[Chapter Fic] Unexpected {EunHae}

Capitulo 10

Al día siguiente.

-      ¿Tuviste una buena noche? – preguntó Kyuhyun con una sonrisa arrogante en su cara.

Donghae lo ignoró y hundió aun más su nariz en el libro. Debía esperar dos horas para que Eunhyuk volviera y lo rescatara de esta tortura.

Energizado por el desprecio de Donghae, la sonrisa de Kyuhyun se hizo más grande.

-      Supongo que eso es un sí.

-      Lárgate – dijo Donghae sin siquiera mirarlo.

-      No

Donghae se retiró al cuarto de Eunhyuk y se quedó allí hasta que escuchó el auto del mayor entrando a la cochera. Aliviado, bajó las escaleras y fue a saludarlo como el cachorro amoroso que era, besándolo de lleno en los labios.

-      Estamos energéticos hoy – rio Eunhyuk por el recibimiento del pequeño.

-      Haz que se vaya – rogó Donghae. Eunhyuk gruñó.

-      No prestes atención a lo que diga. Está aquí para molestarte, creo.

-      ¿Por qué? ¿No me aprueba como tu pareja? ¿Es porque soy mucho más joven que tú?

-      No – aseguró Eunhyuk, encaminándolo hasta las escaleras para subir a la cocina y living – en realidad le gustas. Es por eso que viene aquí todos los días. Te adora.

-      Pues bien, definitivamente no se nota – Donghae rodó los ojos.

-      Ve a jugar pool, prepararé la cena.

Donghae obedeció, pero Kyuhyun estaba ocupando la mesa así que fue a encerrarse a la habitación de Eunhyuk nuevamente.

Kyuhyun sabía que Eunhyuk lo estaba ignorando, lo que pensaba que era una reacción interesante del hombre. Sonrió metiendo otra bola en la buchaca de la mesa de pool. Que Eunhyuk lo ignorara, era tan solo la extensión del enojo de Donghae hacia él. Eunhyuk lo estaba imitando.

-      Sabes que no siempre debes dejar que haga lo que quiera. Es muy testarudo. – entró a la cocina, apoyándose en el mesón mientras miraba a Eunhyuk colocando la mesa.

-      Palabras de un hombre que dejaba a su amante prácticamente manejarle la vida.

-      Sungmin no me manejaba, sabía sus límites – contestó Kyuhyun.

-      Ah, hablando de Sungmin, viene a cenar. Se va a mudar otra vez conmigo. - Esto pareció sorprender a Kyuhyun, porque no había escuchado nada al respecto. – aparentemente empujó a su amante por las escaleras. Puede enfrentar cargos, pero nuestro padre pagará por todos los daños.

-      ¿Sungmin empujó a alguien por las escaleras?

-      Sí. Fui a ver al hombre unos días atrás. Está estable y en vías de recuperarse por completo.

Kyuhyun se rio.

-      A veces me pregunto si hicimos algo malo al consentirlo tanto.

-      ¿Y recién te estás dando cuenta de esto?

Decir su nombre era como decir un conjuro invocando un demonio. La puerta principal se abrió y ahí estaba Sungmin con su maleta con rueditas detrás de él, entrando y caminando hacia ellos.

-      ¡Eunhyuk! – llamó. Se veía incomodo – ¡ven a ayudarme!

Eunhyuk rodó los ojos. Kyuhyun se levantó del mesón y caminó hacia la puerta. Al parecer desde el lugar en el que estaba, Sungmin no lo veía ya que se sorprendió al verlo aparecer frente a él.

-      ¿Qué estás…?

-      Ayudarte – Kyuhyun pasó a su lado, saliendo por la puerta para tomar su equipaje. Lo hizo sin mostrar señal alguna de emoción más que de querer ayudar. Eunhyuk se asomó por la cocina y sonrió. Esto se iba a poner interesante.

-      Ok, lleva estas cosas – ordenó Sungmin mientras subía por las escaleras, llegando al tercer piso. Eunhyuk tan solo asentía y reía.

Unos momentos después, se escuchó un grito y sonidos de personas discutiendo. Un grito aún mas chillón le hizo subir la escaleras de a tres peldaños llegando al tercer piso en unos instantes encontrando a Sungmin tirado en el suelo y a Donghae encima de éste con los puños en el aire.

Sungmin se veía asustado y sorprendido.

-      ¡¿Pero qué mierda?! – gritó, intentando tomar a Donghae para sacárselo de encima. Vio a Eunhyuk y le gritó a su hermano que le ayudara, éste tomó a Donghae apartándolo de Sungmin. Donghae gritaba y pataleaba para liberarse.

