todo eso lo descubrió
recientemente y eso le atormentaba de sobremanera.
Cuando
estuvo en su cama no pudo evitar masturbarse, imaginándose una vez más entre
los brazos de Hyukjae. Con su boca pegada sobre su oreja susurrándole con una
voz cargada de deseo, pidiéndole que se tocara. Con sus manos recorriendo su
cuerpo, imaginando que era el pelirrojo quien lo tocaba como esa tarde. Se
subió la playera de su pijama tocándose una tetilla, apretándola como lo había
hecho Siwon.
-
¡Ah!
– exclamo en un grito ahogado. No quería despertar a sus padres al ser tan
efusivo. Se bajó la parte de debajo de su pijama liberando su miembro que ya
estaba duro. Lo masajeo con suavidad cerrando los ojos volviendo a imaginar el
rostro del pelirrojo, mirándolo mientras lo hacía. Sonriendo de esa forma tan
arrogante que odiaba pero a la vez le gustaba. – ¡ah… dios! – jadeaba pasando
un dedo por la punta. Se puso de lado en forma de ovillo mientras seguía
tocándose con ambas manos. “[i]tócate[/i]” escuchaba la voz clara del pelirrojo
sobre su oído en un tono extraño. Mezcla de burla y deseo. “[i]así, continua[/i]”
– ah… Hyukjae… - susurro echando su cabeza hacia atrás, acariciando la base con
los dedos para luego subir a la punta. Aceleró el ritmo de su mano moviendo sus
caderas de forma uniforme. Con la otra mano alcanzo su almohada para taparse la
cara y así gritar más libremente mientras se tocaba. Estaba por alcanzar el clímax.
Se hincó sobre la cama sin dejar de masturbarse. Estiró su manó libre hacia su
velador tomando un poco de confort que siempre tenía disponible. Lo dejó sobre
la cama bajo él. No quería manchar las sabanas. Apoyó una mano sobre el colchón
mientras que con la otra seguía moviéndola sobre su miembro. El olor a tabaco
del pelirrojo inundaba sus sentidos, aunque tan solo lo estuviese imaginando. Aún
tenía la sensación de su cuerpo aprisionándolo, sus manos tocándolo. – ¡dios! –
gimoteo apoyando su cara contra la almohada, acelerando el ritmo de su mano.
Alcanzo el orgasmo gritando sobre su almohada el nombre del pelirrojo.
Sintiendo su semen derramarse sobre su mano y el confort que había dejado sobre
su cama. Rodo hacia un lado terminando de limpiarse, asegurándose de no haber
manchado la cama. – soy patético – susurro sonriendo de medio lado,
arreglándose el pijama para luego taparse hasta la cabeza e intentar dormir.
Se
dio vueltas en la cama una y otra vez sin poder encontrar una posición que le
acomodara. Tenía su cabeza hecha un lio. Y esta también era la razón por la
cual no podía dormir.
Cuando
llego a clases al otro día, no andaba de buen humor. Se encontró con su par de
amigos en la entrada del colegio, como siempre. Ambos lo miraron asustados por
la mala cara que traía.
-
Mala
noche? – pregunto Kyuhyun a modo de broma, recibiendo un manotazo de Sungmin y
una mirada asesina de parte de Donghae.
-
Te
dije que no hicieras eso! – le regaño enojado, para luego mirar a su amigo.
-
Estaba
ahí flotando! Tenía que tomarlo y decirlo! – se excuso sonriendo y poniéndole
caras al mayor que ni si quiera lo tomaba en cuenta.
-
Dormiste
poco?
-
Acaso
no se nota? – respondió Donghae bufando, pateando el suelo.
-
Que
humor de perros traes… - comento Kyuhyun bajito, haciéndose el loco cuando
Sungmin se giro para mirarlo a modo de reproche.
El
mayor de los tres sabia que algo extraño había ocurrido con Donghae cuando
Hyukjae se lo llevo quien sabe a dónde. Su amigo se comporto de manera poco
usual luego de aquello. Pero tampoco quería presionarlo para que le contara.
Todo se daría a su tiempo. Se acerco al castaño tomándolo del brazo, incitándolo
a caminar para que entraran de una vez. Kyuhyun los siguió de cerca mirando a
su novio de reojo, esperando otro ataque sorpresa de su mano voladora.
En
cuanto entraron al establecimiento, Donghae miro hacia todos lados como
buscando “algo”. Tendría que lidiar nuevamente con ese trío de pervertidos y
sinceramente no quería ver a Hyukjae tan temprano por la mañana. Caminaron de
forma calmada hasta el salón de clases, pero en cuanto llegaron cerca de la
puerta Sungmin se detuvo de golpe, deteniendo a los otros dos. Ahí al lado del
marco, apoyados contra la pared, se encontraban Kibum y Siwon. El más bajo
consultaba su reloj haciendo un gesto exasperado. Mientras que el otro ya los
había visto llegar. Donghae se puso pálido y comenzó a caminar hacia atrás,
colocando sus piernas en posición de huida.
-
Donghae
yah! – grito Siwon haciendo un gesto con su mano. Mostrándose feliz de verlo.
Kibum ya se había puesto en marcha, alcanzando a tomarlo del brazo para impedir
su huida.
-
Vas
a algún lado dulzura? – pregunto sonriendo al ver la cara de susto que había
puesto. Sungmin quito su brazo de un manotazo, haciendo que soltara a su amigo.
Kibum lo miro divertido – que haces conejito? Quieres problemas? – se puso
frente a él con una mueca que asustaba a cualquiera.
-
Yah!
Aléjate de él! – grito Kyuhyun empujándolo, haciendo que retrocediera unos
pasos. Se coloco frente a Sungmin, para protegerlo.
-
Chicos
basta! – dice Siwon llegando hasta ellos, afirmando a Kibum del brazo. Tenía
cara de querer golpear a Kyuhyun por haberlo empujado. – solo vinimos a hablar
algo con Donghae.
-
Él
no quiere hablar con ustedes – dice Sungmin tomando a su amigo del brazo.
-
Y
qué? Tu eres su traductor acaso? Puedes leer su mente? – pregunto Kibum en tono
de burla, sonriendo ante su mala broma.
-
Es
un mensaje de Hyukjae – dijo Siwon, observando la reacción del castaño. Este se
encogió de hombros unos momentos y luego se soltó del agarre de su amigo,
caminando para pararse frente a los dos jóvenes.
-
Donghae…
- susurro Sungmin preocupado. Era como ver la cara de un cordero a punto de ser
degollado.
-
Hyung,
adelántense. Yo los alcanzo luego.
-
Hyung!
– alegó Kyuhyun tomando la mano de Donghae.
-
Ya
basta de melodramas! ni que se fuera a morir por hablar con nosotros – dice
Kibum rodando los ojos. – ven – toma al castaño de los hombros comenzando a
caminar con él.
-
Solo
será un ratito – dice Siwon mirando al par de amigos con una sonrisa, aun que
ellos no quitaban la vista de la espalda de Donghae.
Sungmin
hizo un pequeño berrinche antes de entrar al salón. Nunca antes había visto a
Donghae tan asustado. Bueno, descontando esas veces donde sus visitas de los
miércoles por la noche no habían salido como ellos habían planeado y terminaban
arrancando de pandillas en moto o de mujeres con poco temperamento. Pero, que
se jodiera lo de respetar su espacio personal. Quería respuestas y las
conseguiría a toda costa cuando volviera su amigo después de hablar con esos
dos. Kyuhyun lo siguió de mala gana dentro del salón.
Varios
minutos después, Donghae entro al salón de clases mirando el suelo. Sungmin sabía
que esa expresión que tenía en su rostro no significaba nada bueno.
-
-
Y
bien? – pregunto Hyukjae acomodándose en su banco, apoyando un codo sobre la
mesa para mirar a los dos recién llegados.
-
Ya
le dimos el mensaje – respondió Kibum un poco incomodo. Hyukjae hizo una mueca
alzando una ceja.
-
No
te preocupes, lo entendió bastante bien – dijo de inmediato Siwon, entrando en
pánico al ver como Hyukjae los miraba.
-
Eso
espero – murmuro haciendo un gesto con la mano. Ambos jóvenes se sentaron en
sus puestos. Siwon frente al banco de Hyukjae y Kibum en el banco a su lado.
Desde
ese día Donghae formaría parte de la pequeña pandilla que Hyukjae tenía en la
escuela. El pelirrojo quería tenerlo cerca en todo momento, pero como eran de
cursos diferentes eso iba a costar un poco.
A
penas sonó el cambio de hora para el primer descanso de 15 minutos antes de la siguiente
clase Hyukjae miro su reloj. Siwon y Kibum se miraban nerviosos cruzando los
dedos para que el nuevo agregado al grupo no desobedeciera la orden que le
había dado Hyukjae.