-      ¡TÚ! ¡BASTARDO! ¡TÚ ERES EL QUE ME AMARRÓ! – se dio vuelta liberando su ira contra Eunhyuk – ¡¡¡SUELTAME!!! – gritó. Kyuhyun subió las escaleras en dos tiempos.

-      ¡¿Qué está pasando?! – gritó. Sus ojos se fueron al cuerpo de Sungmin en el suelo, estaba tosiendo y Donghae peleando por soltarse del agarre de Eunhyuk.

-      ¡Tranquilízate! – pidió Eunhyuk, pero Donghae no estaba escuchando. Estaba furioso.

-      ¡NO!

-      ¡¿Pero qué demonios?! ¡Ese enano tiene problemas! – gritó Sungmin desde el suelo. Kyuhyun lo sostuvo del brazo y le ayudó a ponerse de pie. Entonces Sungmin se acercó a Eunhyuk de forma rápida, pero no tanto. Eunhyuk pudo girarse a tiempo y cubrir a Donghae del ataque de su hermano. Kyuhyun por otro lado, sostuvo a Sungmin del brazo para tirarlo hacia atrás.

-      Bien, bien, no nos lastimemos unos a otros, ¿quieren? – dijo Kyuhyun, pero eso tan solo irritó aun más a Sungmin.

-      ¡¡TÚ, BASTARDO!! ¡¡¡Vas a pagar por amarrarme y ponerme en un saco!!! – gritó Donghae – ¡¡te voy a moler a golpes!!

Eunhyuk se rio y también Kyuhyun. Por alguna razón, toda esta situación era graciosa. Ambos sostenían a dos mocosos que no querían otra cosa más que sacarse los ojos a golpes.

-      ¡Obviamente no estarías aquí si no lo hubieras disfrutado! – gritó de vuelta Sungmin – ¡debes haberte vuelto adicto al pene de Eunhyuk!

-      ¡Hey! – intervino el nombrado – no hagas esos comentarios.

Donghae se vio sorprendido por unos momentos, pero luego soltó:

-      ¡Sí y qué! ¡Al menos yo disfruté de su pene! ¡¿Qué hay de ti?! Tu amante es un tipo pedante…

-      ¡Oye! – exclamó Kyuhyun detrás de Sungmin.

-      ¡Tú, pequeña mierda! ¡Sal de aquí! – lloró Sungmin intentando soltarse de Kyuhyun, tirando su cuerpo hacia adelante para ir a golpear a Donghae.

-      ¡Tú, sal de aquí! ¡YO VIVO AQUÍ!

Esto hizo a Sungmin enfurecer más, mirando a Eunhyuk y luego a Donghae, una y otra vez.

-      ¡¿Qué… qué está pasando aquí?!

-      ¡Cálmense, ambos! – exclamó Eunhyuk elevando la voz. Los dos se callaron al instante, lo único que se escuchaba era lo agitado de sus respiraciones. Donghae se sacudió las manos de Eunhyuk de encima, levantando las propias en un claro intento de decir que estaba calmado. Eunhyuk lo soltó, pero aun así, sus cuerpos estaban cerca el uno del otro sólo por si acaso. Kyuhyun hizo lo mismo al soltar a Sungmin.

-      Sungmin, este es Donghae. Lo conoces, su padre es…

-      El tío Lee, lo sé. ¿Pero qué demonios está haciendo aquí, viviendo contigo?

-      Está bajo mi custodia. Tengo instrucciones de cuidar de él. – dijo Eunhyuk de forma calmada – y también es mi amante. – ante esto, Sungmin soltó una carcajada.

-      Esto es penoso incluso para ti, ¡¿cuándo comenzaste a tomar niñatos como amantes?!

-      ¡No soy un niñato! – gritó Donghae y Eunhyuk tuvo que sostenerlo.

-      Claramente lo eres. Tus bellos púbicos ni si quiera han aparecido, ¿a que si?

-      En realidad si tiene – respondió Eunhyuk sin pensar.

Kyuhyun rio y el rostro de Donghae se puso de un rojo furioso, llegando hasta sus orejas. Se veía avergonzado. Miró a Eunhyuk, haciendo una mueca como diciendo que lo había traicionado. Sungmin se carcajeó.

-      No puedo creer que estés cambiando los pañales de este… este…

-      ¡Oye! – Kyuhyun llamó la atención de Sungmin – no seas así. Alégrate de que tu hermano se haya abierto a alguien. Deberías estar felicitando a Donghae por ser capaz de estar con Eunhyuk. – Eunhyuk miró a su amigo por sobre la cabeza de Donghae.

-      Lo que sea – bufó Sungmin, mirando con odio a Donghae, cruzándose de brazos.

Eunhyuk se estaba replanteando el que si era una buena idea que su hermano viniera a vivir con él después de todo. Aunque la verdad no tenía otra opción.

Todos parecían más calmados. Sungmin se ocupó de sus cosas, tomando su maleta y metiéndose al cuarto de Donghae.

-      ¡Oye! – lloró Donghae – ¡ese es mi cuarto!

-      ¡Ya no lo es! – dijo Sungmin abriendo la puerta

-      Está bien – aseguró Eunhyuk – compartirás mi armario – dijo – mi cuarto mejor dicho – corrigió. Donghae ya dormía con él y se bañaba en su baño. Lo único que faltaba era sacar la ropa de esa habitación.

-      Bueno… - dijo Kyuhyun, lucia cansado – esto fue interesante – Donghae lo miró y momentos después, vio ropa y otras cosas que comenzaron a volar por la puerta de la habitación. Donghae chilló.

-      ¡QUÉ ESTÁ HACIENDO! – gritó intentando correr hacia su habitación, pero Eunhyuk lo detuvo. Entonces su consola de video juegos salió volando también – ¡OYE!

-      ¡Sungmin no seas pesado! – dijo Eunhyuk mirando hacia el cuarto donde seguían volando cosas – Kyuhyun - miró a su amigo para pedir ayuda. Kyuhyun se encogió de hombros e intentó verse indefenso.

-      Perdón, no puedo ayudarte.

Otras cosas fueron sacadas junto con una pequeña caja de zapatos que se abrió a medio camino de estrellarse contra el suelo. Botellas de diferentes sabores de lubricantes, condones y otras cosas sexuales se cayeron al suelo.

Algo cayó cerca de los pies de Kyuhyun. Se agachó y lo recogió. Los ojos de Donghae se abrieron como platos y abrió la boca sorprendido. La caída debió activarlo y ahora vibraba y se retorcía. Kyuhyun lo miró extrañado.

-      Wow – dijo mientras sostenía un vibrador de tamaño bastante generoso. Era delgado, pero la parte insertable no era tan larga como el pene de Eunhyuk.

-      ¡Eso no es mío! – Donghae se volteó a mirar a Eunhyuk, aun sorprendido por el vibrador – ¡no lo es! ¡Lo juro!

Eunhyuk miró el vibrador que sostenía su amigo, examinándolo y luego miró a Donghae, suspirando.

-      No es mío – lloró Donghae, sosteniendo los brazos de Eunhyuk y moviéndolos un poco como si eso hiciera que el hombre le creyera – eso… eso ya estaba en el closet, en esa caja. Y… y…

-      Si, si. Sabemos que no son tuyos – dijo Kyuhyun apagando el vibrador – ¡SUNGMIN! – llamó – ¡ENCONTRAMOS TUS VIBRADORES! – los ojos de Donghae se achicaron y Kyuhyun le guiñó un ojo. – Sungmin hizo un molde de mi junior y lo mandó a un sexshop para que lo convirtieran en un juguete para él.

Sungmin se asomó por la puerta, mirando el vibrador que tenia Kyuhyun en la mano. Éste lo saludó moviéndolo con una sonrisa en la cara. Sungmin frunció el ceño.

-      No gracias – dijo – quédatelo

-      Sería extraño usar un vibrador que está moldeado de mi propio pene. Es como si me estuviera follando a mí mismo. – comentó pensativo.

Esto hizo a Eunhyuk reír a carcajadas. Donghae le pegó un manotazo.

-      ¡Ese hombre no puede vivir aquí! – lucía como si estuviera a punto de hiperventilar. – ¡haz algo!

-      Lo siento Donghae, pero se va a quedar por un corto tiempo.

-      ¡¿POR QUÉ?!

Después de que todos se calmaron, se sentaron en la mesa y trataron de comportarse. Eunhyuk se preocupaba de darle comida a Donghae, sacando de su propio plato. Sungmin reía de forma disimulada y Kyuhyun apoyaba su mano en la pierna para pellizcarlo y hacerlo callar.

Luego de cenar, Eunhyuk limpió todo ayudado de Donghae. Sungmin se sentó en el sofá y Kyuhyun en la nueva reclinable que Eunhyuk tuvo que comprar para reemplazar la que Donghae había roto. El ritual de limpieza con Eunhyuk aun era placentero, pero tener a Sungmin y Kyuhyun ciertamente arruinaba el ambiente.

Pero Donghae se sintió mejor al ver como Sungmin se sentía incomodo con la presencia de Kyuhyun.