Paso
exactamente un minuto y medio cuando la cabeza del castaño se asomo por la
puerta de su salón. Kibum y Siwon soltaron el aire que habían estado
conteniendo aliviados de verlo aparecer. El más alto se puso de pie sonriéndole,
haciendo un gesto con la mano para que se acercara. Donghae avanzo mirando el
suelo, llegando hasta él recibiendo unos suaves golpes sobre su hombro para
felicitarlo.
-
Te
dije que vendría – dice Kibum sentándose sobre la mesa de su banco, mirando al
castaño con una sonrisa. Donghae se puso de pie frente al pelirrojo quien no le
quitaba la vista de encima. Tenía una ligera sonrisa en los labios.
-
Bien.
Vamos, necesito sudar un poco – dice poniéndose de pie de repente, asustando a
Donghae al tenerlo tan cerca. Los otros dos se colocaron a su lado esperando a
que el pelirrojo comenzara a caminar. Hyukjae tomo la mano de Donghae
entrelazando sus dedos y comenzó a caminar hacia la salida seguido por los
otros dos. El castaño sintió sus mejillas teñirse de rojo. Intento zafarse del
agarre, pero Hyukjae lo sostenía con fuerza obligándolo a caminar a su lado.
Estaba
caminando por los pasillos de la escuela tomado de la mano con Hyukjae.
Obviamente los alumnos que los veían pasar comenzaron a expandir rumores aun
más extraños sobre ellos dos.
Llegaron
hasta el gimnasio de la escuela. A esta hora estaba desocupado ya que las prácticas
del equipo de básquet eran en las tardes y por lo general las clases de
gimnasia eran los lunes, miércoles y viernes. Así que tenían el gimnasio solo
para ellos.
Hyukjae
soltó la mano de Donghae caminando hacia el centro de la cancha mirando a su
alrededor. Los otros dos ya estaban cerca de las graderías buscando algo entre
ellas. La mente del castaño había comenzado a divagar. Si la última vez lo
habían llevado hasta la azotea para someterlo, ahora habían cambiado la
locación. Pero estaba seguro de que las intenciones serian las mismas. Decidió
quedarse parado en el mismo lugar donde Hyukjae lo había soltado, estaba cerca de
la puerta así que si veía algo extraño podría salir corriendo si volvían a
intentar algo con él.
-
La
encontré! – dijo Kibum dándole bote a una pelota de básquet. Siwon corrió hacia
Hyukjae esperando a que el más bajo llegara hasta ellos para comenzar a jugar.
-
Así
que a esto se refería con querer sudar – murmuro Donghae respirando aliviado.
Esto era nuevo para él.
-
Hey!
Juegas? – le pregunto Kibum llamando su atención. Donghae negó con la cabeza de
forma efusiva. Tenía miedo de interactuar mucho con ellos. Apenas los conocía. Y
lo que conocía de ellos no le había agradado. Para él solo eran unos
pervertidos que ocuparían cualquier escusa para aprovecharse de él nuevamente.
-
Vete
a sentar allá – le ordeno Hyukjae, apuntando las graderías. Donghae se puso de
inmediato en movimiento preguntándose el por qué le estaba haciendo caso
mientras caminaba mirándose los pies. Pero no podía evitar hacer lo que él le pedía
cada vez que lo escuchaba hablar.
Unos
minutos después comenzaron a jugar, quitándose las chaquetas y corbatas.
Quedando solo con la camisa y pantalones. Era un todos contra todos por lo que
Donghae pudo adivinar. Ya que entre los tres intentaban quitarse la pelota
mutuamente.
Donghae
en un comienzo parecía aburrido, no prestándole mucha atención al juego. Pero
poco a poco su vista se fue clavando en el pelirrojo. La forma en que se movía
y su cara de concentración cuando jugaba lo tenía anonadado, mirándolo con la
boca abierta. Llegando a soltar grititos de emoción cada vez que Hyukjae
lograba quitarles la pelota y lanzarla al aro para encestar.
Los
tres parecían muy hábiles en este juego. Apenas uno tomaba la pelota y se
acercaba a encestarla, venia otro y se la quitaba. Hyukjae era el más agresivo,
ya que siempre que alguno de los otros tomaba la pelota, él se le lanzaba
encima apegándose a su cuerpo, empujándolo y toqueteándolo. Lo que hacía a
Donghae arrepentirse por no haber aceptado jugar en un comienzo. Estuvieron
jugando por varios minutos sin descanso. El sudor corría por sus rostros y
nuca, empapando sus camisas.