Cuando Kyuhyun se marchó y Sungmin subió a su cuarto, Eunhyuk y Donghae hicieron lo mismo.

Donghae estaba aliviado de estar en la misma habitación que el mayor, así podía verlo cambiarse a pijama. Siempre era agradable ver al hombre quitándose la ropa, meterse a la ducha y volver oliendo a jabón.

Por muchos días había tenido fantasías de él y Eunhyuk. Pero este parecía no querer hacer nada más que darle besos y acariciarlo. Hubo una noche en donde Eunhyuk lo tomó con su boca y le dio placer, pero aparte de eso, era solo él quien recibía el placer y no ambos.

Al principio no sabía a qué se debía hasta cuando escuchó la conversación de Kyuhyun y Eunhyuk, ahí supo por qué. De alguna forma, Eunhyuk tenía metido en su cabeza que Donghae no estaba listo para más contacto físico. Pero en realidad, Donghae estaba expectante a que Eunhyuk hiciera el primer movimiento.

Donghae no sabía que más hacer. No sabía que Eunhyuk estaba esperando por él. Así que decidió que esa noche seduciría al mayor.

Cuando Eunhyuk se acostó bajo las mantas, Donghae se apegó a su lado.

-      Hmm… – Eunhyuk suspiró – tener a esos dos en el mismo cuarto es agotador. – Donghae hizo un puchero.

-      No hablemos de ellos – dijo – hablemos de mi – se subió sobre Eunhyuk hasta quedar sobre él, besándolo en los labios.

-      ¿Donghae?

-      Hablemos de mi – volvió a repetir. Eunhyuk rio tomándolo de la cintura, apretándolo hacia él.

-      Está bien – respondió – ¿qué quieres que diga sobre ti?

-      ¿Cómo me veo?

-      Hasta el momento, bastante atractivo – rio Eunhyuk.

-      Mentiroso.

-      No, de verdad. Tenerte sobre mí con ese adorable puchero. Lo encuentro... muy hermoso. – la mirada de Donghae se tornó seria de repente.

-      ¿Me amas?

-      Sí – dijo Eunhyuk sin si quiera meditarlo. Tomó al menor de su nuca alcanzando sus labios para besarlo – ¿de qué se trata esto? ¿Te sientes inseguro? – Donghae asintió.

-      Un poco – dijo honestamente – te amo.

Esta vez, Donghae fue quien inició el beso. Sus manos bajaron por la playera de Eunhyuk, colándose para tocar su torso, acariciando su abdomen y pecho. Eunhyuk gimió en el beso. Cuando se separaron, había un leve brillo en los ojos del mayor. Lujuria.

-      No me lastimes – pidió Donghae

-      ¿Por qué dices eso?

-      Sé que no soy lo suficientemente bueno – al mirar a Donghae, Eunhyuk sabía que el pequeño hablaba en serio. – se que no soy lo que esperabas para ser tu amante. – continuó diciendo – pero me esforzaré mucho para ser un hombre del cual estés orgulloso de decir que es tu amante.

-      Donghae – gruñó Eunhyuk – me gustas tal cual eres. Y por dios, ¿por qué no estaría orgulloso de ti? No importa si eres menor. Y tampoco te apures por crecer – Eunhyuk apretó sus brazos alrededor del menor.- esto, este chico rebelde es al que amo.

Donghae sonrió de forma sincera. Besó a Eunhyuk y luego apoyó su rostro en el cuello del mayor.

-      Te deseo – susurró, moviendo sus caderas para frotar su entrepierna con la de Eunhyuk. Asegurándose de que entendiera sus palabras – quiero que te sientas bien conmigo – dijo, deslizando su mano por dentro del pantalón del mayor para tomar su miembro.

Eunhyuk se sorprendió por unos instantes, luego echó su cabeza hacia atrás cuando Donghae comenzó a masajear su miembro.

-      Hazme sentir bien… - jadeó Donghae -… con esto. ¿Por favor?

¿Cómo Eunhyuk podía negarse? En un instante, la sangre bajó desde su cabeza hasta su entrepierna. No le era difícil tener una erección, especialmente con Donghae sobre él, acariciándolo y gimoteando de esa manera para ponerlo duro.

-      Será un placer – susurró Eunhyuk.

Levantó a Donghae de su cuerpo, moviéndose ambos hasta el respaldo de la cama en donde comenzó a besarlo.

-      Oh dios, eres maravilloso – dijo entre besos – esperé tanto por esto.

-      Yo también – respondió Donghae casi sin aliento, quitándose la parte de arriba del pijama, haciendo lo mismo con la playera de Eunhyuk. El mayor se rio.