Hyukjae
detuvo el juego tomando la pelota de las manos de Kibum para luego correr hacia
las graderías en donde estaba Donghae sentado. Los otros dos lo siguieron caminando.
El pelirrojo se sentó a su lado respirando agitado, pasando una mano por su
rostro para quitar el exceso de sudor. Donghae lo miraba con la boca abierta.
-
Porque
detuviste el juego? – pregunto Kibum cruzándose de brazos, mirando al pelirrojo
un poco molesto.
-
Quiero
hacerlo interesante – respondió sonriendo, acomodándose en la gradería.
Cruzándose de piernas, dejando la pelota a su lado.
-
Suena
entretenido – dice Siwon emocionado – que tienes en mente?
-
Una
apuesta – responde el pelirrojo, mirando a Donghae unos segundos. – y quiero
que tu juegues – le dijo haciendo un gesto con la cabeza. El castaño lo miro
sorprendido pestañeando rápidamente.
-
Y
porque yo? – pregunto colocándose de lado para mirarlo.
-
Si
me ganas – dice el pelirrojo acercándose más a él – te dejare libre y ya no tendrás
que entregarte a mí. – Siwon y Kibum hicieron gestos de horror, esto no era
común en el pelirrojo.
-
Espera,
estás diciendo que si te gano me puedo ir? – dice Donghae incrédulo pero
sonando bastante feliz.
-
Te
dejo libre y ya no te volveré a molestar – responde Hyukjae sonriendo también. Donghae
sonrió más ampliamente. Era la oportunidad que estaba esperando para escapar de
sus garras. Aun que todo esto era demasiado extraño, no le importaba. Seria
libre si ganaba.
-
Está
bien – dice alargando una mano para cerrar el trato – tenemos una apuesta. - Hyukjae
alarga su mano también tomando la de Donghae con suavidad.
-
Pero
si yo gano, no podrás quejarte y harás todo lo que yo quiera – dijo el
pelirrojo sonriendo. Donghae trago con dificultad. Esto era lo que temía y
estaba esperando. La contra apuesta. No le quedo otra que asentir. Después de
todo estaba seguro de que no perdería. Era bueno en esto, el mejor por no
quitarse meritos. Si no estaba en el equipo de la escuela era porque no le
gustaba quedarse en las tardes en el establecimiento, además tenía mejores
cosas que hacer.
El
pelirrojo se puso de pie lanzándole la pelota a Kibum, quien la recibió en el
aire. Bajo de las graderías desabrochándose un par de botones de la camisa.
Donghae también se puso de pie y lo siguió hasta el centro de la cancha. El
castaño suponía que se dividirían en grupos de a dos, aun que seria injusto ya
que ambos eran amigos de Hyukjae y era obvio que le ayudarían a que ganara.
-
Jugaremos
uno contra uno – le informo como si adivinara lo que estaba pensando – el que
llegue primero a 10, gana. – dice sacándose la camisa por encima de la cabeza,
quedando con el torso desnudo. Se la entrego a Siwon quien la recibió con
gusto, doblándola con cuidado sobre sus brazos. Le hizo un gesto a Kibum y este
le entrego la pelota.
Donghae
seguía paralizado mirando el cuerpo del pelirrojo. Nunca imagino que estaría
tan tonificado. Los brazos marcados y el torso adornado con un lindo sixpack.
Trago con dificultad intentando concentrarse. Podía sentir las miradas de Kibum
y Siwon burlándose de la cara de baboso que tenia al observar a Hyukjae, quien
parecía no darse por aludido y solo botaba la pelota esperando a que Donghae se
preparara.
Se
saco la chaqueta arremangándose las mangas de su camisa. Este seria un juego de
vida o muerte para él.
-
Listo?
– pregunto el pelirrojo con una sonrisa en sus labios. Donghae asintió
sintiéndose acalorado. – bien, comienzas tu. Cada vez que alguno logre quitar
la pelota tiene que pasar por la línea media antes de querer encestar.
-
Lo
sé, no es la primera vez que juego un uno a uno – dijo el castaño un poco
molesto. Le estaba hablando como si fuese retardado.
-
Juguemos
entonces – dijo poniéndose en posición. Donghae se coloco frente a él botando
la pelota. Respiro profundo antes de comenzar. Necesitaba de toda su
concentración.