Ambos comenzaron a desnudarse de forma acelerada. Era una situación cómica. Los dos peleando con su ropa para quitarla mientras se besaban y acariciaban ansiosos. Como si cada segundo que se separaban significara que dejarían de respirar.

No existió momento para un jugueteo previo. Estaban tan hambrientos y deseosos por tocarse, que no fue necesario.

De forma apurada, la mano de Eunhyuk escarbó el cajón del velador, sacando una botella negra de él, vaciando una buena cantidad del contenido en su mano.

-      Levanta tus caderas – ordenó Eunhyuk. Donghae lo hizo, quejándose un poco ante lo frío del líquido cuando el mayor lo untó sobre su entrada. Cuando Eunhyuk introdujo un dedo, Donghae intentó relajarse. – buen chico – lo alentó mientras seguía preparándolo, introduciendo lentamente su dedo por la pequeña cavidad y luego retirándolo con la misma velocidad.

Cuando quitó su dedo, Donghae dejó escapar todo el aire que estaba conteniendo. Luego tomó la botella del lubricante y vació un poco sobre sus manos, frotándolas juntas para calentarlas antes de llevarlas hasta el miembro de Eunhyuk. Era como si todo lo que estaba ocurriendo no fuera real, su cuerpo actuaba por instinto y se dejaba llevar por él. Se sentía afiebrado.

Eunhyuk apoyó sus manos sobre las caderas del menor, enterrando sus dedos mientras sonreía al mirarlo trabajando en su miembro. Dejándolo bien lubricado con sus manos.

La sonrisa de Eunhyuk se hizo más grande cuando empujó suavemente a Donghae, hasta dejarlo apoyado en el respaldo de la cama. El menor abrió las piernas, permitiendo a Eunhyuk acomodarse mejor entre ellas, murmurando lo hermoso que era. Donghae se sintió atemorizado por unos instantes, pero al recibir un beso por parte del mayor, todos sus temores se desvanecieron, derritiéndose ante su beso.

-      Te amo – le dijo Eunhyuk. Había algo en la manera en que Eunhyuk lo tocaba que de forma inmediata ganaba su confianza. Sentía que podía seguir al mayor a cualquier parte mientras siguiera sonriéndole con ternura y susurrándole palabras de amor en su oído. Era como tener un poco del cielo.

Donghae quería responderle pero en cambio sólo soltó un gran gemido, respirando con dificultad cuando Eunhyuk lo penetró de una sola estocada. No era doloroso y tampoco forzado. Sólo era algo a lo que debía acostumbrarse nuevamente. Se mordió el labio sintiendo como su interior era llenado con el miembro de Eunhyuk y se acomodaba a su ancho. Gimió en cuanto el mayor comenzó a moverse de forma lenta.

-      Shh… – susurró acercando su boca a la de Donghae, enterrándose en su cuerpo para luego volver a sacar su miembro, embistiéndolo con suavidad – oh dios… - jadeó. Donghae se afirmó a Eunhyuk, sosteniéndolo de sus hombros sin dejar de morderse el labio.

Eunhyuk se movía. Sus embestidas eran largas, tranquilas y sin apuro. Como si quisiera hacer durar este momento por mucho tiempo.

Mantuvo un ritmo lento, pero se aseguraba de acariciar algo dentro de Donghae que lo hacía gemir con cada estocada. Amaba ver a Donghae quejarse y removerse debajo de él. Mirarlo era mucho más estimulante y debía respirar, intentando relajarse para no acabar tan rápido.

Donghae no era tímido con sus gritos de placer. Gemía con fuerza, sin temor ni vergüenza, cada vez que Eunhyuk golpeaba su próstata. Su cuerpo temblaba y sus dedos se enterraban en los hombros de Eunhyuk, arqueando su espalda, recibiendo con ansias las embestidas del mayor. Chocando contra el cabecero de la cama.

Era hermoso.

Era una buena sensación, tener a Eunhyuk encima de él, su peso sobre él. Le gustaba. Fue una conexión que nunca había tenido con nadie más, le daba placer el sólo ver a Eunhyuk sudar y gemir encima de él.

-      Oh… Dios… - jadeó Eunhyuk con voz ronca, intentando mantener el ritmo pero de alguna forma comenzó a ir más rápido. Usó una mano para mantener la mayor parte de su peso y no aplastar a Donghae, la otra, la usó para acariciar el torso y abdomen del menor.

Se agachó y tomó el cuello del chico en su boca, succionando la carne, saboreando lo salado de la piel de Donghae. Era placentero. Tener un cuerpo tan joven, hermoso y exclusivamente suyo. Su cadera se torció hacia adelante, más fuerte de lo que pretendía y Donghae gritó fuerte, quejándose y jadeando, llevando su mano a la cabeza de Eunhyuk. Sus dedos se entrelazaron entre el cabello de la nuca del mayor, tirando de él, levantando a Eunhyuk de su cuello. Eunhyuk se quejó pero Donghae lo besó con fuerza, hambriento y el quejido se convirtió en un gemido.

Donghae se puso agresivo. Tomó el control del beso, llevando su lengua a la boca de Eunhyuk, reclamándola mientras gemía más alto, cada vez que las embestidas del mayor llegaban con más fuerza.

Tuvo que alejarse, sus manos bajaron hasta la cama para afirmarse de las sabanas que lo rodeaban. Su cuerpo se tensó y se mantuvo de esa manera hasta que pensó que iba a morir.

Las embestidas de Eunhyuk se volvieron brutales, completamente dementes, gimiendo y gruñendo cada vez que se hundía en el cuerpo del menor.

Una de sus manos sostuvo a Donghae del hombro, manteniéndolo sujeto en su lugar. La otra bajó hasta su entrepierna, forzándolo a abrirse más, empujando más adentro. El sonido de la carne al golpearse era agudo y estruendoso, resonando en sus oídos.

-      ¡Estoy muriendo! – gritó Donghae a todo pulmón, su cuerpo temblaba, los músculos se le tensaban al intentar respirar, llenando su pecho de aire. Su garganta se cerró al levantar la cabeza, cerrando los ojos con fuerza al gruñir mientras se venía. Su visión se volvió borrosa, sólo veía puntos negros sintiendo su esencia saliendo de él, apretando tanto sus músculos que Eunhyuk tuvo que esforzarse el doble para seguir empujando contra él.

Su climax fue agotador y se podía percibir en el aire. Su pecho subía y bajaba sobre la cama, intentando recuperar el aliento. Agotado por un orgasmo tan fuerte, que lo mantuvo sin respirar y por unos momentos, de verdad creyó que moriría, hasta que sus músculos se relajaron y su visión volvió, dejándose llevar por el placer. Su piel estaba pegajosa y sudada. Se mantuvo en esa posición quien sabe por cuánto tiempo, pero luego sintió a Eunhyuk moviéndose, enterrándose en él, sus embestidas eran poderosas y Donghae sabía que estaba cerca.

-      Hmm… oh… oh… – gimió Donghae.

Por experiencias anteriores, sabía que el estimulo verbal sólo aumentaba el placer en Eunhyuk, así que rodeó con sus brazos el cuello del mayor, entrecerrando los ojos.

-      Eso se siente… tan... oh... bien… - susurró con voz rasposa, ronroneando en su oído.

Eunhyuk bajó la cabeza soltando un gruñido, besando a Donghae. Pero no era un beso, eran más unas lamidas a sus labios y mordidas en su piel hasta que se movió hacía el cuello de Donghae y prácticamente masticó al pequeño. Donghae se sostuvo de su espalda, llevando sus manos hasta los costados de Eunhyuk, jadeando al sentir los labios y dientes del mayor en su cuerpo.

Las embestidas de Eunhyuk eran demasiado estímulo para su cuerpo, gritando cada vez que lo penetraba con fuerza. Eunhyuk se apartó de su cuello gimiendo, estaba cerca, tan cerca que Donghae podía sentirlo. Apretó su recto contra el miembro de Eunhyuk y observó como el mayor cerraba los ojos, dejando escapar un gemido agudo tan hermoso que hizo a Donghae temblar. El cuerpo de Eunhyuk convulsionó, enterrándose con fuerza un par de veces más, tensándose. Eyaculó con un gemido de placer. Su esencia se sentía caliente dentro de Donghae. Era como un líquido que lo chamuscaba por dentro y tuvo que gritar junto a Eunhyuk.

De pronto, Eunhyuk se derrumbó y cayó hacia adelante, respirando agitado

-      Eres… – jadeó - … un demonio. – le dijo a Donghae. Se impulsó hacía arriba con lo que fuera de fuerza que le quedaba y besó al pequeño, dulce y apasionadamente. – horrible… pequeño demonio – dijo.

Momentos después, cuando Eunhyuk fue capaz de recuperarse, de lo que se sintió un poco como morir y tocar el cielo, se volteó y arrastró a Donghae con él, hasta que dejó al menor sobre su pecho.

-      Increíble – dijo. Luego se largó a reír y Donghae pensó por un momento que se había vuelto loco.

-      Horrible – hizo un puchero – estaré adolorido mañana – se quejó.

-      Cuidare de ti – prometió Eunhyuk. Y por un momento, Donghae decidió que estar incómodamente adolorido no sonaba tan mal.