-
Donghae
llego a su salón de clases todo sudado y con el pelo amarrado en una pequeña
cola de caballo. Era hora del segundo descanso del día. Tan solo se había
perdido una clase.
Sungmin
espero a que se sentara para abordarlo con preguntas. Se acomodo en el banco
frente a él, apoyando sus manos en la mesa mirándolo. Se veía enojado.
-
Donghae?
– pregunto llamando su atención.
-
Hyung!
Mi vida se ha ido al carajo! – exclamo golpeando la mesa – no puedo creer que me
ganara el muy infeliz! – decía exaltado gesticulando con las manos, tocándose
la frente y la cara.
-
Que…
que paso? – Sungmin se tuvo que alejar un poco para no recibir un golpe casual
del castaño que seguía hablando sin parar.
-
En
el básquet! Te imaginas?! En el deporte en el que soy el mejor me hizo añicos
como si nada! – decía exasperado. – lo planeo desde un principio, estoy seguro.
Maldito pelirrojo!! – grito echándose hacia atrás en su silla. Sungmin espero a
ver si volvía a hablar, pero como vio que al fin había parado su monologo se volvió
a apoyar en el banco.
-
Jugaste
básquet con Hyukjae y perdiste? – pregunto con suavidad, no quería alterarlo de
nuevo.
-
Es
un maldito bastardo – dijo Donghae enderezándose, mirando a Sungmin un poco
triste.
-
Donghae,
respóndeme por favor con la verdad – le pidió Sungmin alargando sus manos para
tomar las de su amigo – que pasa entre tú y él? Es verdad lo que dicen en los
demás cursos? Que ustedes son pareja? – el castaño miro el suelo sin saber que
decir. Después de perder esta apuesta con él, podría decirse que eso eran. Una
pareja. Una extraña pareja.
-
No
lo sé hyung. Y no me preguntes mas cosas por favor, solo haces que me sienta
peor – dice Donghae soltándose de las manos de Sungmin – fue la peor decisión
el volver a visitar ese antro el miércoles – declaro tirándose sobre la mesa,
apoyando su cabeza sobre sus brazos para dormir.
Sungmin
decidió no molestarlo más por ahora. Tendría que sacarle la verdad a palos aun
que no quisiera. Aun que había una forma de hacerlo hablar y eso era con el
alcohol. Donghae era muy hablador cuando bebía y ocuparía esa debilidad a su
favor.
-
Lo
que le había hecho perder el juego esa tarde no era su falta de habilidad ni
que Hyukjae fuese mejor que él. El tenerlo tan cerca, pegándose a su cuerpo por
la espalda, sintiendo cada musculo y su respiración sobre su oído le
desconcentraba. El pelirrojo aprovecho esta desventaja quitándole la pelota
siempre y encestando los 10 puntos que necesito para ganar.
Todo
paso tan rápido que no tuvo ni tiempo para alegar. En unos instantes estaba
jugando y ya al rato después estaba tirado en el suelo pataleando por haber
perdido.
Siwon
y Kibum se acercaron al pelirrojo felicitándolo por sus tiros. Burlándose a
viva voz de Donghae por apestar en este juego. Hyukjae los aparto empujándolos
a un lado y camino hacia el castaño que seguía tirado.
-
Para
otra vez será – dijo ofreciéndole una mano para ayudarle a ponerse de pie.
Donghae la rechazo, dándole un manotazo para apartarla. Se sentía frustrado por
haber perdido. Y toda la culpa era de Hyukjae obviamente.
3 comentarios:
Por que desechaste este fic? me encanta *-* no lo puedes seguir porfis *se pone de rodillas* ahora no voy a poder morir en paz sino se el final del fic :(
esta muy bueno toda la trama, y los personajes son muy interesantes encima el eunhae es mi pareja favorita♥ los amo♥
en fin me gustaria muuuuuchooo que lo sigas hazlo por mi *hace pucheros* jaajajja bye eres una buena escritora ;)
no lo deseches.. recuperalo es genial..! Ademas de que me quede curiosa..
Por favor..
Waa. ya soy adicta a tus fic's
oh Dios me encanta!!! lo Amooo por favor terminalo te lo ruegoo me pongo de rodillas >.< amo tu forma de escribir y necesitoo más, lo siento por sonar desesperada pero realmente lo amee me encanta Hyuk todo posesivo y que Hae sea todo mansito *v* continualo por favor!!!!
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