Sintió como el pene de Eunhyuk finalmente salía de su interior y ambos soltaron un suspiro cuando su conexión desapareció. Donghae sintió como un poco de la esencia de Eunhyuk salía de dentro de él.

Cuando pasó la sensación de calma después del sexo, Eunhyuk se sentó en la cama y fue a buscar un paño tibio en el baño. Abrió las piernas de Donghae y lo limpió despacio, pasando el paño por su entrada y luego que terminó, lo pasó por su propio miembro para limpiarlo también.

Después, abrazó al pequeño hacía su cuerpo y se acostó junto a él, suspirando de gusto. Donghae ya estaba medio dormido y tuvo que reírse un poco por la ironía. Él hizo la mayor parte del trabajo, ¿no debería ser él quien se durmiera primero? Pero en realidad no le importaba. Era algo que amaba de Donghae.

-      Te amo – susurró.

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Como Kyuhyun esperaba, Eunhyuk estaba prácticamente saliéndose de su propia piel de tanta emoción cuando le contó que al fin había tenido sexo con Donghae, otra vez. Kyuhyun intentó mantener cara normal, no reírse, cada vez que miraba a su amigo, porque el hombre lucía como un perrito enamorado que de pronto había recibido un cariño de su amo en la cabeza.

Las visitas de Kyuhyun a su casa fueron menos frecuentes después de que su misión fue completada. Aun así, se dejaba caer al menos 3 veces a la semana. La razón que se daba era que quería mantener vigilado a Donghae mientras Sungmin se encontrara en la casa. No confiaba del todo en Sungmin. Tenía la mala costumbre de tomar cosas que no eran suyas.

Era extraño, pero Sungmin y Donghae parecían haber formado una alianza. Y por lo que Kyuhyun observaba, Sungmin protegía a Donghae como un hermano mayor.

Parecían viejos mejores amigos por la forma en que se secreteaban y lo mejor era que Sungmin le había presentado sus amigos a Donghae. Llevaba al pequeño con él en sus salidas y le hacía sociabilizar con personas de acuerdo a su edad. La mayoría de esos individuos eran homosexuales pero eran cuidadosos con aquello. Donghae apreciaba eso y Eunhyuk estaba feliz de que éste hiciera nuevos amigos.

Con Sungmin presentándole la gente correcta, porque Sungmin había seleccionado especialmente a quien iba a presentarle a Donghae, el pequeño había aflorado una personalidad que parecía haber estado escondida y que dejaba a todos encantados. Era como una mariposa social. Sólo era tímido con Eunhyuk y con ciertas personas pero mayoritariamente, era como si hubiera despertado de un largo letargo.

Sungmin estaba orgulloso de mostrar a su nuevo amigo y salir con él de compras, al spa o a pequeñas fiestas privadas con el resto de sus conocidos. Eunhyuk estaba sorprendido de lo mucho que Donghae había crecido. Algunos de sus hábitos de chico consentido casi habían desaparecido y fueron reemplazados por un comportamiento mucho más maduro de un joven que se daba cuenta de que ciertas acciones conllevaban consecuencias.

Impresionado, Eunhyuk prácticamente le daba lo que el chico quisiera. Pero Donghae lo amaba demasiado como para aprovecharse de la situación. A veces sí, cuando se sentía un poco consentido, le pedía a Eunhyuk que tomara el día libre para pasarlo juntos. Claro que Eunhyuk le cumplía aquello feliz y por todo el día, consentía a Donghae hasta que el menor ya no daba más de gusto.

A veces, no se daba cuenta que sus constantes atenciones a Donghae hacían que Sungmin se sintiera celoso y Kyuhyun debía salir al paso y recordárselo. Kyuhyun tenía razón. Desde que Sungmin llegó a su vida, era él el consentido, su atención siempre iba hacia su hermano. Pero con la aparición Donghae, todo cambio. Claro que Sungmin se iba a sentir amenazado. Así que, en ocasiones, preparaba algo grandioso para Sungmin y usaba a Donghae para sacarle información y así saber que era lo que Sungmin quería. De esta forma, Eunhyuk había encontrado un equilibrio en la relación entre Donghae y Sungmin, eliminando los celos entre ambos.

Era un sistema maravilloso. Hasta Kyuhyun estaba impresionado. Pero Kyuhyun cometía el error de consentir mucho a Donghae. No podía evitarlo. El chico era un increíble aliviador de estrés. Eunhyuk se sentía mucho más feliz desde que estaba con Donghae. Kyuhyun estaba agradecido por eso y la forma de demostrarlo era con regalos. Las primeras veces, estuvo bien, hasta que llegó un punto donde Sungmin se puso a actuar de forma desagradable. Seguro, los regalos estaban bien, pero Kyuhyun no se daba cuenta de que cada vez que se daba el tiempo sólo para consentir a Donghae, tendría ramificaciones que traerían a la realidad sus peores pesadillas.

Fue algo horrible. Había comprado boletos para un concierto por el cual Donghae había estado ansioso por ir. Y como Eunhyuk y Sungmin estaban ocupados ese día, él decidió llevarlo y actuar como su guardián. Nunca pensó que aquella acción iba a tener tal impacto en Sungmin. Después del concierto, Donghae y Kyuhyun volvieron a la casa, estaban emocionados y eufóricos aun, y Sungmin los recibió con un golpe.

Sungmin no golpeó a Donghae, sino que a Kyuhyun. Eunhyuk hizo algo inteligente y de inmediato tomó a Donghae llevándoselo a otro lado en caso de que la pelea se tornara aun más violenta. Kyuhyun peleó de vuelta, diciéndole a Sungmin que éste no tenía ningún control sobre él. Tuvieron una relación y esta se había acabado. Y que él estuviera celoso de un día que pasara junto al novio de su mejor amigo era ridículo. Kyuhyun no le permitió ganar esta pelea a Sungmin, incluso le echó en cara lo ilógico que era que se sintiera celoso.

Sungmin rara vez lloraba por algo, pero esa noche lo hizo. No fue un llanto de lástima tampoco. Estaba de verdad dolido por lo ocurrido. En su cabeza, Kyuhyun aun le pertenecía. No importando que, incluso Sungmin que había sido promiscuo con otras personas, mientras Kyuhyun siguiera mirándolo solo a él, seguía siendo su dueño. Le dolía saber que quizás Kyuhyun estaba siguiendo con su vida.

Y porque Sungmin se dio cuenta de lo mucho que le dolía poner sus esperanzas en una sola persona, decidió mantenerse alejado de las relaciones por un tiempo indefinido.

La pelea separó por completo a Kyuhyun de Sungmin, pero después de unos días sopesando en el asunto, se dio cuenta de que los celos de Sungmin significaban solo una cosa. Sungmin aun tenía sentimientos por él. Eso estaba claro. Si no, no habría reaccionado de aquella manera. De alguna forma, eso le hacía feliz. Era una señal de que Sungmin estaba madurando, al menos en términos a los sentimientos que profesaba por Kyuhyun.

Avergonzado por cómo había actuado, Sungmin le pidió disculpas a Donghae. Donghae se sentía incomodo en un comienzo, pero mantuvo su relación con Sungmin. Entendía a Sungmin aunque éste no se entendiera a sí mismo a veces.

Hubo un cambio en Sungmin después de aquello. Normalmente, cuando alguien lo elogiaba, él le coqueteaba con aquella persona sin importar que. Pero esta vez, su comportamiento era mucho más discreto. Aun coqueteaba, pero no de forma descarada. Y su pequeño libro negro que contenía los números de todas sus parejas temporales, fue echado al tacho de basura.

Donghae atribuyó el cambio en Sungmin como una señal de madurez y trató de imitarlo, observando sus propios errores en los cuales trabajar para satisfacer a Eunhyuk en un futuro. Decidió que podría ser un poco más sensible a las necesidades de su pareja, Eunhyuk estaría agradecido de aquello. Así que, en su tiempo libre, él y Sungmin se inscribieron en una clase de cocina.

Extrañamente, se divirtieron bastante. También, se encargaron de sorprender a Eunhyuk con una casi arruinada cena. Pero aun así, fue algo bueno para ser la primera vez. Estaban tan orgullosos de sí mismos que Eunhyuk los invitó a ambos a pasar un día al spa.

Pasaron los meses para los tres, Donghae, Eunhyuk y Sungmin estaban de verdad felices. Incluso el padre de Eunhyuk estaba sorprendido por el cambio de actitud de Sungmin. Le atribuyó el cambio a la influencia de tener un hermano pequeño. Si Sungmin se hacía cargo de alguien, seguramente su actitud maduraría. Donghae actuando como el hermano pequeño, había sido participe de algunos de los cambios en Sungmin.

En la parte más intima de sus vidas, a Eunhyuk  le encantaba molestar a Donghae, especialmente cuando Donghae parecía tan emocionado con aquello. Era un buen deporte cuando se trataba de sexo. Amaba ser físicamente adorado y a veces, le pedía a Eunhyuk que lo adorara. Que de verdad lo hiciera y Eunhyuk lo hacía.

Después, Donghae lo compensaba con creces.